
El Edificio Negro del Centro Cívico preside la plaza del Concejo, un punto algo anárquico en lo arquitectónico pero de tránsito casi obligado de cientos de vecinos para su trabajo, sus quehaceres ciudadanos o su ocio. // Foto: lacronica.net
Por Borja Montero
La capacidad inherente a cada periodista de cuestionarse absolutamente todo hace que, en ocasiones, hasta las buenas noticias puedan verse rodeadas de informaciones que ensombrecen su innegable bondad. Este fenómeno de transmutación de la apariencia de la realidad, basado en un sentido crítico bastante en declive en la época de las redes sociales y la información al minuto, de las rueda de prensa sin preguntas y de las notas de prensa como medida del mundo, suele prestar atención no tanto al qué como al cómo o al por qué, a los hechos que rodean la noticia en sí o al análisis concienzudo de los datos de la misma. En las cuestiones públicas, el interés de los rivales políticos de hacer patentes sus críticas a la labor de Gobierno es también un buen acicate para estos exámenes en profundidad y estos relatos de lo que sucede paralelamente a la cuestión en sí. Sigue leyendo