
Dolores Cospedal, ayer, en su comparecencia de balnce de legislatura en Guadalajara. // Foto: castillalamancha.es
Por Concha Balenzategui
Decía un mensaje muy gracioso que me llegaba este fin de semana que era una faena que nos quitaran una hora del sábado por la noche, en lugar de ahorrárnosla del lunes por la mañana. Fuera de coñas, estarán conmigo en que es una verdadera pena que este fin de semana haya tenido una hora menos, justamente en pleno frenesí inaugural y anunciador de obras. Porque si dejamos a nuestro políticos en esta hiperactividad solo un rato más, hubieran acabado cortando la cinta inaugural de la iglesia de San Ginés.
La Ley Electoral, que marcó anoche el toque de queda para los balances políticos, las inauguraciones y las visitas a obras con la prensa, ha sometido a las exiguas redacciones de los medios supervivientes a unas jornadas frenéticas en la última semana. Menuda hiperactividad la de los cargos PP, que se las han visto para poder llegar a tanto compromiso con los flashes: Desde el funeral de Santiesteban a la procesión de la Borriquilla, pasando por un homenaje al grupo Antorcha, la inauguración del «parque de las Torres», la firma del protocolo del Campus, la rueda de prensa de balance de Cospedal, una exposición de carrozas de Ferias, el V Centenario de Santa Teresa en Pastrana, la apertura de un Centro Comarcal de Diputación en Cogolludo, la inauguración del Museo Sobrino, y hasta un convenio con la Universidad de los Mayores, o unos vestuarios deportivos en Sacecorbo. Todo eso y algo más que se me escapará, seguro, solo entre el viernes y el lunes, como si no hubiera mañana.