Por Pablo Vázquez
El Quabit le regaló a su afición el primer triunfo del año 2020. Romanillos firmó el tanto de la victoria cuando solo restaban 30 segundos en el crono. Antes, los morados habían tenido una actuación más que destacada con un estelar Pablo Paredes.
Arthur Pereira y Adrián Rosales en un lance del juego. Foto: BM Guadalajara (Iván Balkiz).
Victoria clave para el Quabit
El Guadalajara afrontó la 18ª jornada de la Liga Sacyr ASOBAL con ganas de poner tierra de por medio con respecto al descenso. No defraudó el equipo de Mariano Ortega, que se imponía al Viveros Herol Balonmano Nava por un gol de diferencia (22-21) y sellaba su primera victoria del presente año. Romanillos fue el encargado de ejecutar al conjunto segoviano a falta de medio minuto, eso sí, con polémica arbitral por una última jugada en la que el Nava reclamó exclusión y un lanzamiento a favor desde los siete metros cuando el tiempo ya estaba casi cumplido.
El Quabit dejó en el David Santamaría los que fueron probablemente sus mejores minutos de la temporada. Esto en la primera parte, ya que en la segunda el Balonmano Nava supo reaccionar para poner contra las cuerdas al conjunto alcarreño. Los de Daniel Gordo se vieron por delante en el marcador en los instantes finales, pero dos goles postreros de Dariel García y de Jorge Romanillos dejaron los dos puntos en tierras alcarreñas.
La primera media hora tuvo, por encima del resto de jugadores, un destacado: Pablo Paredes. El lateral izquierdo se fue al descanso con cuatro anotaciones en su casillero para erigir el liderazgo morado del primer acto. También cabe mencionar su actuación defensiva, que se complementó muy bien con Serradilla frenando los ataques del Nava. Saeid Barkhordari estuvo también inmenso, hasta tal punto que Mariano Ortega no hizo el cambio de portero habitual al descanso y Jota Hombrados se quedó sin jugar.
La velocidad en transición del Quabit hizo mucho daño al Nava, que solo vio en la figura del portero Lamariano un resquicio para seguir agarrándose al partido antes del paso por vestuarios. En ataque, Agustín Casado inquietaba al Guadalajara -acabó el encuentro con cuatro goles- pero en el primer cuarto de hora el cuadro visitante solo era capaz de ver portería en tres ocasiones. Los morados llegaron a estar seis goles por encima en el marcador, pero el Nava se reenganchó al partido para dejarlo vivo al descanso (12-8).
El Nava apretó de lo lindo al Guadalajara tras el paso por vestuarios
La distancia de cuatro tantos se mantuvo en el luminoso en el primer parcial. Sin embargo, la salida a pista de Rodrigo Pérez dio otro aire a un Nava que poco a poco se iba acercando. Pese a que Saeid Barkhordari seguía mostrándose inspirado defendiendo su arco, los segovianos cada vez generaban más ataques y frenaron la hemorragia defensiva que les había tenido contra las cuerdas en el primer tiempo.
Se iba viniendo poco a poco arriba el Nava hasta tal punto que iba a llegar el empate. Los goles de Rodrigo, sumados a la inspiración de Baptista, eran culminados con un tanto de Darío Ajo a falta de cinco minutos para igualar el partido (19-19). Volvían los fantasmas al David Santamaría, con un Guadalajara que volvía a sufrir una «pájara» habitual en los de Ortega esta temporada y que le dificultaba la victoria.
Lo peor era cuando el propio Rodrigo Pérez hacía el 20-21, que desataba la euforia de los seguidores segovianos en el graderío. El entrenador del Quabit se veía obligado a llamar a filas a sus pupilos para corregir la mala actuación de la segunda mitad. Afortunadamente para los alcarreños, el Nava ya no volvería a perforar las mallas de Saeid y vería como el Guadalajara acababa el partido por delante en el marcador.
Primero era Dariel García, que metía un gol prácticamente sin ángulo con un minuto en el crono. Con el choque empatado, el éxtasis llegaba al Santamaría con el gol final de Jorge Romanillos. El canterano batía a Yeray Lamariano y dejaba el partido muy de cara para los locales. Pese a ello, aún quedaría un ataque para el Balonmano Nava, que protestaría un lanzamiento desde los siete metros sobre uno de sus jugadores ante los árbitros, pero que estos solo concedían un golpe franco que se quedaba en nada.
Con este triunfo, el Guadalajara rompe una dinámica de cinco partidos sin ganar y le saca cuatro puntos a los puestos de descenso.
El hexágono de Guadalajara 