Por Ana Belén Gutiérrez Puente

“El futuro es incierto… pero esta incertidumbre está en el corazón mismo de la creatividad humana” afirmó Ilya Prigogine, físico, químico, sistémico y catedrático universitario belga. Y mucha razón poseía ya que esa capacidad de creación ante las necesidades siempre fue fabulosa para inventar y hacer fluir el arte.
Sin embargo, en tema de asuntos sociales del Estado, las medidas creadas ante las necesidades son intentar favorecer a la sociedad, aunque como siempre, no a toda. Y parece ser que este tipo de ayudas, como demuestra el recorrido histórico de otros países, es una especie de arreglo o salida para que las personas no se atrevan a emitir protestas o promover quejas ante los mandatarios.
Entre la asistencia para la sociedad víctima del cambio, a lo largo de este periodo anual, encontramos ayuda para transporte ferroviario gratuito, bonos de ayuda para el pago de facturas eléctricas, de agua y de alquiler, una ayuda de 200 euros emitida por el Ministerio de Hacienda y el novedoso socorro de 200 euros para comida.
Esta semana el Gobierno aprueba una última medida ante la situación de crisis antes de que acabe el año, pero que no deja que desear, ya que se trata de un pago único de la cantidad de 200 euros que deberán estar destinados a alimentos básicos. La ayuda, publicada en el BOE, es motivo de desconcierto para unos y buenas noticias para otros. Los debates políticos son variados y en muchos casos conflictivos, pero todo apunta a que la sociedad, que está en desacuerdo con muchos aspectos de la actualidad, con este tipo de medidas hacen que se mantenga callada y sometida con tal de recibir una cuantía económica.
“La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo”, decía el escritor Eduardo Galeano en una de sus entrevistas, y es que es cierto que el beneficio no es para todos por igual, pero el ser solidario en estos tiempos donde nunca las cosas fueron tan caras, es el mejor momento para compartir entre iguales.
La información que a día de hoy se nos ha esclarecido es que para acceder a este cheque-ayuda que se pone a disposición desde el 15 de febrero de 2023 hasta el 31 de marzo del año que viene, habrá que tener residencia fiscal en España y contar con una serie de requisitos. Entre los que se encuentran: haber realizado una actividad por cuenta propia o ajena en la Seguridad Social o haber recibido una prestación por desempleo y no haber superado los 27 mil euros anuales brutos por hogar y no tener un patrimonio mayor que 75 mil. Con todo, esta ayuda se abonará en un solo plazo y no será posible para personas que estén recibiendo la solicitud de mínimo vital.
Si Hacienda deniega el pago, luego se podrá reclamar; una vez que la Agencia Tributaria notifique la resolución, habrá diez días para entregar documentos y justificantes que avalen el derecho al cheque.
Además, otro procedimiento que ha sido anunciado es la bajada de los precios correspondiente a la disminución del IVA en los alimentos básicos, algo que tampoco anuncia una solución real a los problemas económicos o de consumo ya que la variación continua está asegurada.
Y el año 2022 hace su cierre con un diagnóstico incierto y una revisión anual de una gran crisis energética en la gasolina, argumentada en una guerra que afecta al continente europeo pero que nada puede hacer frente a las potencias China, Americana o Rusa.
“Hay que aprender a enfrentar la incertidumbre puesto que vivimos en una época cambiante donde los valores son ambivalentes, donde todo este ligado. Es por eso que la educación del futuro debe volver sobre las incertidumbres ligadas al conocimiento” son palabras de Edgar Morin, a las que podíamos añadir que se debe de dar una importancia primordial a la educación y no tanto a los intereses económicos, ya que los Gobiernos piensan que por ofrecer dinero a los ciudadanos todo se soluciona. Pero la raíz reside en el mundo educativo, el poder vivir en un mundo donde los más pequeños no tengan que pasar por carencias y por tanto, por crisis de este tipo.
Así, el lado positivo de esta incertidumbre es que cualquier acontecimiento puede pasar, y entre lo que nos espera, algo vendrá positivo, mismo que no lo esperemos. Después de casi dos años de pandemia de la cual no sabemos su curso y de un aumento de gasto exagerado en la lista de la compra de los hogares españoles, esperamos el 2023 con amor, ya que encontrar cosas buenas en un mundo de incertidumbre, con pasión, deseo y bondad es la medicina del corazón complacido.