
Por Gustavo García
Difícil volver a mantener de una manera constante el contacto con este extraño, pero a la vez, apasionante y frenético mundo de la comunicación. Y, más después de varios años alejados de este mundillo. Sin embargo, aquí estamos de vuelta. Se puede de decir que esto es así, aunque tampoco es que, en el fondo, nos hayamos ido nunca del todo.
Es cierto que las preocupaciones y el día a día vienen siendo otros desde hace tiempo en nuestro quehacer, aunque, no lo es menos, que el estar informados y saber lo que ocurre en todas partes, sobre todo, a nuestro alrededor, nunca se nos olvida. Igual que juntar unas cuantas letras. Algo en lo que hemos estado afanándonos media vida.
La fórmula sí que es diferente a lo que veníamos haciendo en la mayor parte de nuestra trayectoria periodística. Si lo habitual era buscar casi siempre los, muchas veces, complicados resquicios de la actualidad diaria sin que se nos pasase ni un detalle, en El Hexágono ya sabemos que de lo que se trata es de darle forma a la misma. En definitiva, buscar la opinión. Un género éste, que, como decían los mentores de este blog, allá por el año 2012, en general se estilaba poco en esta provincia de Guadalajara entre los profesionales de la comunicación. Una plaza difícil para este campo por la cercanía que supone el estar en contacto con los sectores y sus responsables en los distintos aspectos de la sociedad, la política, la cultura, la economía o el deporte. Una ciudad y una provincia de este tamaño es la desventaja que tienen, frente a otras características que la hacen más envidiada, por el contrario y precisamente por esa peculiaridad. Y, aquí me gustaría dedicar unas palabras de agradecimiento, como periodista, como amigo y como lector interesado en lo que ocurre por estos lares, a la valentía y el acierto que tuvieron aquellos creadores de este post, encabezados por la pareja Madrid-Clemente o el propio Abraham Sanz, entre otros. Eso sí, sin olvidar a todos los compañeros que han seguido y continúan su estela durante todo este tiempo. Un mérito que es de todos por la loable tarea realizada, junto a su magnífico trabajo y dedicación.
Por nuestra parte, ya hemos hecho aquí alguna colaboración esporádica como firma invitada. En cambio, la responsabilidad es diferente ahora para estar, desde hoy, cada martes con ustedes en esta casa que tan amable y cariñosamente nos recibe. Intentaremos estar a la altura de todos cuantos vienen haciendo de este blog una de las referencias de la Guadalajara crítica de la última década. De hecho, conozco bien la profesionalidad de mis compañeros en este periodismo de proximidad que se hace por esta zona del centro de España y les aseguro que el nivel es elevado.
Cómo no, mi agradecimiento, admiración y deseos de que su trayectoria profesional continúe en auge a la After Eight Patricia Biosca, inmediata predecesora de estos martes opinadores en los últimos cuatro años. El listón está alto, aunque los retos están para asumirlos. La visión más alejada que tienen de nosotros los oriundos (como ella se considera), incluso, aún mejor los foráneos, nos sirve muchas veces para mirarnos el ombligo y, así confirmar o revocar típicos y tópicos que nos peculiarizan en esta impredecible tierra de Castilla. Algo que nos puede hacer reflexionar sobre nuestra forma de ser y de actuar si con esto mejoramos como personas. Y, como ella misma también mencionaba en su último post, llegamos ahora a este ‘rincón de libertad’ que es El Hexágono para analizar con mirada crítica y coherente lo que rodea a Guadalajara. Si servimos de algo a alguien y coincidimos en las opiniones con muchos, mejor que mejor.
Seguimos la estela, continuamos aprendiendo desde la humildad, nos renovamos y estamos de vuelta, pero no en sentido peyorativo, sino en el más saludable que tiene la palabra. Esperamos que sea para bien y del gusto de todos.