
Imagen del debate electoral celebrado ayer. // Foto: Guadalajara Media
Por Álvaro Nuño.
Además del debate estrella entre los cinco candidatos a la presidencia del Gobierno que se celebró el pasado lunes, esta campaña del 10N tuvo su réplica provincial ayer jueves por la noche en el hotel Tryp Guadalajara, con los candidatos al Congreso por la provincia organizado desde Guadalajara Media y Nueva Alcarria, anunciando su moderadora, la periodista Rosa San Millán, la cesión del contenido «al resto de medios de comunicación», haciendo las veces de señal institucional.
En una mesa presidida por la moderadora, a su izquierda se estrenaban los candidatos del PP, José Ignacio Echániz, y de Unidas Podemos, Juan Andrés García Torrubiano; mientras que a su derecha repetían las candidatas del PSOE, Magdalena Valerio, y de Ciudadanos, Mari Ángeles Rosado. Faltaba un quinto actor, el candidato de Vox, Ángel López Maraver. ¿Se le habría estropeado el GPS y no supo llegar a este conocido establecimiento de la ciudad? Pues no, la razón de su ausencia, explicada por San Millán, fue que «no puede estar con nosotros porque su mujer está dando a luz, va a ser papá y no nos va a acompañar». Ante esta tesitura entendible y de última hora, los organizadores ofrecieron a «algún miembro del resto de la candidatura o a quien Vox hubiera creído conveniente para estar aquí pero no ha sido así. Felicitamos a Maraver pero lamentamos que nadie de Vox se siente con nosotros para debatir». Los hay con suerte podrían pensar, no sólo por su paternidad, sino también porque un político paracaidista, sin ningún arraigo de la provincia encontró la excusa perfecta para no demostrar su desconocimiento absoluto de Guadalajara. Lo que no se explica es que una formación a la que las encuestas le dan representación en nuestra circunscripción prefiera dar la callada por respuesta y no confrontar sus puntos de vista con el resto de formaciones. «Es una falta de respeto para los presentes y para los votantes» -182.817 personas en Guadalajara- dijo el candidato morado.
Pasando a al chicha, pese al indudable esfuerzo realizado por los medios organizadores, lo visto y oído ayer no se puede considerar un debate sino una sucesión de respuestas a una misma pregunta sin capacidad de diálogo ni de interpelación entre los participantes. Más que un debate podría considerarse una «multientrevista» que se realizó en directo, con público y con difusión multiplataforma, televisión, internet y redes sociales.
Sólo saltaron las chispas al final del programa, en el bloque de los pactos cuando Valerio acusó al PP de pactar con «la extrema derecha, con Vox que es un partido racista, xenófobo y machista» a lo que Echaniz la contestó «y ustedes con los terroristas de Bildu en Navarra, con lo que han asesinado a miembros del Partido Socialista y de mi partido». Fue prácticamente el único roce dialéctico en el que los políticos se saltaron la férrea disciplina dictada por la moderadora. «¡Señores, a ver si nos vamos a revolucionar!», zanjó Rosa el asunto.
Por su parte, a los actores se les veían ya tablas. Por supuesto, la ministra de Trabajo en funciones y el exconsejero popular de Sanidad son políticos bregados en mil batallas y salieron airosos del encuentro. Por contra, el candidato de Unidas Podemos hablaba todavía de los políticos en tercera persona porque él todavía se considera «un conductor de autobús». En el otro lado del ring, a la todavía diputada de Ciudadanos y agricultora de Sayatón, se le ve la experiencia adquirida en estos meses, pero no dejó de leer en cada intervención y pocas veces levantó la vista del papel. Uno de sus momentos más memorables fue cuando imitó a su propio líder, Albert Rivera, hablando de pactos: «Han oído eso,…. (silencio)…. es Pedro Sánchez pactando». Frase de laboratorio aceptablemente escenificada.
Varios eran los temas a tratar que tuvieran una vertiente provincial más allá del debate general. Uno de ellos es el problema del paro, más por la condición de la candidata socialista de ser ministra de Trabajo en funciones que por otra cosa, aunque también porque las últimas cifras facilitadas esta semana por su propio departamento no han sido buenas en general ni en particular en Guadalajara, registrándose 271 parados más que en septiembre y un total de 14.997 personas en paro, un 1,84% más que hace 30 días. Así se las ponían a Felipe II pero Valerio salió más o menos airosa del asunto achacándolo a la «ralentización de la economía» y destacando que según la EPA hay hoy menos en paro que hace un año. Para el PP sin embargo, «Pedro Sánchez tiene un auténtico suspenso» y la candidata socialista otro porque «en Guadalajara el paro lleva subiendo los últimos cinco meses».
El viento se le puso a José Ignacio Echániz en contra cuando la periodista introdujo en el debate el tema de la despoblación y entonces fue la socialista quien le recordó su etapa de recortes al frente de la Consejería de Sanidad regional. «Es falso que yo cerrara ni una sola urgencia y no pagara las farmacias», retando a los presentes a que le dijeran «un solo municipio donde se cerraran las urgencias en esta región». «Este consejero -además- fue un auténtico defensor del modelo de farmacia». «Señor Echaniz -le contestó Valerio-, intento cerrar las urgencias rurales de Chiloeches, Hiendelaencina y el Pobo de Dueñas, y los puntos de atención continuada de Almonacid, de Budia y de Tamajón, pero no pudo porque el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha admitió un recurso de la población. No pudo usted porque se lo prohibió los tribunales y hubo una suspensión cautelar de dicha decisión». En definitiva, tablas.
La otra gran cuestión local planteada directamente por la moderadora a todos los candidatos fue la de trasvase sí o no, pidiendo una respuesta concreta. Sorprendentemente, tres de los cuatro candidatos contestaron afirmativamente y sólo una dijo que no. PP y Ciudadanos defendieron al unísono la puesta en marcha de un Plan Hidrológico Nacional consensuado tanto por partidos como por regiones. Echániz, en este sentido, rescató el viejo plan del PP de trasvasar agua de las cuencas del norte. «El agua como política de estado necesita generosidad y solidaridad», manteniendo que «las cuencas cedentes tienen que tener sus necesidades cubiertas», misma condición que pone Mari Ángeles Rosado en nombre de Ciudadanos. Por su parte, el candidato de Unidas Podemos dijo estar también a favor del trasvase «siempre que el pantano esté a rebosar», introduciendo en este bloque el problema del cambio climático y el problema de la calidad de agua de la provincia «mala en mi Mancomunidad, la del Tajuña».
El único «no» rotundo a la pervivencia del trasvase Tajo-Segura fue el de Magdalena Valerio: «Dije no pero con cabeza», buscando alternativas al Levante español. «Tenemos que ser solidarios pero primero con nosotros mismos», afirmó la candidata socialista apostando por más desaladoras en el Levante y terminar cuanto antes con el trasvase. Aquí también lo tenían a huevo sus otros tres rivales. «Este Gobierno es el que más agua ha sacado del pantano. 17 trasvases en 17 meses» le echó en cara el popular a la socialista, que además, y para más inri, ha participado activamente de sus aprobaciones como miembro del Consejo de Ministros.
Se trataron otros temas más de carácter general y se dejaron en el tintero otros de carácter provincial que están pendientes de que el gobierno central los ejecute, pero una hora y cincuenta minutos dan para lo que dan. Aun así, menos da una piedra. Por tanto, enhorabuena a los organizadores y a los candidatos participantes por dar esta oportunidad a los votantes del próximo domingo a conocer las posturas de unos y otros y colaborar en la medida de lo posible en la toma de decisiones necesaria del próximo domingo. ¡Que ustedes lo voten bien!
¿Ha contribuido el debate a proyectar mejoras en servicios, infraestructuras y calidad de vida de los ciudadanos de la provincia?
No se ha hablado de corrupción y la hay.
No se ha hablado del papel de las Diputaciones y la de Guadalajara es manifiestamente mejorable en la prestación de servicios a los municipios, siendo que además gasta muchísimo en sólo mantener su propia estructura, incluido y sobre todo personal perfectamente prescindible.
¿Se ha hablado de la cualificación de los políticos, de su experiencia vital -excluida la relacionada con el tiempo que llevan en política- y de su capacidad de servicio?
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