Por Ana G. Hernández
El riesgo de no tener delantero y la plantilla a medio hacer el día antes del comienzo de la liga es que apenas saques puntos en las primeras jornadas. Era un peligro que corría el Deportivo Guadalajara y que, finalmente, se está confirmando. La reducción del presupuesto o el ahorro provocó que las oficinas moradas esperasen a última hora para contratar un punta bueno, bonito y barato. Ya saben, un ariete contrastado, sin equipo y con la necesidad imperiosa de que le llegase una oferta. Un killer que ofreciera garantías y que, además, sus emolumentos fueran asequibles y bastante más bajos de los que percibía sin ir más lejos Philippe Toledo. Y el delantero llegó, pero no con suficiente tiempo como para unirse al cuadro alcarreño en su debut liguero en casa. En otras palabras, desde los despachos se han dilapidado 5 puntos o la posibilidad de haberlos obtenido.