
Asociaciones sin ánimo de lucro como las protectoras de los caninos hacen que el mundo comience a dar un paso para su mejoría y avance hacia un cambio sustentable.
La asociación La Camada de Guadalajara está de fiesta, puesto que celebra su XX aniversario con la alegría de saber que seguirá este proyecto, que por supuesto ha mejorado con los años y ha hecho que la ciudad sea mas participativa. Desde que comenzó un mes de junio con la iniciativa de esta labor social para animales, hemos podido disfrutar hasta de un desfile perruno el pasado 18 de septiembre en el parque de la Concordia, que conmemoraba su tercera edición en la capital alcarreña.
El pasado 7 de octubre tuvo lugar en el salón de actos del centro San José la VII Gala Benéfica en la que se recordaron y compartieron sentires y momentos emocionantes de toda una trayectoria. En esta velada se contó con la actuación del grupo Fauna, el grupo teatral Ultramarinos de Lucas y la violonchelista Carmen Rutete y se consiguió emocionar a los asistentes con las anécdotas e imágenes de la historia de este proyecto desde su apertura hasta nuestros días.
En estos veinte años de gestión el Centro Municipal de Animales Abandonados de Guadalajara ha conseguido recaudar ayuda tanto económica como personal, de parte de los vecinos que han abierto sus hogares para ofrecer una vida mejor a seres que necesitaban una nueva oportunidad. También el albergue se encarga del cuidado y la atención de los perros y gatos y gracias a este seguimiento de atención se ha podido acoger a los bichos de cuatro patas que estaban sin hogar, perdidos o abandonados.
Como decía el gran Mahatma Ghandi “La grandeza de una nación puede ser juzgada por el modo en que tratan sus animales”. En nuestra ciudad se puede seguir colaborando con un donativo libre o además, con la opción de visitar a uno de estos animales con la ventaja de poder hacerle compañía sin la necesidad de tenerlos todo tiempo en casa si no se dispone del tiempo suficiente. La labor social que La Camada realiza es tan fuerte que a veces no es posible detallarlo en palabras.
La Camada está de enhorabuena y desde aquí mandamos nuestra gratitud porque ellos no pueden hablar pero quien pasea con ellos por las calles o tiene un gato en su domicilio sabe que el amor incondicional que ellos aportan es para ser experimentado. Si ellos te necesitan, acudir al Albergue es una forma de responder a la llamada de que siempre hay tiempo para poner un compañero en tu vida. Responder con un agradecimiento eterno a los que se permiten amar incondicionalmente y los que saben que en la naturaleza encontramos la maestría. Felicidades eternas a la Camada de cariño que todos los voluntarios y los directores del proyecto han aportado para hacer que sea posible. Porque si «ayudas a que el mundo esté sin animales abandonados también te ayudas a ti».
Ana Belén Gutiérrez Puente