Por David Sierra
Es, sin duda alguna, uno de los acontecimientos más importantes de la Navidad alcarreña y, en mi opinión particular, el mejor de todos los eventos que se celebran en estas fechas en la provincia de Guadalajara. Declarada como Fiesta de Interés Turístico Regional en 2015, el certamen de Rondas Navideñas de Torija quiere ampliar fronteras dando a conocer este gran espectáculo a nuestros vecinos madrileños. Por ello, la actividad ha sido presentada recientemente en la Oficina de Turismo de Castilla La Mancha en Madrid, al toque de zambomba y el cántico de villancicos en plena Gran Vía.
La Asociación Barbacana de la localidad fue la impulsora de esta célebre actividad hace 29 años con el propósito de recuperar los villancicos que antaño los torijanos cantaban en la iglesia, en las casas y por las calles del municipio. Y año a año fue sumando adeptos a la causa, basando su éxito, por un lado, en la implicación de las rondas participantes y, por otro, en la recreación de una gran ambientación en la que ha primado desde el inicio el buen trato al visitante en todos los aspectos. Sin olvidar el encanto monumental e histórico que aporta la localidad con un entorno único sustentado en el castillo y la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Y la implicación de todo un pueblo volcado en disfrutar y hacer disfrutar aportando cada uno su granito de arena, ya sea llenando vasos de caldo calentito, repartiendo las deliciosas migas, preparando los aromáticos bocadillos de chorizos al vino, o simplemente ambientando el espectáculo con las típicas vestimentas de esta comarca y haciendo sonar la infinidad de objetos convertidos en improvisados instrumentos musicales que acompañan al cántico de villancicos.
Ante esta situación, no es raro que, a pesar del frío que suele hacer en esta época, la cita con las rondas torijanas haya ido ganando fieles de tal forma que los visitantes ya se cuentan por miles en cada edición que acontece. Y es por ello que cada nuevo certamen implica un esfuerzo mayor en la organización y en los recursos necesarios para mantener viva esa llama que muchos otros municipios del entorno han tratado también de encender con certámenes similares, incluida la propia capital. Por ello, es indispensable que aquellas administraciones que alardean de ayudar a nuestros pueblos y luego desvían sus fondos al apoyo de proyectos urbanizadores en la gran ciudad tomen conciencia del papel que deben jugar para que la tradición de la Navidad del Belén, del niño Jesús y del villancico no se pierdan.
El formato que mantiene el certamen desde prácticamente sus orígenes consiste en un pregón inicial en la iglesia, cuyo honor ha recaído en esta ocasión en el reportero y periodista Ernesto Morán, y donde acto seguido tiene lugar una primera actuación de las once rondas participantes con la interpretación de un villancico de la tierra. A continuación, los cánticos navideños salen a la calle donde cada una de las rondas vuelven a participar ambientando las degustaciones de caldo, migas y chorizos. Y finalmente, el certamen se cierra con una tercera actuación basada en la interpretación de temas folclóricos.
Una vez cumplido el objetivo primordial de recuperar la esencia musical de las navidades que pasaban nuestros mayores, el propósito ahora es extender este acervo cultural más allá de la provincia y convertirlo en un reclamo turístico más de cara al cercano y amplio mercado que alberga Madrid, siempre abierto a propuestas que abracen los estímulos de la memoria y el recuerdo. Torija no ha dejado escapar la oportunidad de mostrar a los madrileños un aperitivo de lo que supone su certamen de rondas y, sin duda, dirigir su mirada hacia allí puede ser todo un acierto si traza la estrategia adecuada para mantener su esencia sin que ello suponga el rechazo a la introducción de nuevas propuestas que permitan abrazar y compartir diferentes sensibilidades culturales en torno a lo que suponen estas fechas.
Para los pocos que aún no saben lo que se pierden si no acuden a este gran acontecimiento, únicamente decirles que el 29 de septiembre tienen una nueva oportunidad de sentir el mayor de los esplendores de las fiestas navideñas alcarreñas y compartir una extraordinaria experiencia.