
La calle Bardales, epicentro del barrio. // Foto: La Crónica
Por Patricia Biosca
¿Se acuerdan del primer Gran Hermano? Ese en el que Mercedes Milá no se cansaba de decir que era un “experimento sociológico” de primera índole que ya lo habría querido para sí Muzafer Sherif, padre de la psicología social. Todos sabíamos que en realidad aquello era una patraña para ganar dinero, pero lo decía con tanta convicción que, oye, al final el mensaje calaba. Así que ahora, cuando quiero hacer algo que sé que en realidad va en beneficio propio pero podría sacar algún tipo de enseñanza social -al menos, para justificar la vanidad-, me hago un “Mercedes Milá” y lo llamo experimento sociológico. Y aunque debería callarme este extremo, creo que conocen que se me hace cuesta arriba mentir, así que dejo las cartas boca arriba y encima de la mesa. El título del estudio que esbozaré a continuación será: “Bardales y el ocio en Guadalajara tras la era Covid-19: terrazas, gel, alcohol y poca separación”. Sigue leyendo