Por Sonsoles Fernández Day
No sé si también lo han notado, pero a mí me da la impresión de que anda la gente nerviosa, algunos algo deprimidos y otros yo diría que hasta de mal humor. Será porque las fechas navideñas no gustan a todo el mundo, porque las compras nos estresan y agobian mientras se nos echa el tiempo encima, porque aún no tenemos ni pensado lo que vamos a poner de cena y de comida en los días señalados, o porque las futuras obligadas reuniones familiares están crispando los nervios a más de uno. Habrá reuniones en las que la falta de esa persona especial resulte demasiado triste, y habrá otras en las que aflore de lo más hondo el instinto asesino después de aguantar un rato al pariente insufrible.
Una vez acabada de poner la decoración navideña en casa, todo es trabajo y obligaciones. Y así seguirá hasta que se pasen las fiestas. Mucho estrés para ser tiempo de paz y armonía. Me consta que hay gente que se salta todas estas celebraciones y pasa absolutamente de todo. Puede que estén en un nivel superior y los demás seamos unos inconscientes, pero ahí estamos. A ver quién es el guapo que se presenta sin regalos el día 25 de diciembre diciendo que ha evolucionado.
No sé si porque han aprovechado para pillarnos distraídos en esta vorágine pre-navidad o porque es a ellos a quienes se les echa el tiempo encima, en estos días, el Ayuntamiento de Guadalajara, en su afán improvisador, ha lanzado una encuesta a los guadalajareños preguntando cómo queremos las Fiestas. La encuesta no es vinculante, para empezar, no es anónima, cuidadito con los comentarios, y no va a servir para nada. O sí. Servirá para justificar las medidas que tomen porque es más fácil decir que así lo ha querido la mayoría. Desde el 2008 que se creó el Recinto Ferial al otro lado de la A2 con el gobierno del PP, el PSOE ha estado reivindicando recuperar el eje Concordia – San Roque – Adoratrices – calle Ferial – Fuente de la Niña para las Ferias de Guadalajara. Volver a traerlo al centro de la ciudad. Con lo que han crecido las peñas, que ya no ocupan locales sino carpas, a ver dónde pretenden meterlo todo. Lo que no parece recordar este gobierno es que el traslado se hizo por el tesón y el empeño de unos vecinos desesperados que emprendieron esa guerra simplemente porque no podían dormir. Se creó la Asociación de Vecinos del Ferial con gente del barrio, con todo su derecho a quejarse, agotados por las noches en blanco, por el ruido y por el mal olor. Al principio era solo la feria, luego el auditorio y en los últimos años, haciéndose ya del todo insoportable, las peñas. Me acuerdo bien de aquella guerra porque estaba mi hermana Anna metida hasta el cuello y no pararon hasta que lo consiguieron. Su lema era ‘Tengo el auditorio en mi dormitorio’. Ya ven, tan simple y tan ilustrativo. Ahora tenemos una verbena en cada parque y en cada plaza de la ciudad. Habrá que ver quién gana esta batalla, los que disfrutan de las Ferias o los que las padecen. Se lo pueden imaginar.
También nos podemos suponer que será en las pistas de atletismo donde se celebren los conciertos. Eso no cambiará. Me descoloca mosquearme por las ferias de septiembre en tiempo navideño, lo reconozco. Un estrés añadido a lo que ya llevamos encima. Y yo que quería escribir de la manera de escapar del estrés en estas fechas y llevo más de quinientas palabras encendida.
Un par de respiraciones profundas y vamos con ello. Mis más eficaces vías de escape son dos: las amigas y el deporte. Tengo que ponerlo en ese orden que, si no, mis amigas me matan. Esto no es que lo diga yo, son teorías corroboradas por serios estudios científicos. Hay un estudio de las Universidades de Oxford y Yale que dice que el ejercicio da más felicidad que el dinero. Las endorfinas que segrega el cerebro durante y después de realizar ejercicio físico nos hacen sentir felicidad y bienestar emocional, se amortigua el estrés y disminuye la ansiedad. Maravilloso. A mí me ha dado por correr, ya lo saben, y lo recomiendo. Aprovecho para felicitar a la organización de la Media Maratón de Guadalajara que se celebró el pasado domingo. Un gran trabajo. Para próximas ediciones, una sugerencia: si se pudieran sustituir las botellas de agua por vasos de cartón servidos sería un ahorro y mucho más ecológico. Y dejo ahí el tema ecología/contaminación o me voy a tener que salir a hacer unos kilómetros.
Resulta que hay otro estudio también de la universidad de Oxford, que dice que las mujeres necesitan quedar al menos dos días a la semana con sus amigas para gozar de buena salud. No se obtiene el mismo resultado por chatear o hablar por teléfono. Las endorfinas aumentan y por ello, la felicidad, cuando la interacción es frente a frente. Si lo dicen en Oxford por algo será. Nada como una reunión de amigas para quitarse el estrés y venirse arriba. Que no se enfaden los señores que tiempo para ellos también tenemos, al igual que para la familia. Estamos hablando de vías de escape, de comunicación entre iguales y de entenderse con pocas palabras. Esta teoría no necesita más argumento que la experiencia de haber pasado muchas tardes reunida con buenas amigas. Eso es un tesoro. Se lo recomiendo todavía más.
Y liberados ya del estrés solo me queda desearles una Feliz Navidad. Amor, salud y paz para todos.