
Fachada del abandonado Ateneo Municipal // Foto: Guadanews
Por Álvaro Nuño.
Una de las ventajas que tiene la llegada de elecciones es que los partidos políticos tienen que revisar sus ficheros para ver cómo llevan sus propias promesas, si las han cumplido, si no, por qué no lo pudieron hacer en ese caso para explicárselo a la ciudadanía o si merece la pena desempolvar el proyecto porque puede volver a incluirse incluso en el próximo programa electoral. En este ejercicio, por supuesto, el que lleva siempre las de perder es el partido que haya ocupado labores de gobierno, claro está, porque es el único que ha tenido la posibilidad de hacer o no lo que prometió y el que, por tanto, debe dar explicaciones de por qué no lo hizo.
Si dicen que son pocos los que se leen los programas electorales antes de decidir su voto, menos todavía son las personas que conservan de unos comicios para otros esos folletos -aunque los hay- y, por tanto, tienen la posibilidad de sopesar su voto no sólo por lo que se promete, sino por el grado de cumplimiento de lo prometido hace cuatro años.
Pongamos un ejemplo: el Partido Popular de Guadalajara, encabezado por Antonio Román, proponía en la campaña electoral de las municipal de 2015 como una de las medidas para convertir el centro histórico en «nuestra seña de identidad», solicitar «a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha la cesión al Ayuntamiento, para la creación de un centro socio-cultural, del edificio del Ateneo. Esto completaría -rezaba la edición impresa de ese programa- la oferta del recién recuperado Teatro Moderno».
¿Ha cumplido el equipo de Gobierno esta promesa en este mandato? Pues, si nos atenemos al pie de la letra, la verdad es que sí. Lo hizo el pasado 22 de enero el teniente de alcalde y concejal de Cultura, Armengol Engonga, enviando una carta al consejero de Educación regional, Ángel Felpeto, en la que le pedía “la inmediata intervención y rehabilitación del edificio del Ateneo Municipal”, ante el mal estado del edificio y tras provocar este la caída de una zona del techo del anexo Teatro Moderno, gestionado ya por el Ayuntamiento. Es más, Engonga indicaba en la misiva a Felpeto la voluntad del Consistorio de que, una vez realizadas las preceptivas obras en el edificio, «el Ayuntamiento de Guadalajara se haría cargo de la gestión del edificio», lo que «permitiría la realización en él de actividades de promoción e interés cultural».
¿Contestó la Junta a esta carta? Pues después de un año con el edificio igual de abandonado y cerrado podemos concluir que no. Incluso el propio Román lo reconocía unos meses más tarde, en mayo, durante la presentación del proyecto que se está ejecutando en el Centro Cívico: “Me preocupa -señalaba el alcalde- el estado del Ateneo Municipal. Hemos solicitado a la Junta de Comunidades que lo recupere para que luego pueda ser gestionado por el Ayuntamiento de Guadalajara, pero de momento sólo hemos recibido negativas. Creemos que es un sitio adecuado para acoger a nuestras asociaciones culturales».
¿Por qué la Junta se niega a restaurar y dar uso de nuevo a un edificio de su propiedad pero completamente abandonado en pleno centro de Guadalajara, en cuya fachada todavía figura su título de «Municipal», recogiendo así las décadas de historia en las que albergó el uso que ahora dice el Ayuntamiento quiere volver a darle, como espacio cultural y sede de asociaciones? Es algo que sus responsables deberían explicar a la ciudadanía y que, sin embargo no es de extrañar teniendo en cuenta el retraso que llevan con el cumplimiento del convenio del Fuerte de San Francisco, a pesar de que incluso tienen sentencias judiciales que les obligan a hacerlo.
¿Insistirá de nuevo Román en esta batalla en su futuro programa electoral? Por ponerlo de nuevo no pierde nada porque es una de esas promesas «fáciles» de cumplir -dijo que el Ayuntamiento se lo pediría a la Junta y así lo ha hecho- en la que se puede culpar a la contraparte de que no haya salido adelante, ya que la solución no está en manos de uno sino en las del contrario: Nosotros se lo hemos propuesto pero ellos no han querido.
Y hablando del contrario, ¿está de acuerdo Alberto Rojo, candidato a la Alcaldía por el PSOE y actual delegado de la Junta en nuestra provincia, con esta medida?, ¿la haría suya también en su programa? Claro, decirlo ahora le supondría un incómodo conflicto de intereses porque él todavía representa a la administración regional que, según Román sólo ha dado negativas al respecto. Y tampoco debemos olvidar que el mismo 26 de mayo hay elecciones regionales y aquí también los candidatos a representarnos en Toledo podrían mojarse y decir: «Si nosotros llegamos a gobernar, rehabilitaremos el Ateneo Municipal de Guadalajara y se lo cederemos al Ayuntamiento para que lo recupere como centro cultural de la ciudad». Puede parecer una cosa muy concreta e incluso minúscula dentro de un programa regional, pero hay veces que cuestiones de este tipo se echan de menos entre tanto discurso maximalista y etéreo.
Por cierto, que otra de las cosas que deslizó el alcalde es que el Ayuntamiento estaba «en conversaciones con el gobierno para la recuperación de la cárcel”, otro de los edificios públicos cerrados en la ciudad y del que muchos alcarreños se preguntan cuál será su futuro mientras que observan con tristeza su evidente y progresivo deterioro. En este sentido, también recibimos el pasado diciembre malas noticias por parte de sus actuales propietarios, Instituciones Penitenciarias, que informaban de que no habían avanzado desde abril su traspaso a Patrimonio, paso previo parce ser para su posible cesión a una administración local. En este caso, también el equipo de Gobierno capitalino ha solicitado que la propiedad de la prisión provincial pase al Ayuntamiento con el objetivo de desarrollar en ella un proyecto dotacional público sin especificar cuál (permítanme que me autocite y recupere también una propuesta que lance en este mismo blog sobre un posible uso público de este edificio). Como ocurre también con el Ateneo, pero en este caso a nivel nacional, no estaría de más que en la campaña de las elecciones generales del 28 de abril, los candidatos a diputados y senadores por los diferentes partidos, dijeran si son partidarios o no de ceder este edificio abandonado y recuperarlo para la ciudad o la provincia, además de demostrarnos quién es más patriota en el caso de Cataluña, que eso lo van a hacer seguro se lo pidamos o no.