La moralidad de Terrazas

El presidente Retuerta, en una conversación con Carlos Terrazas. // Foto: www.deportivoguadalajara.es

El presidente Retuerta, en una conversación con Carlos Terrazas. // Foto: http://www.deportivoguadalajara.es

Por Roberto del Barrio

«No entrenaré al Deportivo Guadalajara en Segunda División B». Fue una sentencia abierta a interpretaciones cuando explotó en rueda de prensa hace un par de semanas. Salió de la boca de Carlos Terrazas, entrenador, mánager y ángel de la guarda de un proyecto que empezó en septiembre del 2011, pasó a la gloria vía Anduva y se ha instalado en el fútbol profesional. Me consta que un itinerario dibujado por el vasco en cada uno de los clubes por los que había pasado, pero finalmente un plano calcado al milímetro que sólo encontró su culminación en el Depor y en el Escartín.

Cada uno de sus escalones se ha cubierto con paso firme, el que ha encarnado un entrenador brillante en algunos aspectos y peculiar en casi todos, un hombre de club que, sin embargo, adaptó el club a su proyecto y no a la inversa. Sus mandamientos pasaron al más absoluto convencimiento de la cabeza del presidente, que fió su suerte al técnico con más galones de la ‘era Retuerta’. Celestino Vallejo, hasta entonces mano derecha y figura incuestionable, fue el último obstáculo y saltó por los aires. Terrazas no creía en una bifurcación del mando en la materia deportiva, ni en la figura del director deportivo, y su modelo pasaba irremediablemente por aglutinar todo el poder.

Retuerta lo concedió para asegurar la comodidad de Terrazas, por su parte con apariencia de estar echando raíces de grandes dimensiones: «El club soy yo y yo soy el club» o «trabajo como si fuera a ser el entrenador los próximos 20 años» son los lemas con los que el bilbaíno certificaba su identificación con el morado alcarreño, un camino que parecía indivisible en cualquier circunstancia. Incluso en la que suele ser más vinculante respecto al futuro de los entrenadores: las derrotas. El nefasto comienzo liguero, con un punto en las primeras siete jornadas, destató algunas dudas, en la crítica y en la grada, después de un verano en el que los héroes del ascenso fueron desfilando para dejar espacio ante una profunda renovación.

El club, Terrazas o viceversa, siguieron inalterables. Confianza absoluta y continuidad, ni un atisbo de duda. El Depor reaccionó y salió del atolladero. Respiró al final de la primera vuelta y en la segunda, ante el presumible despegue, apareció el embrollo extradeportivo. Al final, permanencia y nada más. Para mí, un éxito dadas las circunstancias. Para el mánager, objetivo incumplido teniendo en cuenta el listón del play-off.

Terrazas, durante la entrevista del pasado miércoles en la Cadena Cope.

Terrazas, durante la entrevista del pasado miércoles en la Cadena Cope.

¿Y ahora qué? ¿Cuál es la posición de Terrazas ante la incertidumbre actual? En un principio, la cita con la que comienza este artículo sonó a un mensaje de tranquilidad, a un eslogan con el que mostrar pleno convencimiento de que el Club Deportivo Guadalajara seguirá en la división de plata la próxima temporada. Pero el pasado miércoles, en una entrevista concedida a la Cadena Cope en la que participé activamente, el míster deportivista dio un paso más, desterró muchas de las interpretaciones posibles y fue tajante: «No me veo, no sería bueno ni apropiado que yo entrenara a este equipo, a este club y a esta ciudad en Segunda B».

Durante la entrevista, el vasco dejó pocos titulares más, pero sí sensaciones llamativas. Sí se desmarcó del proceso de ampliación de capital origen de todos los problemas y de los hipotéticos errores el presidente, pese a que mostro su «confianza» en que pudieran no ser tales. También rechazó cualquier tipo de «contubernio» contra el Depor procedente de la LFP, a la que símplemente acusó de «haberse precipitado». En definitiva, una postura reflexiva, paciente e individualista, entiéndase este último término como su afán por defender estrictamente sus responsabilidades, ni un centímetro más allá.

Creo que ése es el marco en el que debe analizarse su decisión de no continuar al frente del barco si cae en la marejada de la Segunda B. Más allá de lo que digan los contratos y de la mutua fidelidad construida por ambas partes, ¿hasta qué punto estaría moralmente obligado Carlos Terrazas a continuar? Retuerta apostó todo a su caballo, a su proyecto y puso el club a sus pies, pero las condiciones han cambiado. El ambicioso o utópico -según quien lo juzgue- proyecto que buscaba el entrenador vizcaíno pasaba por instalarse en Segunda y cumplir plazos hasta desafiar las leyes económicas del fútbol y poder ascender sin despilfarro alguno. Nunca estuvo en su cabeza dar un paso atrás y, si se da, no será achacable a su labor, sino al presunto fraude del presidente.

Si llegara el temido descenso administrativo, las normas (morales) del juego también habrían cambiado. Si Terrazas se va, no faltará a su compromiso con Retuerta, el club o la ciudad. Incluso podría sentirse perjudicado. No olvidemos que si la Segunda División es un sueño para el Deportivo, no lo es menos para el entrenador, que por fin había encontrado el ecosistema idóneo para desarrollar una idea que ha tenido grabada en lo más profundo de su ser desde, seguramente, el inicio de su carrera. Nadie le regaló la categoría, por la que tuvo que batallar durante más de una década con la carga de un cartel austero que no le ayuda en este mundo de estrellas. La moralidad de Terrazas sigue intacta y lo seguirá estando sea cual sea el desenlace final.

El coche de Radio Televisión Castilla-La Mancha sufrió el ataque de los aficionados del Cieza con yeso, huevos y harina, además de otras sutancias orgánicas.

El coche de Radio Televisión Castilla-La Mancha sufrió el ataque de los aficionados del Cieza con yeso, huevos y harina, además de otras sutancias orgánicas.

Delincuencia en Cieza. No puedo dejar de lado en este Hexágono de lunes la vergonzosa jornada vivida y sufrida ayer por el C.D. Azuqueca en Cieza. No voy a entrar a valorar la lamentable actuación arbitral -pues hay imágenes-, ni el penalti y la expulsión tempranera que marcaron la eliminatoria. Ni el 4-0 final. Hay cosas más importantes que el fútbol dentro del propio fútbol. Una de ellas, la seguridad de los aficionados (los realmente aficionados, no los cabestros) y los profesionales en las categorías humildes, especialmente en las eliminatorias de ascenso. Lo que ayer sucedió en la localidad murciana es, con todas las letras, una exhibición de delincuencia que, además, se repite con demasiada frecuencia ante la pasividad de las autoridades deportivas.

La Federación Española de Fútbol debería plantearse de una vez por todas si quiere convertir estas citas en una cuestión de supervivencia o eliminar del camino a los clubes con aficiones violentas, la única fórmula que se me ocurre para erradicar el problema. Ayer, el autobús del Azuqueca fue recibido en la localidad con un lanzamiento masivo de objetos y huevos, un ataque que también sufrieron antes y después del partido los periodistas desplazados (especialmente mi colega Luis Castro, de RCM). Lo que se vivió durante los 90 minutos en La Arboleja ni rebajó el nivel de agresividad -hubo una invasión de campo en el descanso con aires de rebelión- ni se puede decir que fuera cosa de «unos pocos», como suele pasar en estos asuntos. Insisto, hablamos de actos vandálicos y premeditados, delincuencia pura y dura que deberían vigilar, perseguir y condenar inicialmente las autoridades políticas de estas localidades y los propios clubes.

Que siga imperando la ley del miedo en algunos campos de este país es vomitivo, inhumano y un soberano atropello. El que quiera fútbol, que lo cuide con un comportamiento digno de seres humanos y, por favor, que no lo pervierta convirtiéndolo en una batalla gobernada por cafres y macarras de presidio. Hemos asumido con demasiada normalidad que los campos sean un nido de insultos y que en ocasiones se creen ambientes que exceden lo hostil. Pero a veces la línea va, incluso, mucho más allá. El Cieza estará en el bombo porque lo permitirá la RFEF; y su insigne presidente, el hombre que alentó a las reses bravas durante la semana para intimidar al Azuqueca, paseará orgulloso con la sensación de haber ganado una batalla. Olé tus huevos -con perdón de la expresión-, si es que quedó alguno en el pueblo después de la emboscada.

6 comentarios en “La moralidad de Terrazas

  1. Buenos días. La fuente del video está perfectamente especificada. Lo que pasa es que, a diferencia de las fotos, el blog no incluye un pie de foto, pero sí una pestaña (arriba a la derecha), un círculo con una I dentro, en el que viene la procedencia y el título del video. En El Hexágono siempre somos muy cuidadosos con estos asuntos. Un saludo y gracias por difundir el video.

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  2. Hola, soy ciezano y aficionado del CD Cieza, y quizás por decir esto ya algunos estaran desacreditandome. He decir que asistí a ambos partidos de la eliminatoria, tanto fuera como en casa, en mí casa. En primer lugar quiero pedir perdón como aficionado del Cieza, como habitante de la localidad y como persona cuerda que soy. Llevo ya algunos años asistiendo al fútbol con mi hijo, y el comportamiento DE ALGUNOS ayer no es digno de personas civilizadas. Pero repito, DE ALGUNOS, no voy a consentir que ni a mi ni a mi hijo se nos tache de delincuentes, ni si quiera a los muchos amigos que asisten cada domingo a ver a nuestro club. También le pido que se informe antes de escribir «hubo una invasión de campo en el descanso con aires de rebelión» queridos amigos, desde que mi hijo no sabia andar, y ya tiene 11 años, en los descansos del CD Cieza la afición, y sobre todo los más pequeños saltan al campo de juego con sus balones para creerse durante 10 minutos, futbolistas. Ayer en el estadio municipal de la arboleja había más de 3500 personas, en el video, una vergüenza como ya decia, no se aprecian más de 20 personas. Estoy con usted con que hay que erradicar a esta gente, pero permitame que no le consienta que tache a toda una afición (casi 4000 como le decía antes) de delincuentes. Y por último, y aunque con esto no pretendo justificar ningun comportamiento, quizas debería añadir a su crónica, que en el partido de ida mi hijo de 11 años salió bañado en whisky, cosa que me sorprende por dos lados. Primero porque, por díos! es un niño, a que cabeza hueca se le ocurre lanzar algo a un niño y segundo. Bebidas alcoholicas de alta graduación en un estadio?. Tambien querido amigo debería pedir en su crónica que se erradique el comportamiento de uno de sus jugadores al termino del partido de ayer, que acabó agrediendo a un chaval a patadas fruto de la impotencia, y fue reducido por la guardia Civil. Ahorrense las réplicas ofensivas, pues no me interesa a mi edad entrar en guerras absurdas. Gustosamente leere cualquier otra aportación.

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    • Evidentemente, los adjetivos que utilizo en el artículo van destinados a todos y cada uno de los que participaron en los actos que se relatan. Y por supuesto que hubo aficionados del Cieza que se comportaron bien. Sólo una puntualización : en el descanso, hubo un grupo enorme de aficionados (mayores de edad y más de cinco veces 20 por lo menos) que desde el césped se dirigieron a la zona de la afición del Azuqueca con cánticos groseros e insultos (hay imágenes de televisión que lo muestran). Condeno que un jugador agrediera a un aficionado o que un aficionado moleste tirando bebida, pero son comportamientos individuales y mo responden a acciones grupales y organizadas. Estuve en Azuqueca desde una hora antes del partido hasta una hora después y no hubo incidentes reseñables en las gradas (por cierto, la afición del Cieza estuvo en tribuna).

      Si quiere comparar ambos lances, es su decisión, pero no la comparto. Hablamos de lanzamiento de piedras de gran tamaño, de palos, de querer invadir el autobús, de bengalas… Unos hechos gravísimos que nada tienen que ver con el fútbol; y otros menos graves como como que el CD Cieza no invitó al palco a la directiva del Azuqueca, que al equipo se le dieron balones en mal estado para el calentamiento o que desde la rotonda anterior al campo se amedrentara a los aficionados que iban con camisetas del Azuqueca (este no le parece más leve, y sí muy grave, por cierto).

      En cualquier caso, le honra pedir perdón, aunque usted no es responsable del comportamiento de otros aficionados que no entienden lo que es el fútbol. Usted no cometió ningún acto cuestionable, luego de alguna forma es víctima de lo que sucedió. Permítame la licencia de proponerle algo, como vecino del pueblo y aficionado del club que se declara, sería positivo que gente civilizada como usted, con el apoyo de las autoridades locales y la directiva, hicieran todo lo posible por apartar del fútbol a aficionados como los que ayer causaron los incidentes. Sería la mejor noticia para el club, para la imagen de Cieza y también para su hijo o cualquier niño que acuda a La Arboleja y se vea obligado a presenciar esas actitudes o a estar en peligro ante esos ambientes.

      Un saludo, gracias por comentar el artículo y disculpe si en algo le he podido ofender.

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  3. Hola, soy un aficionado azudense que ayer acudió a ver un partido de futbol y lo único que vi fue un autentico linchamiento por parte de la afición del cieza a todo aquello que tuviese que ver con azuqueca.

    El principal culpable e instigador de toda la barbarie que se vivió, y que gracias a dios no hay que lamentar desgracias mayores, fue el presidente del cieza Toño Garcia. Un impresentable que dirige el cd cieza.

    También quiero denunciar la absoluta pasividad de la guardia civil, si bien es cierto que si no hubiese sido por ellos no habriamos salido vivos de allí, no hicieron nada por evitar lo allí ocurrido. Se limitaron a cumplir el expediente.

    Esto es cieza y este video representa a su gente http://www.youtube.com/watch?v=34B5spwiln4 donde no hay no se puede sacar.

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  4. Pingback: Las notas de la temporada |

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