Por Pablo Vázquez

Vista frontal de la iglesia de Salmerón. Foto: verpueblos.com
El coronavirus, como en cada municipio, ha obligado a paralizar todo tipo de actividad prevista para las próximas semanas. Ahora, Facebook se ha convertido en su principal herramienta para poder seguir incentivando todo tipo de actividades culturales. Los vecinos lo hacen a través de un grupo existente en el pueblo, con retos virtuales que les permiten mantener su identidad a través del conocido «Reto Salmeronense».
La Asociación Cultural CEAR, la Asociación de Jubilados de Salmerón y la Asociación de Mujeres Virgen del Puerto se reunieron de forma virtual el pasado 20 de marzo. La decisión que tomaron fue la de cambiar su plan de actividades ante un parón tan excepcional como obligado que es el causado por el coronavirus. Sin embargo, las actividades culturales permanecían en la agenda como algo fundamental e ineludible, y rápidamente se pusieron manos a la obra para poder llevarlas a cabo.
La solución estaba en Facebook, una red social que les permitía establecer una serie de retos virtuales que tuviesen que ver con sus tradiciones y, en definitiva, con la propia identidad de los vecinos. Se instauraba el «Reto Salmeronense» el mismo día 20 de marzo: había que subir vídeos de recetas de cocina que les recordasen a sus autores a la villa.
La propuesta fue todo un éxito, pero mayor iba a ser aún el segundo challenge que se iba a proponer. Las dotes culinarias de los vecinos de Salmerón daban rosquillas, torrijas, sopas de ajo e incluso migas como resultado. Ante la buena acogida que había tenido, las asociaciones anteriormente mencionadas decidieron lanzar una segunda propuesta sin saber el triunfo que se les iba a venir encima.
Esta vez era más fácil de realizar, sobre todo para aquellos que no se atrevían a ponerse delante (o detrás) de la cámara. Ahora había que escribir relatos que fuesen alegres sobre recuerdos y rincones de Salmerón. Eva del Pozo, una de las organizadoras y miembro de la Junta Directiva del CEAR, hablaba así de esta iniciativa: «El éxito está siendo rotundo, en solo 4 días hemos publicado más de 30 relatos de muchos vecinos de Salmerón, expresando sentimientos, olores, sensaciones y rincones de nuestro pueblo de diferentes épocas», asegura.
Gracias a las palabras de los vecinos, se ha viajado a la escuela de los 60 con los “cepotes” que llevaban los niños para la estufa de la escuela, a las travesuras de esconder la pescadilla en una gatera de la Cuesta Pina, a los interminables viajes en un Seat Panda, a las celebraciones religiosas en la iglesia del pueblo… y al vacío que se queda en el cuerpo cada verano que abandonan Salmerón. Óscar Balcones cree que les está ayudando a darse cuenta «que en Salmerón, vivas o no en él, todos tienen historias que les llevan a él, todos forman parte de Salmerón».
Ángela Adalid, miembro de la Asociación de Mujeres Virgen del Puerto, habla de «revivir sentimientos y emociones y darnos cuenta de lo que de verdad importa», además de entretenimiento y poder conocerse mejor entre los habitantes del pueblo. Son unos relatos que están disponibles para su visualización en el grupo de Salmerón. Además, se pueden descargar de forma gratuita en PDF en el blog de la Asociación del CEAR.