El baloncesto de élite vuelve a Guadalajara

Por Pablo Carnicero

Pablo Carnicero junto a su equipo. // Foto: CEBA Guadalajara

Pablo Carnicero junto a su equipo. // Foto: CEBA Guadalajara

El corazón late con fuerza. Pierdes de dos y te remueves inquieto en tu asiento. A tu alrededor más de un millar de espectadores contienen el aliento sobrecogidos. Uno de los jugadores rivales acaba de anotar una canasta triple que coloca a su equipo por delante. Es injusto, piensas. Sientes un momento de rabia, porque durante todo el partido tu equipo ha ido por delante en el marcador. La primera jugada del partido levantó a todo el pabellón del asiento: Víctor, aquel chaval que el año pasado apenas recibía oportunidades en una categoría inferior, recibe el balón debajo del aro y lo machaca sin compasión. Como si le debieran dinero, como si quisiera transmitir al público y sus compañeros: “Aquí estoy”.

Y ahora pierdes de dos. Aún queda más de un periodo, pero esa canasta te instala en la duda y el temor. Todo el partido ganando, mandando con autoridad. Respondiendo cada canasta del rival con otra mejor aún, defendiendo cada posesión con la pasión de un depredador en la sabana. Pero ya todo lo pasado carece de validez, porque los ovetenses han salido del descanso con esa mirada asesina característica del que nada tiene que perder. Quizá los más de cien aficionados que se han desplazado desde Oviedo les haya insuflado energías renovadas con sus constantes ánimos. Los miras con envidia sana. Ya quisieras tú que tu afición fuese así. Pero aprietas los dientes, porque el partido continúa. Parpadeas. No hay tiempo para lamentos. A tu alrededor alguien elogia a los rivales: llevan tres triplazos seguidos, parece un torbellino de puntos.

Sacamos de línea de fondo. Sientes el miedo y la adrenalina que hace que tu corazón lata con mayor frecuencia. Es la droga que te engancha a este deporte, lo que te hace levantarte del asiento eufórico o hundirte en la más triste de las miserias. El balón llega a Jose María. El veterano es un ejemplo de pundonor, energía y ganas. Con más de treinta años es el primero en entrenar y uno de los que más pasión y entrega ponen en cada momento. Su defensor está demasiado cerca y no le concede espacio para poder moverse. Va a hacer pasos, piensas. Pero saca el balón por detrás de la espalda y se lo pasa a un compañero que se encuentra situado en la esquina completamente solo. Un pase casi imposible, un escorzo realizado sin tan siquiera mirar a su objetivo. Un pase a ciegas.

Y en la esquina se encuentra situado Pablo.

El chaval. El último en llegar. Dieciocho años recién cumplidos en Guadalajara. Pablo nació respirando pasión por el baloncesto, y creció soñando con jugar en el primer equipo de su ciudad, cuando el desaparecido CB Guadalajara jugaba en aquel mismo pabellón no muchos años atrás. “Mama, de mayor quiero jugar en ese equipo”, decía muy a menudo. Y todo su esfuerzo y sacrificio le han llevado a jugar en ese equipo que tanto ha deseado, a jugar aquellos partidos que siempre había soñado con jugar. Porque es un ganador.

Las miradas de más de mil paisanos se clavan en el chaval de la cantera que acaba de recibir el balón. El momento es muy complicado, porque hemos recibido un aluvión de puntos y estamos tratando de sobrevivir como el barco que desarbola los aparejos en una tempestad con la esperanza de resistir. Como el boxeador que acaba de recibir una serie de mandobles

que le arrojan contra las cuerdas aguardando el momento adecuado para respirar sin doblar la rodilla.

El balón vuela y da vueltas sobre sí mismo. Y antes de que puedas asimilarlo, más de mil gargantas gritan al unísono eufóricas. Lo ha metido. El chaval acaba de meter el triple con la sangre fría de un veterano curtido en mil batallas. De nuevo te pones por delante en el marcador, recuperando la iniciativa que te había arrebatado el rival de un manotazo. Y la pasión que sientes la transmites, te levantas del asiento con el puño en alto eufórico. Porque sabes que es una final, y estos pequeños detalles son importantísimos. Una gran defensa de tu equipo y una nueva canasta te conceden un respiro. Y aunque el rival pelea negándose a dar su brazo a torcer, consiguiendo canastas increíbles y poniendo tanta pasión y empuje como tu equipo, sabes que los tuyos no te van a fallar.

Y no lo hicieron.

¡Ganamos!

Hemos ganado una final en Guadalajara, con más de mil espectadores animando a tu equipo al unísono. Como en los viejos tiempos, los gloriosos, aquellos en los que sentías las mismas emociones que acabas de sentir. Lo sientes de vuelta. Sabes que el baloncesto de nivel ha vuelto a Guadalajara.

Lo hemos conseguido.

En los veranos y periodos vacacionales siempre tenemos a los equipos nacionales de categorías inferiores concentrados en nuestra ciudad, hemos organizado partidos de máximo nivel (torneo ACB en Septiembre, y en Agosto del año anterior un partido de la selección Absoluta), y que un equipo de Leb Plata juegue en Guadalajara, con presencia de canteranos en este equipo, significa que el baloncesto de nivel regresa al Polideportivo San José . Los aficionados llevan disfrutando toda la temporada de un juego imposible de ver en la zona centro de España, puesto que después de los tres equipos ACB que militan en la Comunidad de Madrid, tan solo Ávila y Guadalajara pueden ofrecer un espectáculo parecido. El pasado lo perdimos, ahora debemos preservarlo.

Tan solo os pido que lo probéis, y repetiréis.

*Pablo Carnicero de la Cámara es un amante del baloncesto con una dilatada experiencia tanto en el baloncesto profesional (varios años entrenador ayudante del CB Iber de LF2 y el CB Guadalajara, equipos con los que disputó 3 fases de ascenso), como en el baloncesto de formación (subcampeón de Castilla la Mancha infantil femenino, campeón regional cadete femenino en dos ocasiones, campeón regional junior femenino en una ocasión, numerosas presencias en los diferentes Campeonatos de España, tanto como entrenador como colaborador en la organización). Es Entrenador Nacional de Baloncesto desde el 2010 y actualmente es el Director Técnico del CEBA Guadalajara, club que milita en Adecco Leb Plata.

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