
La calles a las que llegue la «Operación Asfalto 2017» es una de las cuestiones que los vecinos puede decidir // Foto: cadenaser.com
Por Álvaro Nuño.
Por segundo año consecutivo, el Ayuntamiento de Guadalajara ha presentado los denominados «Presupuestos Participativos«, una iniciativa con la que el actual equipo de Gobierno pretende que sean los vecinos quienes decidamos algunas de las inversiones a realizar durante el próximo año en la ciudad. El vicealcalde, Jaime Carnicero, el concejal de Hacienda, Alfonso Esteban, y la concejala de Participación Ciudadana, Carmen Heredia, presentaban la semana pasada los detalles de esta iniciativa en la que aquellos vecinos que así lo deseen podrán decidir, por ejemplo, en qué zona de Guadalajara quieren que el Ayuntamiento realice actuaciones de mejora, qué áreas de gasto debe priorizar o qué calles necesitan ser renovadas a través de la denominada «Operación Asfalto». Para ello, sólo hay que ser mayor de edad, estar empadronado en Guadalajara y rellenar un formulario que se puede presentar físicamente en diversos edificios municipales o en el buzón de la web, todo ello antes del próximo 30 de octubre.
En primer lugar, el formulario propone a los vecinos que elijan uno de entre nueve «rincones» de Guadalajara para llevar a cabo actuaciones de mejoras concretas, presupuestada cada una en 50.000 euros: el parque de Salvador Allende, el arreglo de las zonas verdes de El Balconcillo, Adoratrices o del Alamín, la pavimentación y acondicionamiento de La Llanilla, Escritores, Aguas Vivas o el Balconcillo, y una obra en los barrios anexionados, donde sí se deja indicar qué obra concreta se quiere.
Los vecinos pueden proponer también al equipo de Gobierno aquella obra que quiere que se priorice en los próximos tres años, es decir hasta el final del mandato, pudiendo elegir una entre estas tres: la plaza del Concejo, el casco histórico u otra a determinar por el propio vecino.
La tercera opción permite decidir qué áreas de gobierno municipal se deben priorizar en el Presupuesto 2017: Seguridad y orden público, mantenimiento de vías públicas, políticas de familia y bienestar social, medio ambiente, limpieza, zonas verdes, eficiencia energética, políticas de empleo, promoción cultural deportiva o económica, comercio y turismo. Estas están sin presupuestar y podemos decidir dos.
Y por último, también podemos decantarnos por qué vías y calles se verán beneficiadas de la denominada «Operación Asfalto» 2017, seleccionar dos de una lista que incluye 27 calles, apuntándose en este caso, los metros cuadrados de cada una y el presupuesto que conllevaría el cambio de firme. Así, nos podemos decidir por asfaltar los 1.600 ms2 de la calle Medina por apenas 30.000 euros, hasta gastarnos 287.000 para cambiar el eje formado por la avenida de Castilla y la calle Santa María Micaela, que entre ambas ocupan 15.000 metros cuadrados.
«En definitiva -señalaba el vicealcalde-, queremos que los vecinos vuelvan a participar en la elaboración de los presupuestos municipales, que sean ellos quienes definan y decidan algunas de las actuaciones que vamos a emprender en los próximos meses». Para Carnicero, el balance de los presupuestos participativos del año pasado fue «más que favorable» y cuya memoria figura también en la página web del Ayuntamiento.

El formulario y el buzón para enviarlo se encuentran en la web del Ayuntamiento http://www.guadalajara.es
Así, podemos ver que fueron un total de 207 las propuestas que los vecinos mandaron al Consistorio, una cifra realmente escasa teniendo en cuenta que el padrón municipal a 1 de enero de 2016 era de 83.846 habitantes -a los que hay que restar los menores de edad-. Esperemos que este año, la participación sea mayor, a lo que podría ayudar una campaña de difusión entre la población, de esas que muchas veces el Ayuntamiento realiza por otros motivos más peregrinos -como felicitar las fiestas o anunciar los más variopintos eventos deportivos-.
En lo que a obras se refiere, los vecinos de Iriépal consiguieron el año pasado con 72 solicitudes que el Ayuntamiento capitalino arreglara y asfaltara la calle Puente Cuevas de esa pedanía, muy por delante de la solicitud de dotar de pistas deportivas a una zona de titularidad municipal entre la avenida de la Salinera y la calle El Zarzal, auspiciada por 17 vecinos. Este fenómeno de aunar voluntades entre los habitantes de una zona determinada y animar a votar como en Fuenteovejuna, todos a una, puede repetirse fácilmente, sobre todo en aquellos barrios con asociaciones activas o entre las pedanías, con representantes directos de la Alcaldía, que conocen la existencia de estos mecanismos.
Y con 25 y 22 votos respectivamente, los vecinos decidieron que la Operación Asfalto 2016 llegara a la avenida de la Salinera y la de Barcelona, dos grandes vías de comunicación en las que el Ayuntamiento se gastó casi medio millón de euros. Otras calles, sin embargo, esperan la oportunidad en estos nuevos presupuestos participativos, como las calles Julián Besteiro, Cifuentes, la Cuesta de Hita, la plaza Boixareu Rivera, Prado de Taracena, La Colmesa y Corredera, Maestro Pinilla, José de Juan, Federico López, Laguna Grande, San Isidro, Valencia, Chorrón, Tomás Camarillo, Jaraba, Batalla de Villaviciosa, Constitución, Sigüenza, Francisco Medina, Paseo de San Roque, Francisco Aritmendi, Felipe Solano y Eduardo Guitián. Y esta repetición casi milimétrica de las mismas calles en ambos presupuestos, incluidas las partidas para arreglarlas pero transcurrido un año, nos hacen preguntarnos, ¿ha decidido el equipo de Gobierno dejar en manos únicamente de la voluntad de los ciudadanos que votaron, el arreglo de todas las calles de la ciudad, independientemente de la necesidad de arreglo que venga determinada por su propio estado de conservación o por el criterio de los técnicos municipales? ¿No se estará pasando de participativo en este sentido el Ayuntamiento en una cuestión que hasta el momento se decidía por criterios técnicos y no de voluntad ciudadana? ¿El Ayuntamiento no piensa volver a asfaltar una calle más que no haya ganado en esta votación?
Respecto a los «rincones», tampoco se especifican obras concretas, sino que las actuaciones afectan al arreglo de zonas verdes o a la pavimentación y acondicionamiento de barrio enteros de la ciudad, como Escritores, Adoratrices, La Llanilla, Aguas Vivas o el Balconcillo. Me imagino que cada uno pedirá que le arreglen la zona en la que reside, pero me extraña que con un presupuesto de 50.000 euros, el Ayuntamiento resuelva estas actuaciones en zonas tan extensas.
Por su parte, el grupo de la oposición Ahora Guadalajara ha criticado el planteamiento de estos presupuestos, calificándolos de «simple encuesta mal hecha que contiene preguntas absurdas como la de qué obra queremos que se priorice, si la de la Plaza del Concejo o la del Casco Histórico, como si esa plaza no fuera Casco en sí”, explica Susana Martínez, concejala de esta formación. Esta formación critica la falta de preparación y la forma de presentación de la propuesta, así como el periodo de tiempo de participación, que les parece corto. «Apenas dejan elegir entre cemento y asfalto, y no se debate ni se escucha”, comenta su portavoz, José Morales, quien propone «que se asignen presupuestos a cada Consejo de Barrio y allí se decida qué hacer con el dinero».
En cualquier caso, menos es nada y sería una lástima que la ciudadanía desaprovecháramos este resquicio de participación directa que la Administración municipal nos propone. Quejarse de falta de participación sin participar es un error que en muchas ocasiones cometemos los ciudadanos para achacar después la culpa sólo a nuestros políticos.