
Imagen aérea del Parque de La Concordia, que será remodelado en 2018 // Foto: ANP
Por Álvaro Nuño.
El concejal de Hacienda, Alfonso Esteban, presentaba esta semana el proyecto de presupuestos 2018 para la ciudad. Siempre los números son un poco farragosos, tanto en materia informativa como política y más si vienen todos juntos como es el caso. No hay tensión a la hora de hablar de ingresos directos e indirectos, la RPT (Relación de Puestos de Trabajo), la partida de amortización de préstamos, o, incluso, las partidas generales de mantenimiento. Quizás, lo que siempre luce más es la de inversiones pero, en los de este año, ni eso, porque el maná caído de Europa, eclipsa en esta ocasión lo que el Ayuntamiento dedica con sus propios fondos, que no son otros que los de los ciudadanos, a través de lo que pagamos en impuestos y tasas.
Así, los de este año ascienden a casi 68 millones de euros, al menos en el proyecto presentado por Esteban -uno de los nombres que se manejan en las quinielas para suceder a Román en el caso de que este no vuelva a presentarse como cabeza de lista del PP de nuevo- y que se supone que tendrán el beneplácito de los dos concejales de Ciudadanos, cuyos votos son imprescindibles para que sean aprobados por el Pleno, una vez que PSOE y Ahora Guadalajara ya han dicho que no los apoyarán.
En los ingresos, poco que comentar salvo el repunte que la construcción dejará en las arcas municipales, previéndose que suba un 11% procedente de los dueños de las grúas, además del mantenimiento de los ingresos por impuestos indirectos, encabezados por el IBI que pagamos todo hijo de vecino (nunca mejor dicho). Los ingresos se cuadran con 1,4 millones procedentes de la venta de una parcela municipal -sin más datos al respecto- y de un préstamo de 2 millones euros que se pedirá para cuadrar las cuentas.
Por su parte, un tercio de los gastos se irá, como siempre, a pagar los sueldos de los funcionarios, 13,3 millones dedicaremos a mantener limpia las calles y los parques, 9,4 a fomentar la cultura y el deporte, la misma cantidad que a Seguridad y Movilidad, y 5,5 a las políticas de empleo y bienestar social, una partida de la que el propio equipo de Gobierno ha reconocido que ya el año pasado dejó 1,5 millones de euros sin gastar -860.00€ en servicios sociales, y 615.000 en empleo, en una ciudad con 5.500 vecinos en paro-, según el PP por falta de demanda de ayudas motivada por el menor paro y la mejor coyuntura económica y, según la oposición, por falta de interés y gestión.
Total, que con todo y con eso, el capítulo «estrella» de cualquier presupuesto, en este es el menor; apenas 3,4 millones de euros para inversiones encabezadas por la anual «operación asfalto» -que podría ir perfectamente en el capítulo de gastos al no ser obra nueva- y del que este año se beneficiarán las calles Santa María Micaela, la avenida de Francia, el Parque Sandra y el asfaltado del camino que comunica la parte trasera del Hospital -donde está prevista la salida del nuevo aparcamiento, si se abre de una santa vez- y la rotonda de la Fuente de la Niña bajo la A-2. Aquí el PSOE pide la construcción de una vía de doble sentido previendo el uso que tendrá esta nueva vía de comunicación con el centro médico, algo que parece muy sensato, ya que el Ayuntamiento se pone a hacerlo.
Lo mismo ocurre con el arreglo integral de los céntricos parques de La Concordia y San Roque, también muy necesitados de una actuación integral que se prevé que no coincidirá con la temporada de primavera-verano en que son más utilizados por los ciudadanos, sino que comenzará pasadas las Ferias de septiembre. También se ha anunciado la construcción de un nuevo parque en Los Manantiales que llevará el nombre de «Ciudad Europea del Deporte» en recuerdo al acontecimiento que vive la ciudad en este 2018. Y entre otras obras, Esteban también anuncio una partida para la parece que eterna recuperación del Alcázar Real, una de los puntos que exigía Ciudadanos en su pacto de investidura con el PP y con el que los dos concejales naranjas parecen darse por satisfechos.
Aparte quedan las mucho más vistosas y significativas obras financiadas por los 9,2 millones de los fondos Edusi de la Unión Europea, y con los que se pretende rehabilitar en Marcado de Abastos y el Centro Cívico, mejorar el casco antiguo, el río Henares y ampliar el carril bici, obras todas ellas de las que se sabe muy poco a estas alturas, tanto de su ejecución como de su posterior finalidad y gestión, sobre todo en lo que se refiere a los dos primeros edificios municipales, uno de ellos infrautilizado y el otro cerrado por su actual estado calamitoso.
No parece este un presupuesto muy expansivo o ambicioso para ser el último que podrá desarrollar por completo el actual Equipo de Gobierno del PP, ya que a mediados de 2019 hay elecciones y, por tanto, se sabe quién empezará el año en el despacho de la Plaza Mayor 1, pero no sabemos todavía quien lo terminará.