
Infografía del anteproyecto del nuevo campus. El colegio de Las Crintinas quedará irreconocible tras las obras // Foto: GuadalajaraDiario.es
Por Álvaro Nuño.
Casi esquivando los tapones de las botellas de champán que se descorcharon ayer provenientes del polígono del Balconcillo unos y del barrio de La LLanilla otros -enhorabuena desde aquí a todos los afortunados-, los máximos representantes del Ayuntamiento de la capital, la Junta de Comunidades, la Universidad de Alcalá y el Ministerio de Defensa daban el visto bueno ayer jueves al anteproyecto presentado por el rector para la construcción del futuro campus universitario de Guadalajara, acuerdo que deberán rubricar en un convenio -el segundo que se firmaría por el mismo motivo, sin contar con un protocolo- y que conlleva su ubicación en el antiguo colegio de Las Cristinas tras una profunda rehabilitación y la inversión de 50 millones de euros por parte del Gobierno regional. Cuatro años después -en el curso 2020-2021-, si todo sale como está previsto y acordado, se supone que los primeros universitarios comenzarán a recibir allí sus clases.
Sin luz ni taquígrafos –los medios de comunicación fueron informados a posteriori-, los consejeros de Educación y Hacienda y Administraciones Públicas, Ángel Felpeto y Juan Alfonso Ruiz Molina por parte de la Junta; el director general de Infraestructura, Eduardo Zamarripa, por parte del Ministerio de Defensa; el rector de la Universidad de Alcalá, Fernando Galván, y el alcalde de Guadalajara, Antonio Román, se reunían ayer a cuatro bandas en la sede de la Junta en Guadalajara y con el delegado provincial, Alberto Rojo, ejerciendo de anfitrión. Allí, todos los asistentes han ratificado la propuesta del anteproyecto presentado por la Universidad, que contempla el inicio del proyecto en el próximo mes de enero y su finalización en septiembre de 2020. Paralelamente y sin más dilación (o esa es al menos la intención de todos ellos), se ultimará la revisión del convenio para ponerlo al día y, se procederá a la firma del mismo, lo que hará posible la adquisición de los terrenos por parte de la UAH.
Hay que recordar que, según este acuerdo al que se llegó en febrero de 2015, el Ministerio de Defensa cedería el edificio de las Cristinas, el Ayuntamiento de Guadalajara pondría a disposición del Ministerio varias parcelas urbanizables en la ciudad por un valor de siete millones de euros, la Universidad incrementaría los estudios y servicios en las nuevas instalaciones, además de realizar el proyecto y, por último, la Junta de Comunidades financiaría toda la operación. Ayer mismo se concretaba ese último aspecto –que es el que más parece preocupar al rector Galván-, ya que sus representantes se comprometían a aportar el dinero contemplado para llevar a cabo las diferentes fases del proyecto en las anualidades 2017 -proyecto de ejecución, licitación y comienzo-, 2018, 2019 -ejecución de las obras- y 2020 -finalización, equipamiento y traslado-, de manera que en septiembre puedan comenzar el curso académico los 5.0000 estudiantes que hay previsto que utilicen estas nuevas instalaciones. La Universidad cifra todo la inversión en unos 50 millones de euros. Por tanto, y a la espera de que Emiliano García Page venga a nuestra ciudad a firmar el convenio con la solemnidad y el bombo que se merece el asunto, deberá estar haciendo hueco ya al campus alcarreño en el proyecto de presupuestos de la Junta para 2017. Es ahí donde se verá el compromiso real que Page tiene con Guadalajara, en la reserva de la partida presupuestaria correspondiente (se habla de 3.730.000 euros para esta primera anualidad).

Mapa del nuevo campus según el anteproyecto de la UAH. En amarillo, los edificios de nueva construcción y en azul la pasarela que comunicaría todo el recinto. Foto: GuadalajaraDiario.es
El digital local Guadalajara Diario publicaba ayer en primicia muchos más detalles de toda esta operación y del anteproyecto presentado por la UAH. En una información firmada por su director, Santiago Barra, se describe cómo será el futuro campus, distribuido en tres núcleos: el actual edificio de Las Cristinas, que se modernizaría por completo por fuera y por dentro y que alojará los servicios centrales, aulas, despachos de profesores, salas de trabajo y zonas de investigación; y, junto a él, la residencia para estudiantes de fuera de la zona -con 108 habitaciones, 6 salas y 325 plazas de aparcamiento, de las que 275 serán subterráneas-, y un aulario de nueva construcción con fachada a la avenida del Ejército. En segundo lugar, la actual Escuela de Magisterio se integraría en el campus como edificio fundamentalmente docente, albergando también la biblioteca, aulas, despachos de profesores y zonas de investigación, junto a la iglesia de Los Remedios, que se convertiría en el Paraninfo de la Universidad, acogiendo actos de representación y actividades culturales abiertas a la ciudad. En la zona norte se crearía un nuevo módulo polivalente para servicio del alumnado, actividades extradocentes (club, teatro, coro…), así como espacio de atención al alumno (aulas de idiomas y gimnasio), y otro nuevo edificio de servicios comunes orientados también al estudiante y para dar apoyo al funcionamiento universitario: cafetería, comedor central, atención al alumnado, taller informático, etc. Entre ambos edificios, el anteproyecto elaborado por la UAH propone un espacio abierto que comunicaría ambos edificios con terraza exterior, cafetería y zonas estanciales al aire libre y que se configura como espacio de integración de la vida universitaria y los colectivos que disfruten del campus. El proyecto también contempla un aparcamiento de superficie por la actual entrada al colegio y un área deportiva en la zona sur, con recorrido de actividades saludables.
El programa básico contempla entre Las Cristinas, el nuevo aulario, -donde se supone que se acogerán las enseñanzas que ahora mismo se imparten en el edificio de la calle Cifuentes más las nuevas ingenierías Logística y Biomédica-, Magisterio, el actual pabellón modular donde se imparte Traducción e Interpretación de Lenguas Modernas y Comunicación Audiovisual, y un total de 115 aulas, 33 laboratorios docentes, 5 laboratorios de investigación, 126 despachos y 17 salas de grupo.

De izda. a dcha. el rector de la UAH, los consejeros de Educación y Administraciones Públicas y el Alcalde de Guadalajara // Foto: castillalamancha.es
Parece que, por fin, ya están todas las cartas encima de la mesa y que cada uno de los jugadores ya sabe cuáles les corresponden. Ahora sólo queda que el acuerdo se rubrique y los más importante, que se cumpla, porque del proyecto del nuevo campus de Guadalajara llevamos hablando ya la friolera de una década y hasta el momento no hemos visto nada palpable que no pase de reuniones, buenas intenciones y alguna infografía que otra.
Dejemos que el anteproyecto presentado ayer por la Universidad de Alcalá se materialice y comience a ejecutarse el año que viene, que cumpla sus plazos y sus presupuestos, y que los primeros alumnos puedan utilizar las nuevas instalaciones en septiembre de 2020. Y para otras ocasiones dejaremos algunos flecos que quedan colgando como por qué una administración pública como es el Ministerio de Defensa necesita como contraprestación que el Ayuntamiento le ceda parcelas edificables en la ciudad. ¿Qué parcelas son y qué tiene pensado hacer con ellas su actual titular, la ministra Cospedal?, ¿y por qué es necesario que una administración pública tenga que pagar a otra por la cesión de unos terrenos que al fin y al cabo son de todos? También habrá que ir planteando a la UAH el porqué de concentrar toda su oferta universitaria en el nuevo campus y abandonar el edificio que ahora mismo cumple esa función en la calle Cifuentes. ¿Quedará abandonado o retornara al Ayuntamiento, que es la administración que cedería en su día el suelo para ese uso? Y si es así -que yo creo que sería de justicia si la Universidad dejará de utilizarlo- ¿qué haría el Ayuntamiento con él?, ¿quizás esa Casa de la Cultura de la que carece nuestra ciudad y que convertiría a la calle Cifuentes en el verdadero eje cultural de la ciudad junto al teatro Buero Vallejo?
Son peguntas que dejo en el aire y cuyas respuestas tendrán que plantearse en un momento determinado. Mientras tanto, esperemos que 2017 sea efectivamente el año en que se iniciaron las obras del campus de la Universidad de Alcalá en Guadalajara.
Una buena noticia, lo malo que es ya repetida y no sabemos si llegará a término. Me parece interesante, aunque no la comparto, tu reflexión sobre el edificio de la calle Cifuentes y una futura casa de la cultura. ¿Puedes desarrollar un poco más esta idea para comprenderla?¿que finalidad tendría esa nueva casa de la cultura?.
Mi opinión es que se debería mantener ese edificio con el uso actual. Ya funciona ¿Por qué cambiarlo?. Y dedicaría los esfuerzos del nuevo campus en desarrollar un número mayor de carreras (si son las que comentas se me antojan pocas) y no volvernos a limitar la expansión de la oferta universitaria cediendo un terreno ya en uso.
Gracias por permitirme opinar en tu articulo.
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