
Ganadores de la I Regata Diputación de Guadalajara en la Escuela de Vela de Alocén // foto: dguadalajara.es
Por Álvaro Nuño.
- Aunque no está registrado en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, cualquier navegante, marinero o aficionado a la vela conoce el significado del término «calmachicha», que define la ausencia de viento. Es cuando las velas de las embarcaciones apenas flamean como las banderas, incapaces de portar viento y, por tanto, de moverse y de navegar. Por lo que parece, ese debió ser el estado del pantano de Entrepeñas durante la disputa de la I Regata Diputación de Guadalajara de Vela, celebrada el último fin de semana de septiembre frente al Club Náutico Las Anclas en Pareja, organizado conjuntamente por la institución provincial y la Federación de Vela de Castilla-La Mancha.
Las aguas del pantano registraron «una animada competición» teniendo «como centro de la logística las instalaciones de la Escuela de Vela de la Diputación de Guadalajara», reza la nota oficial emitida por esta institución. La verdad es que el escrito no aclara a qué se refiere exactamente con el papel desempeñado por la Escuela de Vela, una instalación que permanece tristemente cerrada desde el verano de 2010, pero cuyas instalaciones aparecen en las fotografías publicadas en la página de Facebook de la Federación como localización del acto de la entrega de trofeos a los participantes, con la Presidenta de la Federación, el diputado de Deportes, Lucas Castillo, los participantes y parece que sus familias -se ve a niños y perros en todas las imágenes-, y todos ellos disfrutando de un más que seguro merecido ágape en la amplia terraza que rodea el edificio principal de la Escuela, que parece tener sus ventanas abiertas. También se ven mesas, sillas, papeleras, incluso un equipo de sonido para la ceremonia. En fin que cualquiera diría que la instalación se abrió para la ocasión, aunque no podemos asegurarlo porque no estuvimos allí.
La competición se disputó en las clases crucero-regata y crucero-crucero, barcos con una eslora y un calado desconocidos hasta el momento en la Escuela, que en sus 20 años de vida acogía la enseñanza de este deporte con embarcaciones de vela ligera, windsurf y piragua. Sí navegan sin embargo en el pantano alcarreño, pero fondeando en los clubes privados de Las Brisas y Las Anclas, aunque cada vez en menos número debido al paupérrimo estado que muestra el embalse, víctima de los continuos trasvases. Desconocemos porqué la Diputación o la Federación castellano-manchega eligieron esta clase porque al menos esta última sabe por las licencias federativas que hay otras especialidades que se practican más y menos «elitistas» que la clase crucero, como las diferentes embarcaciones de vela ligera o la Fórmula Windsurf, muy popular entre numerosos deportistas de Guadalajara y Castilla-La Mancha.
Lo que para el diputado de Deportes fue una «animada competición», para el Partido Socialista, sin embargo, fue un evento celebrado a puerta cerrada, «un trofeo inventado a última hora y al que no se dio ninguna publicidad previa». Incluso sospecha su portavoz, Julio García, que la regata realmente «no se celebró por falta de viento» y que finalmente se suspendió, circunstancia constatada dice por diversos medios. Según el PSOE, esta prueba estaba enmarcada dentro del calendario del Campeonato Autonómico e inicialmente se iba a realizar en el Club Las Brisas de Sacedón, pero desde la propia Diputación se solicitó cambiarla de sitio y otorgarle el título de I Trofeo Provincial de Vela con la excusa de inaugurar la Escuela de Vela de Alocén. Pero, finalmente, la cosa quedó en una regata fantasma con una entrega de premios preparada para las fotos, y unos pinchos y unas bebidas para los participantes.
La Federación de Vela de Castilla-La Mancha no ha dicho por el momento esta boca es mía, apoyando una versión u otra y el presidente de la institución, José Manuel Latre, ha afirmado que sí se celebró la actividad pero que «el viento fue escaso y la competición quedó un poco deslucida». Lo que sí ha servido esta polémica es para que el presidente provincial se comprometa en los próximos días a abrir de nuevo esta instalación, ya sea dotándola de presupuesto y abriéndola con sus propios medios y personal, como se hizo hasta 2010, o sacándola a concurso, lo que supondría una gestión indirecta a través de una empresa privada.
Con regata o sin ella, lo que parece deseable en cualquier caso es que la Diputación abra de nuevo esta instalación que se inauguró en las años noventa –rehabilitada el verano pasado con una inversión de 80.000 euros-, enclavada en uno de los puntos más apropiados del pantano para la práctica de deportes náuticos y que durante dos décadas permitió a cientos de jóvenes disfrutar de la práctica de la vela, el windsurf, la piragua o las actividades al aire libre en una instalación pública, como lo fue antes y con la misma finalidad el albergue de Entrepeñas en Sacedón, gestionado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y cuyas embarcaciones y barcos-escuela, acabaron formando parte de la flota de la Escuela de Alocén. Esperemos que el viento vuelva a soplar a favor de la Escuela de Vela tras ocho largos años de calmachicha, y que la instalación vuelva a ser disfrutada de nuevo por los ciudadanos, fin para el que se pensó.