
Estado de las obras en el Hospital. Imagen publicada ayer en su perfil de Facebook por Alberto Rojo, delegado provincial de la Junta.
Por Raquel Gamo
Hoy despedimos 2016, un año de transición que pocos o ningún proyecto de envergadura ha traído para Guadalajara, aunque sí ha supuesto el curso en el que se ha consolidado la vuelta a las políticas públicas en sanidad y educación, cuya orientación se había modificado notablemente en los cuatro años anteriores. El conflicto con el servicio de ambulancias o las listas de espera para una operación quirúrgica demuestran que aún queda un largo trecho por recorrer en lo que se refiere a la garantía del Estado del Bienestar en Castilla-La Mancha. Pero el cambio es sustancial. Conviene situar las cosas en su contexto.