Erase una vez…

Por Celia Luengo

Trazado de la autovía de la Alcarria a su paso por nuestra provincia.

Hubo una vez un tiempo feliz en el que los sueños eran posibles, eran tiempos en los que nadábamos en la abundancia y en los que nuestros gobernantes nos prometían grandes obras. Ese tiempo no es tan lejano aunque parezca que hace ya muchos años que abrimos los ojos y nos caímos de la cama porque algo llamado crisis nos hizo despertar. Ese día los grandes proyectos se desvanecieron, cayeron en el pozo del olvido como si sólo hubieran sido eso, sueños sin ninguna base de realidad. Y con ellos cayeron las esperanzas de muchas personas, de pueblos enteros que veían en esas grandes obras una oportunidad para hacer de su vida algo mejor.

En nuestra provincia hubo dos proyectos muy ambiciosos en los que quiero detenerme hoy porque de haberse hecho realidad hubieran supuesto un gran avance para el progreso de dos comarcas de nuestra provincia que lo necesitan y mucho, uno de ellos era la autovía de la Alcarria, ese intento de conectar la A2 con la A3 por el sur de la provincia, pasando por infinidad de pueblos como Albalate de Zorita, Albares, Aldeanueva de Guadalajara, Almoguera, Aranzueque, Armuña de Tajuña, Centenera, Chiloeches, Driebes, Horche, Mondéjar, Pastrana, Pioz, el Pozo, Yebes y muchos más. El otro, el proyecto para convertir la Nacional 211 primero en autovía y luego en vía rápida desde Alcolea del Pinar hasta la localidad turolense de Monreal del Campo pasando por Molina de Aragón. Ambas obras, de haberse ejecutado, habrían supuesto un importante impulso para la economía de Guadalajara pero aún a día de hoy siguen siendo una utopía, el primero anunciado por primera vez por José Bono, entonces presidente de Castilla-La Mancha, en 1999, hace la friolera de 18 años, el segundo planteado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2007, se dijo entonces que en tres años esta carretera sería ampliada, se construirían variantes para evitar el paso por los pueblos y se suprimirían curvas, diez años después la vía sigue igual.

La importancia de estas infraestructuras no sólo está en el ámbito de las comunicaciones, muchos pueblos pusieron en ellas su esperanza para progresar también desde el punto de vista industrial y económico en un entorno, el rural, en el que las condiciones de vida son más difíciles y las oportunidades mucho más escasas. Pastrana, por ejemplo, puso en marcha en 2009 un polígono industrial pensando en la importancia estratégica que adquiriría con la construcción de la autovía de la Alcarria, algo fundamental en una comarca que vivió alrededor de la central nuclear de Zorita durante 40 años y que una vez se acabe su desmantelamiento estará perdiendo su principal fuente de ingresos.

La conversión en autovía de la N-211 supondría un revulsivo para Molina de Aragón y su comarca desde el punto de vista turístico y economico

Algo parecido ocurre con la comarca de Molina de Aragón, una zona muy despoblada pero especialmente atractiva para el turismo el cual podría ser una importante fuente de ingresos si se mejoraran las comunicaciones y finalmente se construyera el tan anunciado parador de turismo que ahora sí parece estar en marcha. La ampliación y mejora de la N211 no sólo lleva años siendo reclamada por los pueblos de esta zona de nuestra provincia, también desde el Gobierno de Aragón se hace hincapié en la necesidad de mejorar una vía que supone la principal conexión de la provincia de Teruel con la capital de España, más aun teniendo en cuenta que la capital turolense es la única de nuestro país que no tiene comunicación ferroviaria con Madrid. Pero también es una vía de comunicación muy utilizada para aquellos que, por una razón u otra, por negocios o por placer, se dirigen a la zona más septentrional de la comunidad valenciana.

La plataforma ciudadana «La Otra Guadalajara» lleva varios años trabajando de forma muy activa por la reactivación de la comarca molinesa. Foto. henaresaldia.com

En diciembre de 2016 el presidente Emiliano García Page se reunió con el ministro de Fomento para plantearle los proyectos que nuestra Comunidad necesita ejecutar con mayor prioridad, la autovía de la Alcarria y la conversión de la Nacional 211 en vía rápida figuraban entre sus peticiones más urgentes. A nadie escapa que no son inversiones fáciles ni por supuesto baratas pero creo sincera y firmemente que hay zonas que ya se merecen un poco de atención y que los beneficios de estas infraestructuras compensarán con creces su coste económico. Puede que el señor ministro también lo vea así, esperemos que haya suerte.

 

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1 comentario en “Erase una vez…

  1. Buena descripcion de los antecedentes pero no te mojas, Bono prometio la autopia de la Alcarria como desgravio a las que ha hizo en la Mancha. Barreda siguió alimentando el mito con veintemil trazados que contentaban a todos los alcaldes pelotillas mientras sabia que nunca se haría más que nada porque dejo arruinada a esta Comunidad, Junta de Comunidades, Autonomia, Región o como sepa Dios que se llama. La Cospe para quitarse el muerto cedio su construcción al Estado, a sabiendas que el Estado nunca realizara dicha autovia porque económicamene para el conjunto Nacional es una ruina. Y Page lo único que ha hecho es criticar los recortes de la Cospe pero no los ha revertido y también sabe que nunca se hará.
    Que buenas son las Autonomiás pra colocar políticos, asesores, amiguetes y mucho mas pero para nuestros pueblos suponen (ademas de imponernos el apellido de manchegos) la despoblación y la ruina

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