
Los alcarreños pagamos una tasa de basura un 18’7% más alta que la media del resto de capitales. // Foto. Archivo
Por Álvaro Nuño.
Guadalajara no es una ciudad ni muy cara, ni muy barata para vivir. Dicho de otro modo (como diría el ya expresidente del Gobierno y del PP), estamos en la media de las capitales españolas según un estudio realizado por el portal Kelisto. De hecho, somos la ciudad número 26 en el ranking de 52, o sea que más en la media no podemos estar. ¿Adivinan cuáles son los productos o servicios más caros aquí? Pues la recogida de la basura (un 18,7% de coste superior a la media) y tomarse una caña en un bar (un 15,11% por ciento más cara que en las barras de España). ¿Y lo más asequible respecto al resto? Por muy sorprendente que parezca, el alquiler o la compra de una vivienda, con un 32,3 y 21 por ciento por debajo de la media del país.
En ese estudio se han examinado un total de 14 productos y servicios divididos en cinco categorías: vivienda (compra y alquiler), impuestos (IBI, impuesto de circulación y tasa de basuras), transporte público y privado (precio del billete sencillo de autobús y del bono de 10 viajes, de los taxis y de la gasolina), compra (cesta de la compra, coste de una barra de pan y de un litro de leche) y ocio (precio de una entrada de cine y de una caña), calculando las localidades más caras y más baratas, por la diferencia que hay entre cada una de ellas respecto a la media nacional en todas las variables y para todas las ciudades. Estos porcentajes se han sumado y se han dividido por el número de variables.
Así se llega a la conclusión de que nuestra capital, el coste de la vida está en 2,66 por ciento por debajo de la media, en el citado puesto 26. La urbe más cara de España es Barcelona, con un 35,5% más alto que la media nacional, y la más barata Palencia, la capital de provincia más barata, donde se vive con un 30,06% por debajo de la media. Nuestra vecina Madrid, por ejemplo, es la tercera más cara de España, sólo por detrás de la ciudad condal y de San Sebastián, con un +25,22 por ciento por encima de la media que los alcarreños rozamos.
Por productos, en Guadalajara, lo más económico de todo es alquilar una vivienda, un 32 por ciento menos que la media nacional, seguida de la compra, un 21%. Por tanto, pese al repunte del mercado y la proliferación de grúas en el horizonte, influido todo ello por nuestra cercanía con Madrid -donde la especulación y las diferencias de demanda y oferta hacen casi imposible vivir-, nuestra ciudad parece tener todavía mucho mercado por delante y margen para que los precios sigan subiendo, como parece que es la tendencia marcada por el sector. A estos precios ayuda también que el Impuesto de Bienes Inmuebles (el IBI), que pagamos al Ayuntamiento anualmente los propietarios de una casa está un 10,23 por ciento por debajo de la media del país. Eso sí, el Consistorio parece amortizarlo con una tasa de recogida de residuos sólidos urbanos un 18,7% por encima de otras capitales de provincia -echen un vistazo a su acera y a las papeleras de su calle y barrio y juzguen ustedes mismos cuando salgan de vacaciones a otras ciudades si están más limpias o menos que la nuestra y así medir la eficacia de este servicio que el Ayuntamiento mantiene externalizado-. También sin dejar el departamento de Hacienda consistorial, vemos en este estudio que el Impuesto de Vehículos que pagamos está un 6,11 por ciento por encima de la media del resto de ciudades del país.
Usar el vehículo privado en Guadalajara sale caro, no sólo por este impuesto municipal, sino además porque llenar un depósito de gasolina es un 2,45 por ciento más alto que la media. Es mucho mejor, no sólo para la salud de nuestro bolsillo, sino para la de nuestros pulmones y el medio ambiente en general, ir en autobús, ya que el billete sencillo cuesta un euro y cinco céntimos, un 12,5% menos que la media de otros urbanos del país y un 4,89% si nos sacamos el bono, lo que reduce el precio del viaje a 70 céntimos.
Y con lo que nos hemos ahorrado, siempre podemos salir a tomar una caña con los amigos en las numerosas terrazas que abundan en aceras y plazas de la ciudad este verano o apostar por el aire acondicionado de la sala del cine, sabiendo antes que la cervecita nos cuesta en Guadalajara un 15,11 por ciento más que la media del país y la entrada del cine un 9,20% más cara -8’10 euros los fines de semana-, a pesar de que los Multicines de Guadalajara aplicaron la última reducción del IVA del Gobierno a sus tarifas.