Un problema de identidad

Imagen del Flysch de Zumaia. // Foto: J.L. Azcano/ objetivogipuzkoa.diariovasco.com

Imagen del Flysch de Zumaia. // Foto: J.L. Azcano/ objetivogipuzkoa.diariovasco.com

Por Marta Perruca

Hace apenas unas semanas que llegué a mi pueblo, Molina de Aragón, para disfrutar del verano, y no había siquiera bajado del coche cuando recibí la llamada de Manolo Monasterio, que me ofrecía colaborar con el Museo Comarcal de Molina. Así que mis vacaciones no duraron ni un suspiro y desde entonces me encuentro detrás de este mostrador recibiendo a esos turistas y visitantes que, año tras año, llegan a esta tierra un tanto desorientados. Me gustaría decir que eso me sorprende, de veras, pero no es así.

Y es que el otro día hablaba con mi hermana Eva, que está disfrutando de sus vacaciones por el norte, y me comentaba que había estado visitando el Geoparque de la Costa Vasca. “¡Qué bien lo tienen montado, Marta!”, me decía todavía emocionada después de admirar el Flysch a lo largo de un placentero paseo en barco y consciente de mi implicación con el proyecto molinés, que acaba de ser admitido dentro de la Red Europea y la Red Global de Geoparques. Es verdad eso que dicen que las comparaciones son odiosas, pero también que detrás de este mostrador se ven las cosas desde otra perspectiva. Y entonces me acordé de los visitantes que llegan desorientados al Museo, que se asoman a esta ciudad atraídos por su imponente castillo, pero completamente ignorantes de los innumerables encantos que adornan sus alrededores. Y llegan aquí en su coche y de no ser por la Oficina de Turismo y este Museo, probablemente se marcharían sin contemplar el exuberante cañón del río Gallo, en el Barranco de la Hoz, a tan solo diez minutos de esta ciudad.

Barranco de la Hoz. // Foto: J.A. Martínez

Barranco de la Hoz. // Foto: J.A. Martínez

Pues eso le decía a mi hermana, que el Geoparque de la Costa Vasca, prácticamente es el Flysch, que es impresionante y tiene un enorme interés científico, pero que nosotros tenemos una gran geodiversidad difícilmente comparable. Y en ese momento me di cuenta de que quizá ese era el problema, que teníamos demasiadas cosas. El Geoparque de la Costa Vasca posee una identidad muy marcada en torno a este admirable fenómeno geológico, que además contribuye a explicar la teoría de la extinción de los dinosaurios y, por tanto, por sí solo es un producto atractivo y fácilmente vendible.

Y entonces llegan los turistas desorientados al Museo y siembran en mí el desconcierto, porque, en serio, no es fácil explicar a un turista todo lo que puede visitar en el Geoparque de la Comarca de Molina y el Alto Tajo “¿Por qué creéis que tiene un nombre tan largo?”.

Río de bloques de piedra en Orea. // Foto: M.P.

Río de bloques de piedra en Orea. // Foto: M.P.

“Nos hemos dado cuenta de que se necesitan cuatro o cinco días para conocer esto en profundidad”, me comentaban unos asturianos, que ponían rumbo a su tierra al día siguiente. Me mostré, en cierta medida, de acuerdo con ellos, pensando que se referían a esta comarca y cuál fue mi sorpresa cuando caí en la cuenta de que me estaban hablando de toda la provincia. Creo que fue en el momento en el que me preguntaron si merecía la pena visitar el Barranco del Río Dulce. Claro que merece la pena, pero les tuve que explicar que aquello estaba en Sigüenza y que quedaba un poco lejos para visitarlo en esa misma tarde. En ese momento comprendí que se encontraban algo más que desorientados. Llevaban tres días recorriendo la provincia y estaban totalmente perdidos. Traté de hacerles entender que no podían conocer esta comarca en un solo día, ni siquiera en dos, pues yo soy de aquí de toda la vida y todavía me sorprendo al descubrir rincones verdaderamente maravillosos.

Cascada de la Escaleruela. // Foto: J.A. Martínez

Cascada de la Escaleruela. // Foto: J.A. Martínez

Y ahí fue cuando me vi envuelta en el dilema que ha inspirado este artículo: En el preciso momento en que comencé a enumerar espacios naturales como el Barranco de la Hoz, el Puente San Pedro, el Salto de Poveda, la Laguna de Taravilla, el barranco del Horcajo, la cueva del Tornero, el entorno de Checa, Chequilla o Peralejos de las Truchas, el Río de Piedras de Orea, la Sima de Alcorón, la Sierra de Caldereros, el bosque fósil de la Sierra de Aragoncillo, el Valle del Río Mesa y eso sin tener en cuenta la ruta de los castillos, los templos del Románico Rural y un puñado de pueblos con encanto. En ese momento descubrí que es tal la diversidad de esta comarca que explicarla turísticamente se convierte en una empresa cuanto menos complicada.

Cascada de "El Campillo". // Foto: M.P

Cascada de «El Campillo». // Foto: M.P

Como ellos, son muchos los que visitan Guadalajara y pretenden saborearla en un fin de semana. Entonces llegan a Molina exhaustos preguntando, con ávidos ojos, qué es lo que pueden ver y me cuentan una historia que he comprobado que se repite con demasiada frecuencia: Resulta que se alojan en Atienza, en Albarracín, Sigüenza, Cuenca o cualquier pueblo de la Alcarria y han caído aquí, casi por casualidad.

La conclusión que yo saco es que, si después de 14 años de Parque Natural y una década trabajando en la candidatura del Geoparque los turistas no llegan aquí con una ligera idea de lo que se pueden encontrar es que no hemos sabido hacer bien las cosas.

Paraje conocido como los claros, en Peñalén. // Foto: M.P.

Paraje conocido como los claros, en Peñalén. // Foto: M.P.

Conversaba con mi hermana, todavía alucinada por la visión del Flysch, sobre la posible identidad de esta comarca. Podríamos hablar del aragonito, el mineral español por excelencia, del que Molina es la localidad tipo y, además, es el emblema del Geoparque, pero admitámoslo, la gente va a ver el Flysch porque es impresionante, pero no creo que le podamos impresionar con un aragonito, por muy curioso que sea. Y el problema no es que carezcamos de lugares impresionantes, es que tenemos muchos y muy diversos, aunque quizá ninguno tan relevante como para que resalte sobre los demás.

Y el caso es que el año pasado me lo repitieron hasta la saciedad los geólogos del Geoparque, José Antonio Martínez y Luis Carcavilla, cuando éramos evaluados para entrar a formar parte de la Red Europea y la Red Global de Geoparques: Lo que caracteriza a este territorio, geológicamente hablando, es su geodiversidad, pero también su diversidad, su riqueza patrimonial, arqueológica, etnológica, etc.

Los Centros de Interpretación, una buena herramienta

El comienzo del verano traía a mi memoria los Centros de Interpretación, porque se invirtió una cantidad ingente de dinero en su construcción, pero estaban cerrados y esta reflexión los ha vuelto a rescatar de mi memoria, precisamente, porque vuelven a estar abiertos y porque, a falta de una buena campaña de promoción turística, que no se ha abordado jamás, creo que podrían ser un buen instrumento a la hora de cumplir con su misión: facilitar la labor de mostrar los entresijos de este territorio tan diverso a los visitantes. No soy la única que se ha dado cuenta de esto, la consejera del ramo ya lo hacía apenas unos días atrás.

Lo que pasa es que la Alhambra es muy bonita y nadie que vaya a Granada prescindiría de su visita,  pero si nadie supiera de su existencia estoy segura de que su público sería limitado. De igual manera, si se conociera de su existencia, pero prácticamente nadie supiera que está abierta, me imagino que tampoco tendría un volumen importante de visitas. Lo que quiero decir es que, después de dos años cerrados, con una apertura que pasó sin pena ni gloria el verano pasado, de nada servirá que estos centros vuelvan a abrir sus puertas si no se les da la publicidad oportuna.

Desde luego, yo no me podía explicar que su apertura no se haya anunciado a bombo y platillo hasta que cayó en mis manos el calendario de apertura y comprobé que no solo ésta llegaba tarde, sino también mal. Geacam se ha hecho cargo de la gestión de los centros para los próximos dos años con el siguiente balance: Los centros de Corduente y Zaorejas abren del 19 de julio al 7 de septiembre, únicamente los fines de semana (un total de 18 días);  Checa y Orea lo hacen en el mismo periodo de tiempo, pero fines de semana alternos (nueve días cada uno). Mandayona abre del 15 de agosto al 14 de septiembre, únicamente los fines de semana (once días) y Pelegrina del 20 de septiembre al 10 de noviembre (16 días). Pueden sacar ustedes sus propias conclusiones.

Convergiendo, que es gerundio

Fotografía de la asamblea convocada por IU. // Foto: El Hexágono de Guadalajara.

Fotografía de la asamblea convocada por IU. // Foto: El Hexágono de Guadalajara.

Por Rubén Madrid

Converger, confluir, coincidir y sumar. En esas anda la izquierda alternativa al PSOE, también en Guadalajara, donde ya se han producido los primeros contactos entre formaciones: existe la intención de que Izquierda Unida, Podemos, Equo y Más de un Ciudadano confluyan con otras asociaciones y ciudadanos en un bloque para las municipales de mayo. Se trata, dicen, de construir una nueva marca electoral que vaya más allá del batiburrillo de siglas, unificada en toda la provincia para buscar también representación en Diputación y que nace con los mimbres de la llamada “nueva política” surgida del 15M y aplicada con desenvoltura por Podemos en las Europeas, el punto de inflexión que sin duda está animando estas aventuras en todo el país.

Ese es el propósito, el “qué”. Ahora viene el “cómo”.

La iniciativa arriacense no es una excepción en el panorama español. En todo el país están surgiendo una suerte de plataformas políticas (como lo han sido hasta ahora las mareas en el ámbito de la movilización social) que van más allá de la coalición de partidos al uso, las llamadas sopas de letras, y que están integrando programas de mínimos para ganar las alcaldías: defensa de los servicios públicos, ecologismo, regeneración democrática… Los principales líderes de IU, Podemos y Equo están espoleando estas iniciativas, al menos que se lleven a cabo estos primeros contactos (hay voluntad, insisten), y Madrid y Barcelona han fundado ya sus propios laboratorios locales en Municipalia y Guanyem Barcelona, que lidera Ada Colau. Así que no se sorprendan si en las elecciones de mayo en los colegios alcarreños también tenemos papeletas de ‘Ganemos Guadalajara’.

La elaboración de estas candidaturas aprovechan el impulso de Podemos con las Europeas, que ha hecho pensar que por fin el clamor social del 15-M puede cuajar en las urnas, y se reivindican como más necesarias todavía conforme se producen los anuncios de pucherazo de Cospedal para Castilla-La Mancha o del propio Rajoy para los ayuntamientos del país, que pretende imponer que gobierne la lista más votada.

Una primera asamblea. El miércoles 9 de julio, IU convocó una asamblea ciudadana abierta en la plaza del Concejo. El orden del día pasaba por debatir con otras formaciones, con asociaciones y con ciudadanos de a pie la opción de configurar una candidatura común. Confluir o converger, decíamos. A su término hacía lo propio otra formación, Más de un ciudadano, que en su propia asamblea, también en la calle (en la Plaza del Carmen) llevaba el mismo punto en su orden del día.

Reuniones en grupo durante la asamblea convocada por IU en la plaza del Concejo. // Foto: Podemos Guadalajara.

Reuniones durante la asamblea convocada por IU a principios de julio. // Foto: Podemos Guadalajara.

La reunión en la plaza del Concejo fue trabada, como suele ocurrir en estas asambleas ciudadanas que tienen en su perezosa mecánica su principal punto en contra, pero las conclusiones acabaron por resultar bastante interesantes, a pesar de que sólo una periodista (una redactora de Nueva Alcarria) acudió a la cita. También Podemos elaboró un informe en su blog. El peso informativo de lo ocurrido puede resumirse en los siguientes puntos fundamentales:

  1. Hay voluntad de que exista una candidatura única en Guadalajara, una iniciativa con carácter propio a la que se sumarán los partidos que la impulsan, pero que no se cierra a la participación ciudadana individual o en colectivos sindicales o sociales de la ciudad… No tiene todavía nombre, pero no hay duda de su inspiración en los modelos de Barcelona y Madrid.
  2. Una comisión integrada por una decena de ciudadanos (entre ellos dirigentes locales de partidos de izquierdas) ya está trabajando este mismo verano en la fórmula que articule este movimiento político de confluencia. De hecho se reunió en la misma plaza la semana pasada.
  3. Se impone la forma de hacer política reclamada en las plazas por Democracia Real Ya, los indignados, el 15-M y Podemos: listas abiertas, elaboración horizontal del programa, impulso de un proceso político paralelo al movimiento social y cerrojazo a las puertas giratorias: los candidatos mantendrán el compromiso que que el cargo público que pudiesen ocupar no entrará en conflicto con intereses privados.
  4. Se ha establecido una hoja de ruta o calendario. De momento, hay asamblea ciudadana prevista para finales de septiembre, donde todos los asistentes estudiarán la fórmula de articulación que está artículando la comisión de trabajo. De salir adelante la iniciativa, se trabajará de forma constante cara a las elecciones municipales, pero también con la vista puesta en que puede haber un adelanto de las legislativas.

¿Cuáles son los principales puntos de debate? En primer lugar, si existe la opción de configurar un programa común. Y aquí, aunque muchas voces alertan de que debería ser la primera preocupación, parece obvio que hay suficientes mínimos comunes denominadores a tenor de cuanto se ha confluido ya en la movilización social, al repasar las preocupaciones principales contra la ofensiva privatizadora y neoliberal y en un primer barrido de las medidas que proponen estas formaciones en sus programas políticos, los manifiestos a los que se adhieren, los discursos e intervenciones públicas y el conjunto de la literatura política que han generado quienes ahora pretenden confluir en esta aventura. Coinciden en lo básico y en algo más.

Hay evidentemente electores de IU o Podemos que seguramente censurarán que confluyan los unos con los otros, pero queda la impresión de que seguramente son los menos. Existe un clamor todavía mayor de que hay que poner fin a la fragmentación del voto en la izquierda alternativa al socialismo: hay quien lo ha ilustrado con las famosas disputas en la película ‘La vida de Bryan’ entre el Frente Popular de Judea y el Frente Judaico Popular.

El debate interno en IU. Hay un segundo tema clave: hasta qué punto Izquierda Unida, que ha sido el principal referente hasta ahora a la izquierda del PSOE, cederá protagonismo e incluso identidad en un proyecto que la rebasa. Lo hizo en su día el PCE para conformar IU, con un resultado desigual a lo largo de todo este tiempo que no ha evitado tensiones, pero que también ha garantizado hasta ayer mismo la hegemonía de la coalición en su espectro político. Dirigentes históricos de la coalición como Julio Anguita, que ahora lidera el Foro Cívico, siguen llamando al intento de formación de frentes en los municipios para las próximas elecciones.

IU se quejó hace cuatro años, seguramente con razón, de que el estallido del 15-M en vísperas de las municipales le perjudicó con una ola de indignación que cargó casi por igual contra todos los partidos. Muchos en la formación pensaron que eran los suyos quienes les estaban disparando desde las acampadas. Pero había, también es cierto, no poco reproche de los indignados a IU por la rigidez de su estructura y por lo gastado de tantos mensajes y procedimientos. Eran vieja política; de izquierdas, pero vieja.

¿Estará dispuesta la IU de José Luis Maximiliano a diluirse como candidatura electoral en un ‘Ganemos Guadalajara’? ¿Aceptaría incluso un cabeza de cartel de Podemos o un independiente que no milite en sus filas? ¿Cuanto pesan las siglas? ¿Se impondrá de verdad el «programa-programa» elaborado en la calle y votado en asamblea abierta a cualquiera que quiera parar por allí para practicar democracia directa?

Parece, de momento, que la respuesta es afirmativa. Y creo, pero aquí hay muchas voces que opinan lo contrario, que esta estrategia beneficiará incluso a la supervivencia de IU, que quedaría comprometida si se cerrase en banda frente a un proyecto de vocación tan abierta como Podemos y que además ha arrancado con un ímpetu tan arrollador que amenaza incluso con llevarse por delante buena parte del PSOE.

Por cierto, ¿y el PSOE, qué? Hay un clamor fundamental entre las voces que se dejaron escuchar en esta asamblea por la convergencia: desbancar al PP de la Alcaldía. Parece obvio que, a la hora de la verdad, la derrota del Partido Popular de Guadalajara sólo será posible si en el Pleno no suman la mitad más uno de los concejales, bien por sí mismos, bien con el apoyo que les pudieran brindar también otras formaciones como UPyD. Incluso si Rajoy sigue adelante con su intención de decretar que el más votado ostente el bastón de mando, que Román (o quien sea finalmente) tuviese una mayoría de izquierdas en contra haría ingobernable el Ayuntamiento.

Es demasiado pronto, pero tampoco resulta difícil imaginar fórmulas con las que la izquierda le pudiera arrebatar la Alcaldía a un PP en minoría, que pueden pasan por permitir un gobierno en solitario del PSOE con el que buscar impulsos a políticas de izquierdas, y no sólo por pactar con los socialistas. Seguramente la formación que surja a su izquierda (ese Partido G, Ganemos Guadalajara o como al final se llame) no está ahora mismo preocupada por debatir si pactaría con el PSOE en algún caso, pero también es cierto que si no se hace la pregunta, se la harán sin duda los periodistas en campaña.

Ahora bien, la pregunta también puede plantearse en términos opuestos. ¿Y si esta candidatura fuese la segunda más votada? ¿Estaría el PSOE dispuesto a pactar con esta formación?

En este punto hay algo que, además, escapará a los impulsores de este ‘Ganemos Guadalajara’. Y es la imprevisibilidad congénita del PSOE. ¿Qué grupo socialista habrá en Guadalajara de aquí a unos meses? El discurso socialista resulta siempre una incógnita, cuando no contradictorio, y es aún más difícil de predecir cuando está pendiente de ver el camino que emprende la renovación recién iniciada desde Ferraz con Pedro Sánchez, pero también aspectos puramente locales como quién será el director de orquesta del socialismo arriacense ahora que Valerio ha anunciado su abandono o el modo en que afecte o se pase página en Guadalajara la apuesta a caballo perdedor (Madina) de la mayoría de los militantes y, en particular, de los líderes más jóvenes del partido en la provincia…

El punto de partida para los socialistas no es ahora mismo excesivamente alentador: se puede plantear como un reto ilusionante, pero en la práctica se trata de una pelea no por ser la primera sino la segunda fuerza en número de votos. Es obvio en Guadalajara, donde el batacazo de 2011 les sitúa bajo mínimos en el punto de salida, pero lo es también en el conjunto del país, si nos atenemos a la práctica totalidad de las encuestas de intención de voto.

El factor Podemos. La primera reunión para orquestar el nuevo proyecto político fue una fiesta: voluntad de cooperación e incluso cierto entusiasmo contenido en las caras. Nada une tanto como tener un enemigo común, pero la izquierda es especialista en enfangarse en luchas cainitas y en apartar lo mucho que la une para concentrarse en lo poco que separa. La nueva candidatura tendrá que elevar una propuesta que no suene gastada ni oportunista. Podemos aporta aquí la frescura de sus genes y un discurso ganador. La formación de los círculos obró el milagro de las Europeas en cuatro meses y ahora sigue sumando respaldos. Casi todas las encuestas la sitúan como tercera formación en el país en intención de voto. La suma con IU la coloca en casi todas las proyecciones en empate técnico con el PSOE. La incógnita es si este ímpetu se mantendrá, decaerá o irá a más? Y si Podemos podrá todavía más al fundirse en candidaturas ciudadanas como las que aquí se preparan.

La demonización de Pablo Iglesias seguramente desespera a su madre pero alienta a sus votantes. Su descaro en la denuncia de las oligarquías y el orden establecido y su recuperación de la función política al servicio de la ciudadanía actúa como una coraza que apenas sufre rasguños con los rudimentarios métodos de asedio de una vieja política que intenta acusar de inmoral al recién llegado mientras arrastra tantos despropósitos contrastados en su propio ejercicio de las responsabilidades. Podemos escenifica con exceso de teatralización, incluso, la confrontación entre un bipartidismo incompetente, incapaz e insensible con los problemas de la gente y la reivindicación de la política como herramienta ciudadana para aportar soluciones colectivas y no atajos individuales. No se contenta con una estrategia defensiva del Estado del Bienestar, como el PSOE. No apela a los sagrados símbolos de la II República, como IU. Ha convertido los eslóganes y los quejidos de las acampadas en las plazas en un programa político después de consultar a profesores y expertos. Y plantean objetivos pragmáticos sin olvidar el ideal romántico de democracia que todos estudiamos en el colegio junto a las esculturas de Pericles.

Su reto es combatir su condición de moda, tan ligada a una sociedad consumista, o su cartel de fenómeno mediático, tan unida a la sociedad del espectáculo. Uno, que se dedica a observar, quisiera pensar que Podemos no está sostenido, en cambio, por un electorado consumista y fácilmente impresionable por la sociedad del espectáculo, que es el escaparate de esta globalización que ya planteó a nivel global los dramas que, con la crisis, hemos empezado a padecer a niveles locales.

No es de extrañar que ‘puedan’ de nuevo, que la ciudadanía dé una oportunidad a un soplo de aire fresco harta del callejón sin salida de quienes proponen más de lo mismo, un bipartidismo que sigue la lógica turnista que reparte las oportunidades a golpe de fracaso mutuo. Por eso si yo fuese asesor de nuestra derecha más rancia, estaría pendiente no sólo de los preparativos de la jura de bandera de octubre, sino de buscarle a esta candidatura bolivariana en la Alcarria los ocho apellidos vascos.

Una oportunidad para la regeneración empresarial

El CEEI Guadalajara ya alberga a 43 empresas en su interior.

El CEEI Guadalajara ya alberga a 43 empresas en su interior.

Por Abraham Sanz

Ha transcurrido ya cerca de un lustro y parece que comienza a cobrar sentido ese edificio oxidado y de aspecto poco atrayente que se abrió en busca de todo lo contrario, el de atraer a jóvenes e incipientes empresas recién nacidas dentro del mercado para dotarlas de facilidades para lograr su supervivencia mientras lograban hacerse un hueco en éste. Su paso fue lento, quizá demasiado pero la situación económica no invitaba a muchos a la aventura de lanzar un nuevo proyecto bien por desilusión, falta de dinero o que los costes eran todavía muy elevados. El Centro Europeo de Empresas e Innovación buscaba atajar esta última vía y complementarlo con asesoramiento empresarial para así, conseguir canalizar esas buenas intenciones con las que nace toda empresa, en una idea rentable en el mercado.

La confianza, como en todo en general durante los años de aguda recesión económica, se resentía tanto en el sistema, en el Gobierno y, sobre todo, en el tejido empresarial que había abusado tanto ya de los trabajadores, que pocos resquicios quedaban al margen para seguir confiando en este sector. Quizá uno de los pocos pretendía ser este nuevo centro, ya que entre su objetivo buscaba ser esa plataforma necesaria que toda ‘start up’ que arranca precisa para tratar de ser competitiva. Y este CEEI ha logrado consolidarse, no tanto como trampolín, pero si en un lugar de apoyo que permita dotar de cierta estabilidad a las compañías que nacen.

No es tarea fácil y no todas generan un empleo estable, que a la postre, ha de ser uno de los objetivos de cualquiera de estas empresas que aquí se engendra: generar beneficio y generar empleo. Cerca del 66 % de las empresas ahora instaladas en este vivero de empresas se dedican a servicios a empresas y a comercio. Y no es que podamos pasear por este lugar y contemplar stands con productos que comprar; sino que ahí se aglutinan empresas que reclutan jóvenes comerciales bajo la palabra de que podrán ganar mucho dinero en poco tiempo, eso sí, con un contrato mercantil y encomendando tu destino a tu suerte y fortuna. Loable es sacar pecho al ver unos números fríos, pero al adentrarte en ellos, quizá sea necesario replantearnos como todo este viraje y contraviraje que está sufriendo nuestra economía, no hace más que dar tumbos a los trabajadores en busca de una estabilidad. Lo mismo ocurre con las propias empresas, donde la obsesión radica en abaratar costes, sin apenas esfuerzo en conseguir dotarse de una mano de obra cualificada y bien formada que le permita mejorar.

No obstante, no son todos estos casos y nuevas firmas siguen llegando a este punto. Son ya 43 y cada vez este inmueble, que al principio se hacía grande por todos los lados, ha logrado que poco a poco se vaya generando actividad empresarial. Además, nos ha permitido ir cambiando el concepto que teníamos de una empresa. Antes, a ésta la ubicábamos en un inmueble con un gran letrero y un imponente escaparate o una gran sala de con mesas; ahora sólo con una mesa y un ordenador ya contamos con una nueva compañía. Las oportunidades de internet son otra puerta que busca explotarse desde el CEEI y las posibilidades del co-working -que varias empresas compartan sala y establezcan relaciones que puedan culminar en acuerdos empresariales-. Fórmulas que también se ofrecen en otros lugares cuya visión de la economía difiere, pero cuyo objetivo es el mismo, apoyar al que comienza tratar de abaratar los costes con herramientas que permitan compartir estos entre varios.

Estos pequeños datos son los que deben alimentar nuestro ánimo de que, con mucho esfuerzo, la calamitosa situación económica puede comenzar a revertirse, pero a un ritmo tan lento… Sin embargo, si se consigue que el modelo de empresa asesorada, bien diseñada y con unos objetivos claros desde el principio que se persigue desde el CEEI, combinándola con un buen trato hacia la mejor materia prima de cualquier mercantil que es su mano de obra, podremos regenerar el tejido productivo de una provincia cuya herida del paro sigue siendo todavía demasiado honda. Pero si se consigue que los pilares de su reconstrucción se afiancen en el trabajo, el esfuerzo y no en la economía del ‘pelotazo’, la labor de estos viveros de empresas que existen tanto en Guadalajara como en otras ciudades de la provincia, habrá merecido la pena.

Primer contacto

Primer once titular de la pretemporada. Foto: Deportivo Guadalajara.

Primer once titular de la pretemporada. Foto: Deportivo Guadalajara.

Por Ana G. Hernández

A falta de tres o cuatro incorporaciones más para reforzar la defensa, el Deportivo Guadalajara tiene confeccionada la plantilla para la temporada 2014/15. Esa temporada en la que el club alcarreño pretende regresar por la puerta grande al play-off que da acceso a la Liga Adelante. Una plantilla en la que, otro verano más, el baile de jugadores provoca que el aficionado morado tenga que volver a aprenderse las caras y los nombres de los nuevos y a determinar qué jugador gana su pleitesía y apoyo de por vida, porque no olvidemos que el hincha deportivista siempre guarda en su memoria, con cariño, los nombres de aquellos jugadores que vistieron con orgullo la zamarra morada y que dieron todo su esfuerzo por ella.

Pero ese momento aún no ha llegado, porque en el primer amistoso de la pretemporada, con tanto jugador recién llegado, otro tanto jugador del filial o del juvenil, con 33 grados centígrados de temperatura y lejos de Guadalajara, quizá este último sea el factor determinante; el seguidor morado no puede valorar nada. Bueno sí, que el Deportivo Guadalajara el primer rival como entrenador de Zinedine Zidane. Un dato que puede ocupar un lugar privilegiado en la memoria de todos los aficionados alcarreños si, finalmente y como presupone todo el mundo, Zizou se convierte en uno de los grandes entrenadores de la historia del deporte rey, ardua tarea la del francés. Qué diablos, aunque no marque una época como técnico, el hecho de que su debut como director de orquesta haya sido contra el Depor guardará un espacio privilegiado en cualquier caso, Zidane es Zidane y fue, es y será uno de los grandes.

Y es que, que Zizou sea el entrenador del Castilla fue el gran titular del primer partido de la pretemporada morada, como bien lo saben los grandes diarios deportivos nacionales que, por primera vez desde que descendieron al Depor de Segunda División y sin que la información tenga que ver con los tribunales, han dado espacio en sus webs al Deportivo Guadalajara. Razón tenían los digitales, lo noticiable fue el francés puesto que el choque fue el típico partido de pretemporada, carente de ritmo en algunas fases del encuentro y con el típico carrusel de cambios para la segunda mitad. La buena noticia para el equipo alcarreño y de la que obviamente no se hicieron eco en estas webs, obviamente, es que, esta vez sí, Pérez Salvachúa va a poder disfrutar junto a su equipo de una pretemporada como dios manda.

A División de Honor

No quiero dejar pasar este domingo sin reseñar que el equipo juvenil del Deportivo Guadalajara estará en la máxima categoría del fútbol nacional. Un premio, absolutamente merecido por el cuadro de Abraham Hurtado, pero que llega después de que el Toledo no pudiera o no deseara acometer el ascenso a División de Honor. Durante la campaña pasada, el equipo toledano finalizó la temporada en primera posición por delante de los morados, después de una temporada excelsa por parte de estos últimos en la que desarrollaron un juego vistoso y preciosista. Sin embargo, los de la capital de la autonomía adelantaron por el carril de la izquierda a los morados y se llevaron el campeonato y el ascenso, de forma justa y merecida.

Lo que no es justo ni merecido es que en el Grupo XV de Primera Nacional solo haya cabida para un ascenso y que en el Grupo XII para tres. El Grupo XV es el castellano-manchego y el Grupo XII es el madrileño, por especificar. Como es lógico, el nivel del fútbol de la comunidad vecina es superior y, por lo tanto, también es lógico que el Grupo Madrileño cuente con más plazas de ascenso a División de Honor que el castellano-manchego, puesto que sus equipos serán mejores. Sin embargo, cuando la opción de ascenso en ese Grupo XII la terminan asumiendo el quinto y sexto clasificados, Alcalá y Alcobendas, respectivamente, porque tres equipos que han sido mejores que ellos durante la temporada no pueden ascender, véase los casos del Atlético de Madrid B, Getafe B y Rayo Vallecano B, la competición se desvirtúa. Obviamente no voy a solicitar un trato de favor para el Grupo XV, ni para otros grupos que se encuentran en la misma situación, pero sí que, por lo menos, la Federación dé un aliciente a ese equipo que acaba segundo clasificado después de una temporada excelsa y que, quizá, ese segundo clasificado castellano-manchego, en una eliminatoria a doble partido, pueda eliminar y quedarse con la plaza del Alcalá o el Alcobendas de turno. La posible eliminatoria es una utopía; el aprovechar la renuncia a una plaza en División de Honor es una realidad.

La magia del Tour

Juanjo Ortega, periodista alcarreño y aficionado al ciclismo. Foto: Juanjo Ortega.

Juanjo Ortega, periodista alcarreño y aficionado al ciclismo. Foto: Juanjo Ortega.

Por Juanjo Ortega*

Permítanme serles muy sincero. Me da mucha rabia escribir estas líneas que están leyendo. No, no tengo nada en contra suya (a muchos ni les conoceré siquiera), tampoco es por mis compañeros de El Hexágono. Todo lo contrario, les agradezco mucho que me dejen escribir sobre mi deporte preferido.

La causa de mi rabia es que escribo estas líneas mientras veo la etapa de hoy, jueves (me adelanté, tengo que confesarlo también), en los Pirineos y yo, de no ser por factores externos, podría estar ahí, en alguna cuneta del Tourmalet con mi querido primo ‘Lucho’ viviendo un nuevo Tour de Francia desde dentro.

Porque la ‘Grande Boucle’ es la carrera más importante del mundo y vivirla desde dentro es una experiencia única, algo que se debe hacer al menos una vez en la vida. Y no, no me vale que me digan que no merece la pena esperar a los esforzados de la ruta para verlos apenas un segundo.

Ortega animando en una de las cunetas mencionadas al paso de un ciclista. Foto: Juanjo Ortega.

Ortega animando en una de las cunetas mencionadas al paso de un ciclista. Foto: Luis Ortega.

A quién diga eso, le reto a que viva una ascensión al Alpe d’Huez como tuve el honor de experimentar el año pasado. Pero vayan el día de antes. Primero, porque será la única forma de encontrar sitio (y aun así puede que no lo logren), y sobre todo, por vivir el ambiente que se genera en los márgenes de la carretera. Cientos de miles de personas (el año pasado las autoridades hablaron de un millón) de todas las nacionalidades esperando la llegada de los corredores.

Bueno, de los corredores y para qué mentir, de la caravana publicitaria que precede a la carrera. Y es que unas dos horas antes de que el pelotón aparezca en el horizonte, más de 150 vehículos representando a unas 35 marcas patrocinadoras lanzan regalos de todo tipo, desde periódicos, a muestras de detergentes, pasando por galletas, botellas de agua y un largo etcétera.

Y todo eso como aperitivo del paso de los corredores, los verdaderos protagonistas de una carrera en la que, en este 2014, se habrán recorrido 3.664 kilómetros durante 21 días. Una edición que, salvo hecatombe se apuntará Vicenzo Nibali, el ‘Squalo dello Stretto’ (el Tiburón del Estrecho). Un tiburón que con 29 años ya habrá ganado una Vuelta, un Giro y un Tour de Francia.

Un palmarés de altura que sin embargo, no es suficiente para que muchos apunten a que habrá ganado la prueba francesa gracias a los abandonos por caída de Chris Froome y Alberto Contador, los dos cocos del ciclismo actual en las rondas de tres semanas.

Impulsado por esas voces, voces que obvian que el italiano ya había ganado una etapa y había dado una exhibición en la temida etapa del pavé; Nibali no se ha limitado a contemporizar con su ventaja, sino que ha querido subrayar su superioridad con ataques y victorias de etapa (tres sumaba mientras escribo estas líneas).

Todo con tal de evitar la leyenda de Roger Walkowiak, el hombre que se impuso en la edición de 1956. Un corredor sin el pedrigrí de los grandes de la época que sacó tajada de una larga escapada en la que cosechó 30 minutos de renta sobre los favoritos. A pesar de la dureza del Tour, nadie logró desbancarle ni siquiera Federico Martín Bahamontes que finalizó cuarto en la general.

Froom, ganador del Tour de 2013. Foto: Luis Ortega.

Froom, ganador del Tour de 2013. Foto: Luis Ortega.

El caso es que, a partir de su triunfo, la afición, la prensa y hasta los organizadores le acusaron de haber desprestigiado el palmarés de la prueba. Jacques Goddet, director de la prueba, llegó a decir que la ovación final del público “más pareció una lamentación”.

Walkowiak acabó sumido en una depresión y, muchos años después, a finales de los 90 concedió una entrevista en la que llegó a decir: “Nunca hablo de aquel Tour, ni siquiera con mi mujer. Ojalá nunca hubiera ganado el Tour. Nadie sabe cuánto sufrí”.

Y ésta es sólo una de las múltiples historias que ha generado la Grande Boucle. Leyendas como la de Vicente Blanco, conocido como ‘El Cojo’. Este ciclista vizcaíno fue el primer español en participar en el Tour. La fecha para la historia fue un 3 de julio de 1910. El lugar, las afueras de París.

El Cojo, que no sabía francés, compartía la salida con otro centenar de corredores. Por delante, 272 kilómetros hasta Roubaix (por algunos tramos que vieron en el vídeo resumen de la quinta etapa de este año). Y eso es sólo el principio ya que después vendrían otras 14 etapas, los Pirineos incluidos por primera vez en su historia, para un total de casi 5.000 kilómetros (les recuerdo, éste año 3.664 kilómetros).

Vicente, campeón de España en ruta en 1908 y 1909 no completó siquiera esa primera etapa. Lo que mucha gente no sabe es que el vizcaíno viajó desde su casa hasta París pedaleando en su bicicleta. Y cuando llegó a la capital francesa sólo tuvo tiempo para visitar el taller de un mecánico español e ir a la redacción del diario L’Auto a recoger su dorsal.

Varios años antes, un trabajador de este periódico, Henri Lefevre le propuso a su director crear una carrera por etapas que cubriera toda Francia. El objetivo no era otro que aumentar las ventas. Y a fe que lo lograron ya que, según diversas fuentes, aquel mes de julio de 1903, fecha en la que se disputó la primera edición, L’Auto incrementó sus ventas en 40.000 ejemplares. Cifras que ya quisieran para sí actualmente muchísimos medios de comunicación.

Desde entonces hasta hoy, se han completado 100 ediciones (la de 2014 es la 101). Un centenario en el que brillan con luz propia nombres como los de Indurain, Merckx, Hinault, Anquetil o Armstrong, aunque éste por motivos diferentes.

Pero lo cierto es que la historia de esta prueba es tan grande que sería imposible enumerar los nombres de todos los mitos y leyendas de la prueba.

Bueno, ya que empecé este artículo siendo sincero, lo terminaré de igual forma. No me enrollo más porque acaban de coronar el Tourmalet y Valverde busca la campanada en el largo descenso. Ya les contaré qué pasó.

*Juanjo Ortega es periodista con amplia experiencia en los medios de comunicación de la provincia, casi siempre, en las secciones deportivas de los mismos. Una de sus grandes pasiones es el mundo de la bicicleta desde que allá por su infancia Perico Delgado empezará a hacer de las suyas por las montañas francesas y españolas. Desde entonces y a pesar de los diferentes seísmos por el dopaje, el plumilla se ha mantenido más o menos fiel a un deporte lleno de épica.

De «poner en valor» a «malvender»

Antigua casa cuartel de Sigüenza, que el Estado va a vender en subasta. // Foto: addmeet.com

Antigua casa cuartel de Sigüenza, que el Estado va a vender en subasta. // Foto: addmeet.com

Por Concha Balenzategui

Que el Estado quiere deshacerse de un montón de propiedades inmobiliarias no es ningún secreto. Es, concretamente, una de las medidas previstas en la Comisión de Reforma de las Administraciones Públicas desde el año pasado, y afecta a más de 15.000 inmuebles públicos. Hay un extenso listado de bienes incluidos en lo que se llama “Programa para la puesta en valor de los activos inmobiliarios del Estado”, y que persigue su venta a lo largo de tres años, de los cuales ya ha transcurrido uno y medio, pues termina en 2015.

Ha llamado mucho la atención, a nivel nacional, la anunciada subasta del Castillo de Maqueda, en la provincia de Toledo. Y en lo tocante a Guadalajara, se ha hablado sobre todo de la Prisión Provincial y de las instalaciones de «las Cristinas». Más desapercibido ha pasado -al menos yo apenas he visto noticias- la venta de la antigua casa cuartel de la Guardia Civil de Sigüenza. Se trata, para quienes no conozcan este último caso, de un edificio situado a las afueras de la ciudad del Doncel, en la carretera de Soria, justamente detrás de la Estación de ferrocarril, en una finca de 2.000 metros cuadrados. Es un inmueble edificado a mediados del siglo pasado, de planta cuadrada y dos alturas. En total, son casi 5.000 metros edificados, que se pueden emplear para convertirlos en viviendas, o para cualquier uso lucrativo, terciario o de equipamiento.

Así que si tienen ustedes ganas y posibilidades de invertir en esta bella ciudad, estén atentos, que la venta viene siendo anunciada desde hace tiempo por el organismo encargado en el Ministerio, la Gerencia de Infraestructuras y Equipamiento de la Seguridad del Estado (Giese), y solo está pendiente de que se fije fecha de subasta. De hecho, el antiguo acuartelamiento seguntino figura entre los 25 inmuebles seleccionados desde la óptica de los posibles promotores, por su interés y buena situación, anunciados en la web admeet.com.

Hasta aquí los datos. Y ahora las percepciones, con tiento, porque el tema se presta a la demagogia y ya ha sido presa de ella en las últimas semanas. Es fácil que uno caiga en la tentación rápida de lamentarse por la pérdida de estas propiedades, que ahora son de todos, y pueden pasar a manos de un promotor privado. Si a eso le unimos la subasta del edificio de la Cámara de Comercio, por razones distintas y con otro propietario, el próximo mes de septiembre, es fácil dejarse llevar por la sensación de que Guadalajara se está convirtiendo a algo parecido a la casa de subastas Moody.

Portada del recinto del colegio Las Cristinas, en la capital. Foto: lacronica.net

Portada del recinto del colegio Las Cristinas, en la capital. Foto: lacronica.net

Para empezar, lo de “Programa para la puesta en valor de los activos inmobiliarios del Estado” es sin duda un nombre poco afortunado. Ciertamente, convertir en apartamentos o en hotel un inmueble que está en desuso es darle un valor. Pero para el Ministerio de Hacienda es un valor monetario, pasajero, que se va como ha venido. Algo así como vender las joyas de la abuela para pagar los gastos ordinarios.

Por otro lado está el hecho de que otras administraciones públicas tienen prioridad para una venta directa, que está prevista en el caso del antiguo colegio de Las Cristinas, como bien se deduce de la última respuesta del Gobierno a las preguntas de la diputada socialista Magdalena Valerio, y que se especifica como cláusula en el caso del cuartel de Sigüenza. En la venta de la cárcel y en la del colegio de los militares, es conocida la voluntad de negociación por parte de la Diputación, y del Ayuntamiento y la Junta de Comunidades, respectivamente. Y es lógico que algo que es público y ha dejado de tener interés para una administración, pase a manos de otra que demuestra el deseo de quedárselo. Hablamos de bienes, sobre todo los de la capital, muy bien situados y para los que habría un destino útil, puesto que las Cristinas podría ser la pieza clave en la ampliación urbana del Campus de la Universidad de Alcalá.

Pero claro, este último aspecto también tiene su reverso oscuro. Porque a fin de cuentas, son instalaciones pagadas por los ciudadanos. Qué más nos da, a ustedes y a mí, si era un Ministerio o una administración local la propietaria. Y ahora la Diputación o el Ayuntamiento tendrían que pagar de nuevo, porque el Gobierno central ha dejado sentado que no las cede gratis et amore. Y todo queda en manos de la capacidad negociadora por ambas partes o de su interés en llegar a un acuerdo. Si uno se muestra interesado, el edificio se revaloriza, y esto deja al Estado en una posición de fuerza para reclamar más, cuando debería perseguir únicamente el desprenderse de un bien que no usa, evitar su deterioro, ahorrarse los gastos de mantenimiento, y procurar que su uso siga siendo público y de utilidad. ¿Están de acuerdo? Eso sí que sería de verdad “poner en valor”.

Pero pongamos por caso que no hay acuerdo ni con la Cárcel, ni con las Cristinas, ni con el Cuartel de Sigüenza, sobre el que desconozco siquiera si existe una negociación. Entonces el inmueble sería vendido en subasta, al mejor postor. Y eso sí que es triste. Porque las opciones de uso están muy abiertas para el comprador, y da lo mismo si sus planes son convertirlo en algo realmente útil y que revierta en la localidad, o simple y llanamente lucrativo. No es lo mismo levantar un centro sanitario, o un hotel, que supondría puestos de trabajo y atracción de más visitantes que dejen dinero en la hostelería o el comercio, que una lujosa mansión particular, pongamos por caso.

Cuadro que recoge una vista del antiguo cuartel de Sigüenza, y que la web  vendedora usa como ilustración. // Foto: addmeet.com

Cuadro que recoge una vista del antiguo cuartel de Sigüenza, y que la web vendedora usa como ilustración. // Foto: addmeet.com

Pero lo que está claro es que en la venta en subasta hay una “pérdida de valor”. Por ejemplo, la antigua casa cuartel de Sigüenza sale con un precio de 582.000 euros, cuando hay una tasación del año 2006 que lo valoraba en 1.164.000. Exactamente la mitad. ¿Y qué ocurre si no hay postores en la primera subasta? Pues que el precio de la siguiente lógicamente bajaría.

Teniendo una imposición de vender en este año y el próximo, el riesgo se multiplica. Y como el mercado inmobiliario sigue bastante parado -algo de movimiento hay, según las estadísticas- estaremos de acuerdo en considerar que este no es un buen momento para la venta. ¿O no? Quien tenga ahora un propiedad seguro que, si no es por necesidad imperiosa, prefiere aguantar hasta que los precios suban un poco o el mercado recupere brío.

Todo lo demás se llama «malvender», no «poner en valor». Hay demasiados riesgos de que ocurra.

Imaginación en el ruedo

Frascuelo

Imagen de Carlos Escolar «Frascuelo» // Foto: Paloma Aguilar (http://palomaaguilar.com)

Por Óscar Cuevas

Que la Feria Taurina de Guadalajara viene atravesando complejas dificultades desde hace más de una década es cosa sabida por los aficionados, que en esta provincia -al menos, eso se dice- son bastantes. Cuando el ganado tenía «presencia», se bajaban del carro las figuras. Cuando se pretendía dar empaque a los encierros matinales, costaba Dios y ayuda confeccionar carteles para las tardes. Si los carteles se presentaban rematados, los toros dejaban mucho -o todo- que desear y, por supuesto, los encierros eran siempre una suelta de utreros sosa y aburrida. Incluso un año apareció por aquí un empresario de ínfima reputación que dejó sin pagar al personal. Y así, una feria tras otra, agravándose la cosa en los últimos tiempos, por la crisis.

Pero algo ha pasado este año, y para bien.

Feria Taurina de Guadalajara

Cartel de la próxima Feria Taurina de Guadalajara // Foto: Guadaltauro

Es evidente que la Feria Taurina 2014, que esta semana se ha presentado en su integridad, adolece de la falta de algunas de las principales figuras del escalafón. No vienen los más venerados hombres de luces, ni siquiera alguna de las figuras pujantes de estas dos últimas temporadas. Pero, a pesar de ello, los carteles que se han presentado tienen un atractivo que, a mi juicio, supera lo conocido en los últimos años. Porque a falta de dinero, la empresa gestora del Coso de las Cruces (que se llama Guadaltauro, es su segundo año al frente de la plaza, y es de Guadalajara) ha utilizado la mejor opción para sortear las dificultades: la imaginación.

Y así, a pesar de que no hay tomases, morantes, ponces, julis, talavantes o manzanares, cada tarde taurina programada para las próximas Fiestas de Guadalajara puede sorprender a un aficionado que, al menos sobre el papel, encontrará alicientes en los cuatro festejos programados.

Rueda de prensa

Rueda de prensa de presentación de la Feria Taurina, con el empresario, el alcalde, y los concejales de Toros y Festejos // Foto: Ayto.Guadalajara

Y es que las novedades empiezan por ahí. Por la recuperación de una cuarta tarde de toros; necesaria después de que en los últimos años la Feria (tradicionalmente compuesta de 5 festejos) quedara capitidisminuida a sólo las tres tardes. Esta vez serán cuatro corridas, y comenzarán el jueves 11 de septiembre con un cartel trufado de romanticismo: Un mano a mano entre dos casi-ancianos (o sin casi) que se resisten a la retirada, que tienen vidas llenas de heridas, olvidos y dolores en el alma, pero que destilan pellizco y amor por la fiesta: Torean en Guadalajara dos amigos, el madrileño Carlos Escolar «Frascuelo» y el mexicano Rodolfo Rodríguez «El Pana», en su enésima reencarnación torera.

La expectación entre los buenos aficionados debe ser máxima. Porque quien siente algo de pasión por esta fiesta ancestral sabe que, a lo peor, es probable, se nos escapan 6 toros y no vemos un muletazo. Pero a lo mejor, es posible, estos dos viejos guerreros destapan -permítanme el tópico- el tarro de las esencias, y nos retrotraen a tiempos belmontinos, decimonónicos, frascuelianos en el amplio sentido de la palabra.

Pana y Frascuelo

El Pana y Frascuelo, en un tentadero celebrado en Valladolid el pasado verano // Foto: R.Redondo

Yo no sé muy bien qué -o sí lo sé, qué demonios- se le ha pasado por la cabeza al empresario de la plaza arriacense para programar este cartel, la verdad. Hay que ser muy valiente, y querer mucho a la esencia de la tauromaquia, para meter este mano a mano en una plaza de Segunda en plena semana de Ferias. Y ojalá le salga bien la apuesta a Guadaltauro; cuadren los números, y Frascuelo y El Pana desorejen a los morlacos de Los Bayones. Y que veamos a Frascuelo danzando con la muleta cadenciosa en su izquierda, con la montera en la derecha, para citar de frente como hacían los clásicos. O a El Pana, con su puro en el burladero y su toreo de mil batallas, porfiando por bajo ante buenas bestidas. ¿Estará aún para banderillear?

Rodolfo Rodríguez "El Pana" se ha retirado y reaparecido del toreo en múltiples ocasiones

Rodolfo Rodríguez «El Pana» se ha retirado y reaparecido del toreo en múltiples ocasiones

Fandiño

Cartel de la corrida goyesca de Iván Fandiño // Foto: Guadaltauro

También va a ser todo un acontecimiento la corrida del viernes de Ferias. Una encerrona de «nuestro» Fandiño. El «torero vasco», le llaman los cronistas de Madrid, pero aquí en Guadalajara sabemos que es, por derecho, un alcarreño más. Fandiño, tortoleño, lleva tres o cuatro años toreando cumbre, deslumbrando en las mejores plazas, triunfando en Madrid y donde se tercia, y ha decidido ofrecer uno de esos gestos que se realizan algunas veces aquí, en su plaza, lidiando seis Jandillas. Por si fuera poco aliciente, será la primera vez que una corrida en Guadalajara se celebrará al estilo goyesco, lo cual es siempre de gran belleza y plasticidad. Tanto empaque tiene el cartel, que la televisión nacional más taurina, Canal Plus, retransmitirá en directo este festejo para toda España.

Finalmente, las corridas del sábado y el domingo ya van más por los cauces habituales en cualquier plaza de toros de capital de provincia. Un cartel bien rematado para el día fuerte, el sábado, con Padilla, el ciclón pirata de Jerez; el siempre esperable Cid, y un Abellán que por Guadalajara cuenta con muchos seguidores. Y una corrida de rejones con seis caballistas (demasiados, a mi juicio) para cerrar el domingo. Personalmente no me emocionan los rejones ni lo más mínimo; pero como decía siempre el añorado Salva Toquero, «tienen su público».

Y todo ello, complementado con una última novedad, que es un auténtico logro, que por tanto hay que destacarlo, y que además hay que apuntar en el haber de la empresa y del concejal responsable, Lorenzo Robisco, al que si otras veces critiqué, hoy me toca felicitar: Por primera vez en la historia todos los encierros matinales, del primero al último, se celebrarán como Dios manda, con los toros que habrán de lidiarse por la tarde. Como en Pamplona, como en San Sebastián de los Reyes. Como tiene que ser.

Carnicero y peñistas

Reciente reunión de organización celebrada entre el concejal de Festejos y los representantes de las peñas // Foto: Ayuntamiento de Guadalajara

Ay la virgen con la Virgen… Y alabada como creo que merece la Feria Taurina que nos han diseñado, no quiero pasar por alto un par de aspectos que no me gustan. Porque en los carteles anunciadores se nos dice, y no es la primera vez, que se trata de la «Feria de la Antigua». El soniquete ya empieza a resultarme cansino, personalmente molesto. No es que tenga yo nada contra la patrona de Guadalajara, en absoluto. Pero sí lo tengo contra que me retuerzan la historia de mi ciudad; y las esencias de un pueblo sí que deberían ser sagradas. Me molesta que este Equipo de Gobierno, cada año con más descaro, se empeñe en dotar de carácter religioso a nuestras Ferias. Una Semana Grande, esta nuestra, cuyos orígenes históricos no tienen nada que ver con la imagen que se venera en el Santuario del mismo nombre. Las Ferias de Guadalajara proceden de un privilegio real para la organización de una feria ganadera de tiempos de Alfonso X. Y aunque con el tiempo los ayuntamientos fueron acercando en el calendario una y otra celebración (hasta el solapamiento de este año, cuando las fechas decididas por Román y Carnicero rompen con 30 años de tradición), deberíamos tener claro qué es cada cosa. Me parece bien que se unifiquen en el tiempo por muchos motivos, pero respetando las esencias. Si a los católicos no les gusta que las celebraciones religiosas se paganicen; a muchos nos desagrada también que la historia de mi ciudad se cristianice «a capón» y por decreto. Por cierto, que también he leído en una nota oficial del Ayuntamiento que la subvención que se concede a las peñas obliga a estas a realizar una serie de actividades para la ciudadanía (lógico) y a participar en determinados actos festivos (lógico, también). Lo que ya no es de recibo es que entre esos actos de obligada presencia peñística esté la ofrenda floral a la Virgen de la Antigua. No por nada, sino porque directamente esa imposición va contra la Constitución. Y eso no es un detalle menor, Jaime.

Las secuelas del Plan de Incendios 2014

 

Cospedal, en el puesto avanzado del incendio de Aleas. // Foto: www.castillalamancha.es

Cospedal, en el puesto avanzado del incendio de Aleas. // Foto: http://www.castillalamancha.es

Por Marta Perruca

Viajaba en el coche de una amiga, camino del Geolodía 2014, mientras me relataba esa anécdota sobre aquel julio luctuoso de 2005, cuando se declaró el incendio más monstruoso de cuantos hayan acaecido en nuestra provincia, que se iniciaba en la Riba de Saelices y que se saldó con 11 víctimas mortales y 13.000 hectáreas calcinadas: Una vecina de uno de los pueblos del Señorío de Molina, le advertía de que, teniendo en cuenta la meteorología de esa primavera, se preveía una campaña de incendios estival muy complicada «y esta primavera está siendo muy parecida», continuaba con su relato. Siempre mentamos al diablo cuando de incendios forestales se trata -decía-, pero a veces el olvido es la peor enfermedad que pueden padecer las administraciones.

Esta semana, con los incendios de Aleas y Bustares, volvía recordar ese episodio, que semanas atrás hizo que escribiera un artículo advirtiendo sobre los recortes que se han llevado a cabo tanto en el personal, como en los medios de extinción de incendios forestales en nuestra provincia,  después de que el Gobierno regional presentara un Plan de Incendios Forestales que, a mi entender y a la luz los datos facilitados por el delegado sindical de Geacam en Comisiones Obreras (CC.OO.), poco o nada tiene que ver con la realidad del dispositivo. Lo hacía manifestando a un tiempo las dificultades e inconvenientes con los que tendrían que lidiar los efectivos en el caso de que se declarase un incendio, teniendo en cuenta los medios materiales y personales de los que se dispone. No voy a insistir sobre lo mismo, pues ya lo hice en su día y lo han recogido muy bien mis compañeros, Óscar Cuevas y Rubén Madrid, en sendos artículos sobre lo acaecido.

Aquella mañana de primeros de mayo nos dirigíamos al lugar donde se inició el fuego en 2005, al área recreativa de la Cuevas de Los Casares, donde estaba prevista la celebración del Geolodía 2014, en la misma cueva, en el entorno del Valle de los Milagros y en las Salinas de Saelices de la Sal. Para ello, atravesábamos los montes que en otro tiempo fueron frondosos bosques y sobre los que aún hoy se vislumbran las terribles huellas de las llamas. Quizá esa visión devastadora contribuyó a sembrar cierto poso de inquietud, que se reavivó con más virulencia la semana pasada, cuando de nuevo, algunos amigos que trabajan en Geacam, me manifestaban las proporciones de los incendios y las dificultades que se estaban encontrando, justo cuando se celebraba el noveno aniversario de la tragedia y muy cerca del retén al que pertenecían las once víctimas mortales. Y caprichos del destino, el incendio de Aleas se iniciaba a consecuencia de los trabajos de una cosechadora, cuando la Junta había anunciado como novedad que se iban a intensificar las labores de vigilancia sobre este tipo de trabajados, responsables de buena parte de los incendios forestales, eso sí, sin advertir que aquello se iba a realizar con menos patrullas de vigilancia –de las 19 existentes en 2012, solo quedan activas cinco- .

Hoy solo puedo lamentarme de que el tiempo haya terminado por darme la razón, aunque la verdad es que, visto el panorama, más que un augurio cumplido, fruto de la casualidad, ha sido la crónica de una muerte anunciada.

Me temo que ya hemos insistido suficientemente sobre el tema en este blog y, sin embargo, cuando me he puesto a dar forma a este artículo me he sentido con la responsabilidad de volver a hacerlo, aun a riesgo de repetirme y de resultar pesada. Lo asumo casi como una obligación , aunque solo sea para contribuir con mi granito de arena en la difícil tarea de combatir, desde esta atalaya, esa deuda que tienen las administraciones con la Verdad.

Y la verdad es que, por mucho que se empeñen desde arriba en negarlo, reducir la partida en medios de prevención y extinción de incendios menoscaba la calidad y operatividad del servicio y, casi con toda seguridad, tal y como advertía el delegado sindical de CC.OO. en Geacam, Iñaki Blanco, si no se hubieran practicado los recortes en el dispositivo, probablemente, los incendios no habrían alcanzado tales dimensiones, porque los efectivos habrían llegado antes y convenientemente armados. La verdad es que cuando se mete tijera en los medios de prevención y extinción de incendios, no solo se corre el riesgo de que se queme un mayor número de hectáreas, sino que se pone en peligro la vida de aquellos que trabajan en su extinción.

Titulaba aquel artículo “Las mentiras del Plan de Incendios 2014” y hoy no puedo hacer otra cosa que lamentarme de sus secuelas. Recordaba Óscar Cuevas en Twitter que el artículo apenas tuvo unos cientos de visitas cuando lo escribí hace más de un mes y que a toro pasado, cuando se han constatado las consecuencias de lo que advertía, ha recibido miles.

A mí lo que me pesa no es que nos acordemos de Santa Barbara cuando truena, sino que caiga un chaparrón y haya quien se empeñe en negar que nos ha cogido la tormenta.

Después de que se reavivara un fuego que parecía estar controlado, me encontré con un amigo que regresaba agotado después de pasar toda la noche luchando contra las llamas y que, previsiblemente, tendría que volver al frente por la noche. “Aquello está incontrolado y el viento no ayuda en absoluto”, me transmitió. Horas más tarde me sorprendía ver en la televisión a la presidenta regional, acompañada de otros representantes políticos, en el puesto avanzado del incendio de Aleas, haciendo alarde del dispositivo y afirmando que las condiciones del viento y el descenso en las temperaturas estaban contribuyendo a controlar el fuego.

Ante la imagen de “las cosas se están haciendo bien y aquí no pasa nada” que pretenden transmitir desde la Junta, encontramos la otra cara, la de los trabajadores del dispositivo, que están denunciando a través de los sindicatos y de las redes sociales las carencias que están sufriendo y de las que se hacía eco mi compañero, Rubén Madrid, en su artículo de ayer.

Y es que solo hay que estar un poco atento a las conversaciones que miden la temperatura del malestar de los ciudadanos para darse cuenta de que, más allá de estar cansados de sufrir los continuos recortes que afectan a prácticamente todo, de lo que realmente estamos hartos es de de tener que lidiar, día tras día, con la mentira, y sobre todo, de que una y otra vez nos tomen por estúpidos.

Las secuelas de las mentiras del Plan de Incendios 2014 llegaron en forma de dos poderosos incendios declarados en Aleas y Bustares, que han calcinado más de 3.000 hectáreas y que ha llegado a afectar al Parque Natural de la Sierra Norte, sin perder de vista los 150 vecinos evacuados de Gascueña de Bornova y Prádenas de Atienza.

Y sabemos que los primeros en llegar fueron los tres miembros de un raquítico retén de Cogolludo, que en otro tiempo contó con 11 efectivos y que poco o nada podría a hacer para detener las llamas. De igual manera, no es muy difícil presuponer que otro gallo hubiera cantado si se contara con un dispositivo digno de patrullas de vigilancia, si las torretas estuvieran en las condiciones oportunas para su uso, en lugar de tener que vigilar el terreno a pie de tierra en el interior de un vehículo, y si los retenes contaran con un mínimo de efectivos para garantizar el buen desarrollo de sus actuaciones.

Detrás del fuego

Efectivos de la lucha contra incendios, estos días en Bustares. // Foto: Efe.

Efectivos de la lucha contra incendios, estos días en Bustares. // Foto: Efe.

Por Rubén Madrid

En los últimos días en que el fuego ha devorado más de 3.100 hectáreas de monte en la Sierra Norte de Guadalajara, con dos grandes incendios declarados en Aleas y Bustares que siguen sin darse por extinguidos, ha habido un momento televisivo que entre el público guadalajareño no ha pasado desapercibido: cuando el viernes, en el telediario del mediodía de Castilla-La Mancha Televisión, la presentadora atajó en seco la conexión telefónica con el alcalde de Bustares, Julio Martínez, que reclamaba en directo más efectivos para apagar el incendio. El gesto casi reflejo de cortar el hilo telefónico escondía muchos mensajes y connotaciones que no escaparon a los más avisados. Prohibido hablar de los recortes en la televisión pública de la región, por supuesto. Pero no sólo eso. Prohibido, también, cuestionar el dispositivo de lucha contra el fuego.

La anécdota tiene un trasfondo incluso trágico. Julio Martínez encarna como nadie la conmoción en que ha estado sumida gran parte de la sociedad alcarreña durante los últimos días. El 18 de julio, el mismo día en que se declaraba el fuego a las puertas del pueblo del que es alcalde, se conmemoraban nueve años del más trágico incendio de la provincia, declarado en La Riba de Saelices en 2005 y que calcinó 13.000 hectáreas y se cobró once vidas. Once muchachos del retén de Cogolludo, localidad cuyo monte, qué ironías, estaba también ahora ardiendo. Y once muchachos entre los que se encontraba, precisamente, el hijo del alcalde de Bustares.

La fatalidad del fuego se ha expresado con un capricho impertinente en Guadalajara, donde nada es igual desde aquella terrible jornada de fuego y luto de hace nueve años. Entre las cosas que cambiaron, afortunadamente, se encuentran la profesionalización y la dotación de más medios en la lucha contra los incendios. Fue precisamente el Partido Popular, ahora en el gobierno de Fuensalida, quien con más firmeza criticó la gestión del incendio en el Ducado.

Por eso muchas voces reprochan a la presidenta Cospedal que en los tres años en que lleva en el Gobierno de Castilla-La Mancha la política forestal haya sufrido un importante retroceso que muchos ligan con los incendios de esta semana, pero también con la oleada similar que vivió la provincia de Guadalajara en la segunda semana de agosto del año pasado, con incendios simultáneos en Tortuero y Valdepeñas de la Sierra, Tórtola, Almoguera, Valdeconcha o Yunquera, y, hace dos años, con otro gran fuego en el Alto Tajo, esta vez en Chequilla, que arrasó más de 1.100 hectáreas.

¿Por qué tantos conatos de incendio se convierten en fuego en una provincia que, como pocas, debería de tener aprendida la lección?

Poner todos los medios. “No podemos luchar contra las condiciones, pero sí podemos estar alerta y poner todos los medios para proteger los montes”, prometió la consejera de Medio Ambiente, María Luisa Soriano, cuando en el verano de 2012 se enfrentó a la primera campaña diseñada por el Ejecutivo del PP en Fuensalida. El planteamiento es impecable. Puro sentido común, pero en política no siempre los planteamientos atienden al sentido común. Ni las prácticas.

¿Se han puesto, de hecho, más medios en la lucha contra el fuego? Lo que dicen los sindicatos es que no. Y lo dicen de manera rotunda. La empresa pública encargada de la gestión de los montes, Geacam, ha vivido uno de los conflictos más agrios y prolongados de la era Cospedal en Castilla-La Mancha. Es un conflicto laboral, pero tiene una implicación medioambiental indudable. UGT ha denunciado estos días que el gobierno regional «ha recortado un 66% el presupuesto del programa de extinción de incendios». En un comunicado, FSP UGT Castilla-La Mancha ha expresado su «indignación» con la política forestal de quien, precisamente, aseguró que había que poner «todos los medios».

Incendio en Valdeconcha, el año pasado. // Foto: Efe.

Incendio en Valdeconcha, el año pasado. // Foto: Efe.

Por eso estos días las cuentas de Twitter estaban que echaban humo, como la de los forestales de UGT reclamando «categoría profesional», denunciando su «situación crítica», pidiendo más campañas de sensibilización con escolares y apuntando hacia Toledo en sus exigencias de dimisiones. Por eso sus comparecencias en radio han sido igualmente virulentas contra la política forestal de la Junta, sin ahorrar exigencias de dimisión de la consejera y la presidenta. Por eso, seguramente, no hicieron lo que pareciera más correcto y lo que aconsejaba el impasible delegado José Luis Candado: esperar a que se apagase el fuego para debatir sobre el operativo. Debe de resultar muy difícil reprimir tal cabreo cuando uno lleva meses alertando de lo que finalmente acaba sucediendo.

Porque las denuncias no son nuevas. Los sindicatos las expresaron antes de que saltase el fuego. Dijeron, por ejemplo, que la orden que se publicó en 2013 era «un completo disparate» y han dicho que el plan de este año resulta insuficiente para la que se veía venir. Lo leíamos en un artículo casi premonitorio de Marta Perruca que ha circulado estos días como la pólvora: desde Comisiones Obreras decían hace un mes que los 280 trabajadores de la temporada alta en la campaña contra incendios son cien menos que hace dos años y unos cuarenta menos del mínimo que cabría exigir; criticaban la sustitución de los retenes con nueve trabajadores de Almadrones y de Villanueva de Alcorón por camiones autobomba, con cinco efectivos menos; y añadían que se ha pasado de 19 patrullas de vigilancia operativas hace dos años a sólo cinco, cuando se trata de los primeros equipos en enfrentarse a las llamas, a menudo en el momento clave para abortarlas. Por no hablar de la supresión de 14 torres de vigilancia en toda la provincia, las atalayas desde las que divisar las columnas de humo en pleno monte.

Hay menos ojos, menos manos y más distancias que cubrir para vigilar y también para actuar en caso de emergencia. Dicho en plata: somos menos operativos contra el fuego.

Lo que dicen los números. Se equivocan generalmente quienes en materia de incendios alegan una única explicación para un fenómeno como un gran incendio. Hay siempre un desencadenante, una causa necesaria pero insuficiente para que el incendio se convierta en desproporcionado. Un rayo (rara vez), un pirómano (más veces), una imprudencia (casi siempre) encienden la mecha. Son el primer culpable, que no suele presentarse a las elecciones, así que genera siempre muchos menos comentarios.

Hay, entre medias, factores que suman y restan. La falta de control o vigilancia sobre aquellos primeros factores que pueden originar la chispa, pero también esos otros decisivos en la propagación del fuego, como los factores ambientales, sobre todo el viento y la sequía, pero también, y son básicos, los medios disponibles para abortar un conato y que no pase a mayores, es decir, al incendio: más de una hectárea quemada.

Gráfico elaborado con datos del Ministerio por el periodista alcarreño Juan Murillo, @JMSaa.

Gráfico elaborado con datos del Ministerio por el periodista alcarreño Juan Murillo, publicado en su cuenta de Twitter, @JMSaa.

En 2011 la campaña de incendios se llevó a cabo después de un año completo de trabajo en los montes. Dicen los expertos que el fuego de verano se apaga en invierno, retirando toda esa masa de matojos y cardos, ramas caídas y secas, que dan músculo al fuego en el momento de la verdad. De los doce meses de trabajos que se habían alcanzado, ahora se llevan a cabo nueve y la plantilla se va al paro otros tres.

¿Hay alguna relación directa entre el hecho de que las últimas campañas de la pasada legislatura tuviesen doce meses de labor contra el fuego y el balance arrojase menos superficie forestal quemada? ¿Y entre el retroceso en este punto, del que es responsable el gobierno del PP, con que estos tres años se esté registrando la mayor superficie quemada de los últimos nueve años?

Los datos de balance de campaña indican que la superficie está aumentando: la campaña con más terreno calcinado desde 2005 hasta la llegada de la consejera del PP fue 2009, con 326 hectáreas, según datos del Ministerio de Medio Ambiente. En 2012 la cifra se disparó a 1.792; el año pasado, el fuego de nuevo pasó una alta factura: 1.542 hectáreas. Este año los dos principales siniestros suman ya más de 3.100.

También los cinco grandes incendios (así se cataloga a los de más de 500 hectáreas) registrados desde la tragedia de La Riba se han concentrado en estos tres últimos veranos: Chequilla, Tortuero y Uceda, a los que ahora se suman Aleas y Bustares. ¿Casualidades?

Interrumpida la apuesta por la biomasa. La política forestal ha cambiado en estos últimos tres años, pero también lo ha hecho el modelo de gestión de montes, que en los últimos años de los gobiernos de Barreda volcaron una serie de incentivos a los propietarios para la recogida de maleza y la generación de biomasa. A los socialistas de la región y de Guadalajara se les puede reprochar, y con mucha razón, que no se tomasen en serio la política forestal hasta que ocurrió la tragedia. Incluso después de ella, cabría decir. Pero en el mismo sentido hay que reconocer que a partir de entonces tomaron nota y pusieron en marcha políticas sobre gestión forestal, energías renovables y combate de la despoblación que ahora, con la excusa de la crisis, el Gobierno de Cospedal ha frenado.

Hace año y medio cerraba una planta de tratamiento de biomasa que Iberdrola abrió en Corduente, en el corazón del Alto Tajo, precisamente después del incenio de La Riba. Allí estaba previsto que fuese a parar, con un uso industrial, la madera de la limpieza de gran parte del monte de la provincia. La compañía eléctrica no lo citó directamente en su comunicado por el cierre, pero la alcaldesa de la localidad, Isabel Fernández, apuntó que los responsables de la compañía habían admitido la escasa rentabilidad de las instalaciones a raíz del cese del convenio con Geacam para el desbroce de montes que constituía la principal fuente de alimentación de la planta.

La presidenta y la consejera, en su vista a la zona afectada en el incendio de Cogolludo. // Foto: JCCM.

La presidenta y la consejera, junto a otras autoridades provinciales, en su vista al puesto de mando avanzado del incendio de Cogolludo. // Foto: JCCM.

La previsión anunciada en julio de 2009 durante la inauguración de estas instalaciones pioneras en el Alto Tajo era que, a pesar de sus sólo 2 MW de potencia, se alimentaría con 26.000 toneladas de residuos forestales al año. No era su potencial industrial el que hacía interesante este proyecto. Era su carácter precursor, los poco más de media docena de empleos en una zona muy necesitada de gentes y, sobre todo, su capacidad para devorar un excedente de la limpieza de los montes que no servirían de combustible en caso de un incendio forestal en verano.

“El objetivo es hacer una importante apuesta por el aprovechamiento de la biomasa, tanto de origen forestal como agrícola, y uno de esos grandes aprovechamientos es el térmico”, aseguraba en 2011 el entonces consejero de Medio Ambiente, José Luis Martínez Guijarro, al visitar una empresa de distribución térmica alimentada con biomasa. Y doy fe de que su delegado en Guadalajara, el cifontino Sergio Cabellos, se tomó muy en serio esta apuesta hasta que las elecciones sentaron al PSOE en el banquillo.

Desde la organización ciudadana La Otra Guadalajara vienen exigiendo desde hace años un plan de montes para la comarca de Molina y el Alto Tajo que ahonde en la limpieza de los bosques y genere empleos en una de las áreas más despobladas del país. No supongo ningún capricho que las gentes que viven allí y piden un vuelco en la situación sociodemográfica de la comarca insistan en los montes y no en otro sector, por ejemplo el manido recurso al turismo. Si hablan de limpiar montes es porque hay tarea. También los sindicatos vienen señalando la labor forestal como uno de los nichos de empleo para la provincia en su reconversión tras el batacazo del ladrillo.

La despoblación es uno de los factores que añade más leña al fuego: la ausencia depobladores supone a menudo un descuido mayor de los bosques. Lo decía el alcalde de Tamajón, del PP, hace un año, mientras acogía en su pueblo a los vecinos evacuados de dos pueblos afectados por las llamas: «La Sierra de Ayllón, que tiene una riqueza forestal impresionante, lleva abandonada desde hace muchísimos años y ya es un desierto demográfico, pues en un área de 200.000 hectáreas viven unas mil personas».

La mejor lectura que se puede hacer hoy, con el fuego ya controlado, es que los sucesos de estos días en la Sierra Norte, aun por duros e inadmisibles, no han calcinado una barbaridad de monte como en 2005 y, sobre todo, no han acabado con ninguna vida. Unos y otros sucesos no son, por más que algunos lo pretendan, comparables. Pero, por lo demás, casi una década después de la peor pesadilla de nuestros bosques se siguen dando muchos de los condicionantes para que un fuego en la Sierra Norte pueda tener trágicas consecuencias. Y esto es lo verdaderamente imperdonable aquí y ahora.

¿Nos lleva esto a exigir además la dimisión de la consejera y de la presidenta? Si se han equivocado, es momento de admitirlo, porque urge rectificar sus políticas. Pero si esta es la única manera que tienen de poner «todos los medios contra el fuego», sin ninguna duda deben abandonar el cargo. Nuestros montes y la seguridad de nuestros pueblos no están en buenas manos.

¡Vaya ruina!

En la imagen, el edificio donde se situaba la discoteca 'Pi', que se quiere derribar. // Foto: Rubén Madrid (www.culturaenguada.es)

En la imagen, el edificio donde se situaba la discoteca ‘Pi’, que se quiere derribar. // Foto: R.M. (www.culturaenguada.es)

Por Abraham Sanz

Que Guadalajara está en ruinas, es un hecho. Que pasear por el centro de la ciudad es ir caminando por calles salpicadas de grandes huecos donde, tiempo atrás se levantaban edificios que representaban la arquitectura alcarreña, y hoy no son más que objeto de recuerdo de aquellas fotos que tan a bien tienen de colgarnos en las redes sociales algunos de nuestros paisanos para recordarnos que, en esta materia sin duda, el pasado siempre fue mejor. La capital alcarreña siempre gozó de una arquitectura rica y propia de un lugar que fue residencia de buena parte de la nobleza, pero que no supimos conservar cuando el declive llegó por el traslado definitivo de la Corte a Madrid. Madrid, siempre Madrid y su sombra alargada sobre Guadalajara. Sin embargo, no todo es culpa de la capital vecina. Es más, sabemos valorar tan poco lo que todavía poseemos que, en aras del “progreso” y de remozar la estética de nuestra ciudad, hemos olvidado que en esta operación de cirugía, es mejor buscar las raíces que solaparlas bajo el adoquín. Y que ya puestos a abrir alguna de las arterias principales, ¿por qué no dejar que emerjan esos vestigios históricos que no solo atraiga la curiosidad del visitante, sino que nos permita conocer más nuestra propia historia? Es cierto que son elevadas las inversiones que se realizan en este tipo de obra y que, la cuestión arqueológica supone demorarlo todo en el tiempo; pero ¿no merecería la pena? Otras veces la decisión es todavía más fácil y se cierne sobre la difícil cuestión de conservar o derribar un edificio con un pasado a recordar. Vemos como la plaza Mayor sigue abierta por uno de sus costados desde hace más de cinco años donde, al menos, se decidió conservar la fachada del inmueble como recuerdo del mismo y de su inconfundible ‘Pescadería Maragato’. Tampoco se encuentra muy lejano en el tiempo el derribo del palacio de los Vizcondes de Palazuelos –en la plaza San Esteban, donde se instalaba el bar ‘El boquerón’, para un fin poco rentable ya que sólo se procedió a la destrucción de esta edificación del siglo XVI, para dejar herida de muerte una plaza que guarda grandes tesoros arquitectónicos, ahora cerrados a cal y canto como la antigua sede del Gobierno regional que, confiemos en que el desuso o que su venta no traiga un desenlace fatal para un lugar que ya vio como otro añejo edificio del siglo XVI, era hecho añicos para levantar en este punto edificio de los juzgados. El atentado arquitectónico que se cierne ahora, quizá no tiene la misma magnitud patrimonial, que también, sino que tiene más que ver con el recuerdo de lo que fue una calle como Bardales, como hervidero de gentes y verdadero corazón del sentir festivo de una ciudad como Guadalajara. El inmueble que durante mucho tiempo albergó la discoteca ‘Pi’, uno de los locales clásicos de la noche alcarreña, no sólo por su ambiente y música; sino por su propia concepción arquitectónica de lo más peculiar, corre peligro. Así lo alertaba días atrás el concejal de Izquierda Unida, José Luis Maximiliano, advirtiendo que incluso había fecha para el derribo del mismo –ayer mismo-. Afortunadamente, las máquinas no hicieron trizas este singular local que se adentraba en la tierra a modo de galería o bodega que, además parecen entroncar con los restos de otras añejas edificaciones que nos pueden retrotraer hasta la Edad Media, dado que su parte final, puede estar vinculada a los restos de un antiguo patio del siglo XV de una finca colindante. Sería una torpeza y, una gran tristeza, que finalmente volaran no sólo los recuerdos de un bar que fue emblema de esa calle Bardales que ahora, con empeño y esfuerzo sus hosteleros quieren recuperar, para dejar un nuevo agujero –y ya van unos cuantos- en pleno casco histórico; sino también parte de aquellas raíces sobre las que se asienta la capital alcarreña y que, con acciones como esta –de culminarse- parece que nos quieren extirpar. Quizá no sea mucho lo conservado, pero apostemos por ello; apostemos por mostrarlo, por valorarlo y no por cubrirlo con piedras o esconderlo a los ojos de la ciudadanía. Es más, apostemos mostrar por todo aquello que está más oculto, tratar de sacarlo cada vez más a la luz y no poner cortapisas con tarifas arbitrarias que sólo ponen cortapisas al acceso a nuestra riqueza cultural. apostemos por conservar y rehabilitar lo que tenemos porque si no, el casco histórico, no saldará de la ruina actual.