
Alumnos de la Escuela de Arte «Elena de la Cruz» ante su obra, el escenario principal de este 26 Maratón. // Foto: R.B. (SLIJ)
Por Álvaro Nuño.
No ha sido fácil sacar adelante esta 26 edición del Maratón de Cuentos, que comienza a las cinco de la tarde con la narración del alcalde de la ciudad, Antonio Román. Desde el principio las cosas se pusieron en contra, sobre todo por las obras que se están llevando a cabo en el Palacio del Infantado -arreglando las cubiertas, no se alteren que parece que las del pisito del señor Duque todavía no han comenzado-. Dicen que las obras eran muy necesarias en el viejo edificio y que el Ministerio de Cultura ha sido más o menos diligente a la hora de llevarlas a cabo, pero también ha sido mala suerte que coincidieran primera con los actos del Desfile de las Fuerzas Armadas, cuando se izó la bandera en la nueva Plaza de España, con el monumento más emblemático de la ciudad de fondo cubierto de andamios, y este fin de semana prácticamente intransitable por todas sus caras, lo que ha obligado a buscar alternativas al precioso Patio de Los Leones. Seguro que leones y grifos estarán tristes tras esperar durante todo un año que «su» patio se llene de historias y de gente para conformarse en esta ocasión con oír de fondo sólo los cuentos que se resguarden en el zaguán las noches del viernes y el sábado.
Casi podíamos denominar a este de 2017 como el verdadero «Maratón Viajero» dentro de la ciudad. El Seminario de Literatura Infantil y Juvenil de Guadalajara -los organizadores del evento- pensaron en el Parque de La Concordia como primera alternativa al Infantado. Es un lugar amplio y cómodo. Había que instalar una gran carpa pero esa infraestructura sería necesaria en cualquiera de los casos. Los miembros del Seminario fueron al Ayuntamiento a contárselo y estos no debieron poner muy buena cara. Desde luego, una actividad tan masiva, con no sólo un lugar principal, como es el escenario donde se encadenan las narraciones durante dos días seguidos, sino buscar sitio también a los escenarios alternativos, al Maratón de Música e Ilustración, a las puestos de artesanos, a los actos de calle,… iba a ser demasiado tute para una zona verde ya de por sí muy transitada y necesitada de una remodelación integral que la devuelva todo su esplendor perdido por el uso y el abuso diario.
¿Habéis pensado en el Palacio Multiusos? Allí hay mucho espacio, está muy cerca del Infantado a través de la pasarela peatonal e incluso se pueden utilizar unas carpas de un evento deportivo que se acaba de celebrar, propuso algún munícipe de los que gobiernan en chándal como Nicolás Maduro, el presidente venezolano. Con el Infantado rodeado de andamios y la Concordia mal aceptada, Blanca Calvo y su grupo llegaron a pensar que esa era la mejor propuesta. Estaba en una zona residencial de la ciudad con mucha población joven y sólo había que superar esa barrera psicológica que todavía se tiene desde este lado (el mío) del barranco -hoy parque fluvial- del Alamín. Desde luego, un moderno polideportivo no tiene el mismo encanto que un palacio renacentista y las capas serían tan necesarias como en cualquier caso. Es más, el precio de estas no era inferior a cualquier otra ubicación, aunque ya estuvieran montadas. Eso sí, el anexo Centro Municipal Eduardo Guitián ponía sus instalaciones a disposición de los maratonianos, incluido el salón de actos para el Certamen de Narración Oral que se realiza en el Teatro Moderno.
Pero el Palacio tira mucho. Escuchar los cuentos en otro escenario alejado de las viejas piedras del palacio se hacía muy extraño, hasta el punto que los miembros de Seminario decidieron finalmente plantar una gran carpa en los jardines del Infantado y ocupar otros espacios anexos como la Plaza de España -antigua Plaza de Los Caídos- o el Torreón de Alvar Fáñez para ubicar el sinfín de actividades paralelas de las que el Maratón se ha ido rodeando a lo largo de estos 26 años.
Tanto camino, aventuras y desventuras para llegar al final al mismo sitio. Como me dijo esta semana mi compañero Rubén Madrid, para llegar al preciado Oriente -tema principal del Maratón de este año- en la antigüedad, unos apostaron por hacer el camino de las Indias y otros por atravesar el mar, como fue el caso de Cristóbal Colón, descubriendo de paso un nuevo mundo.

Las letras que decoran habitualmente la fachada principal de Palacio, este año lo hacen en la lateral. // Foto: Facebook Maratón Cuentos Gu.
Las obras del Palacio, sin duda modificarán sustancialmente el desarrollo habitual del Maratón, pero la organización ha hecho todo lo posible para que todo se desarrolle como en años anteriores y el Maratón vuelva a ser todo un éxito. Las letras que habitualmente cuelgan de la fachada principal han tenido que trasladarse a la lateral por necesidades técnicas, al igual que para entrar al zaguán -que mantendrá su actividad nocturna- también habrá que rodear todo el edificio, ya que la puerta principal permanece cerrada por los andamios. Incluso en el programa vemos un «plan B» en las actividades de calle para el caso de que la lluvia haga acto de presencia, trasladándolas a la Biblioteca o al propio zaguán.
Lo que es seguro es que la magia del Maratón será capaz de solventar todas las dificultades y que desde el primer «Érase una vez» del alcalde hasta el «colorían colorado» de la Banda Provincial, el Maratón y sus miles de seguidores disfrutaremos como todos los años de esta gran fiesta de la palabra. ¡Feliz Maratón a todos!