
Los políticos se prodigan en todo tipo de procesiones estos días. Cristo crucificado. Salvador Dalí,
Por Gloria Magro.
Hoy es Sábado de Gloria o al menos lo era hasta 1955, cuando Pío XII cambió la liturgia y así, de un día para otro, se dejó de celebrar la Vigilia Pascual, la Resurrección, en la mañana del sábado. Parece ser que al Papa Pacelli le parecía demasiado sacrificio que los fieles que ayunaban desde Viernes Santo prolongaran esta situación hasta el domingo, cuando podrían recibir la siguiente comunión y decidió adelantar la vigilia a la noche del viernes. Desde entonces y por voluntad papal, el Sábado Santo quedó desprovisto de ritos y Eucaristía, un poco en tierra de nadie. Para los católicos viene a ser una jornada de transición, de oración y recogimiento, víspera del Domingo de Resurrección, culmen de la Semana Santa. Pero pasada la época en la que la Iglesia católica marcaba los tiempos y los compases de la vida social y política, el día de hoy en Guadalajara suele tener poco de recogimiento y reflexión, a no ser que entendamos por ello bares y comercios cerrados a cal y canto y un ambiente desangelado al que este año se le añade la llegada del enésimo frente frío de la temporada. Sigue leyendo