Yo nací bebé

Por Rafaella Corrales Grande. (*)

162120282_1895598313911828_7367294171366892244_o

Yo nací bebé, como nos recuerda Roberta Marrero en su libro “El Bebé Verde”. Pues eso, nací bebé y me hizo falta tiempo para saber que, además de bebé, también era una mujer. Mi entorno no me reconocía como yo era, y sin embargo no tuve, o no la encontré hasta mucho más tarde, la forma de mostrarme, la mayor parte de mi vida nadie me reconoció mujer.

El desconocer lo que es vivir acorde a tu sexo-género hizo mi existencia dentro del armario soportable, aunque no mitigaba el dolor que sentía en mi intimidad. Pude sobrevivir transitando los espacios periféricos de esta sociedad, muchas veces puse en grave riesgo mi integridad, conviví con pandemias que en teoría solo afectaban a unes pocas desheredades. Hoy sufrimos una todes, sabemos lo que significa y su dureza.

Caminé al principio buscando referentes con los que construir mi identidad, reconocí a mis iguales allí donde la sociedad enviaba a les disidentes de género. Cuando apenas se utilizaba la definición de transexual y se nos determinaba como travestis u otros apelativos más despectivos: mariquitas, desviados, engendros… lindezas, todas,  del mismo tipo, fue con elles, con todas las personas interpeladas e insultadas, con las que comencé a sentir y ser; inicié mi construcción y mi reconocimiento. Las transiciones son particulares y diferentes para cada une de nosotres: une hace su transición cuando está preparada para gestionar su propio proceso, algo en apariencia tan sencillo y tan complejo.

Durante los periodos de oscuridad identitaria también fui feliz, conocí el amor de una gran mujer y me hizo sentir amada, tenemos una hija que es y será mi fuerza para el resto de mis días. Mi búsqueda identitaria permaneció en mi intimidad. En cierta manera había renunciado a conseguir mi desarrollo personal, o eso creía que había hecho, hasta que me di de bruces con mi yo escondida. El motivo podía haber sido cualquiera, pero fue la pérdida de un ser muy joven y muy especial lo que me llevó a cambiar mi vida. Decidí, con una claridad absoluta que, si bien no había vivido como yo era, moriría como lo que soy: una mujer trans.

Me sumé a la huelga de hambre, estos días atrás, sabiendo que es una medida de extrema gravedad y que podía haber puesto en riesgo mi vida. Lo hice porque no hay más tiempo, es urgente que nos sean reconocidos los mismos derechos que el resto de ciudadanes de este país. No queremos seguir sufriendo agresiones por parte del estado ni por parte de nadie. Somos un colectivo vulnerable, hay vidas en juego. No somos un sentimiento ni un debate (ni en el feminismo ni en el Estado). Somos una realidad que no se puede ni debe marginar, queremos ser en libertad ciudadanes de la misma categoría que les demás.

El borrador que se registró el 17 de marzo, para la igualdad real de las personas transexuales, es para nosotr@s una ley vital. Reconoce la autodeterminación de género, principio jurídico que ha alcanzado rango de Derecho Humano fundamental. Es la herramienta que va a posibilitar que las personas trans seamos sujetos de derecho y también permitirá a l@s menores, que les urge más que a nadie, su autodeterminación a partir de los dieciséis años, uno de los puntos más polémicos de la ley.

Quienes conocemos los procesos y la infancia trans sabemos la imperiosa necesidad de proteger al menor ante una posible oposición de sus padres y de la sociedad. También es la ley en la que las personas no binarias (las que no se identifican ni como mujeres ni como hombres) tendrán reconocida su identidad con una tercera casilla; es la ley que no olvida a les migrantes. La ley que despatologiza, como ya lo hizo la OMS. Una ley, sí una ley, por fin, que nos dé servicios sanitarios y no necesariamente psiquiátricos. Es una obviedad, pero somos seres humanos.

El 17 de marzo se registró en el Congreso de los Diputados la conocida como Ley Trans después después de que los sucesivos intentos por parte del Ministerio de Igualdad de que prosperase como Propuesta de Ley no tuvieran el respaldo del Consejo de Ministros. El texto cuenta con el apoyo de ERC, CUP, Más País/Equo y Compromís.

B3135365462047ED8979687EA8D34F71
(*) Rafaella Corrales Grande es mujer trans y además activista. En la actualidad es concejala en el Ayuntamiento de Tórtola de Henares.
Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.