Ana Lozano: “Es muy doloroso ver dónde llegué y pensar que, quizá, nunca pueda volver”

Por Mario del Amo

Ana Lozano extasiada tras una carrera. Fuente: ABC

La atleta alcarreña, mundialista, campeona de Europa de selecciones y campeona de España de 5.000 metros, entre otros muchos logros, ha estado más de dos años sin poder competir por unas dolorosas molestias en la inserción del talón de Aquiles. Un relato a corazón abierto en el que habla sobre salud mental, la importancia de acudir a un psicólogo, de un entorno sano y, además, sobre un posible retiro que ha rondado su mente.

“Cuando las cosas van mal también hay motivos para sonreír porque hay gente que siempre va a estar ahí”. Esta fue la respuesta que aún recuerdo de aquella entrevista previa a la pandemia, unos meses antes, en la que estaban presentes Ana Lozano y Javier Cañadillas, en uno de los vestuarios de la Fuente de la Niña. “La gente más cercana, mi entrenador no se ha separado de mí en todo este tiempo, salvo cuando yo se lo he pedido, él sigue trabajando para que volvamos, mis amigas, mis amigos me han ayudado mucho a desconectar y, en realidad, me viene muy bien tener gente fuera del deporte porque me permite tener una vida fuera de él. Todo mi grupo de entrenamiento y el entorno atlético a nivel nacional me ha dado mucho apoyo. A mi sponsor, Adidas, que la Federación haya puesto a sus profesionales de la salud a mi disposición también hace que no lo quieras dejar”, han sido las palabras de agradecimiento de la alcarreña tres años después de todo lo actontecido. Todo ha cambiado.

No es solo llegar a la élite sino permanecer en la cima de cualquier disciplina deportiva. Los resultados, en categorías profesionales, comienzan a ser la base sobre la que establecer el relato de éxito o fracaso. El cuerpo y la mente tienen que formar un tándem sinigual. La gente se olvida, por un momento, de todo lo que se ha logrado antes de formar parte del Olimpo de los atletas, de las innumerables horas sobre la pista, en el gimnasio o de los infinitos kilómetros recorridos. Solo importa el presente. Pero los factores externos a las personas gozan, desgraciadamente, de gran trascendencia en el deporte. Una mala pisada, un accidente, una operación o una lesión pueden provocar que tu carrera dé un giro de 360 grados.

Ana Lozano, bronce en los Juegos del Mediterráneo. Foto: RFEA

Como en el caso de la fondista revelación de 2017. Ana Lozano del Campo (Guadalajara, 1991), licenciada en Biología entre 2009 y 2013, con un Máster sobre Biología Evolutiva cursado en Holanda, Alemania y Francia y otro de Comunicación de la Ciencia cuyo trabajo final trató sobre cómo se estaba abordando la obesidad infantil desde la actividad física en Guadalajara, fue mundialista, campeona de Europa de selecciones, campeona de España de 5.000 metros y ostenta tiempos de récord en la historia del atletismo nacional, pero unas dolorosas molestias en la inserción del talón de Aquiles le han mantenido alejada de las pistas durante largos y eternos días.

“Cada cierto tiempo me gusta preguntarme muy sinceramente a mí misma si quiero seguir. El atletismo es una forma de vida, muy única, muy exigente y yo en la vida tengo muchos intereses, he pasado etapas de menos motivación, como todos los deportistas, siempre he intentado ser sincera y me he dicho: ‘A lo mejor es momento de dejarlo’. Esta vez ha sido una de esas etapas. Pero la respuesta siempre es que no, que no quiero dejarlo. No sé si voy a poder competir a un nivel alto porque son muchos meses de trabajo pero yo quiero ser capaz de correr en vida. Correr, para mí, es muy importante como forma de vida, así que voy a seguir intentándolo, voy a intentar volver a la élite pero, si no lo consigo, este trabajo me va a ayudar a poder volver a correr, aunque sea por disfrutar”, comienza indicando la alcarreña a ‘El Hexágono’.

Cualquier zapatilla que me ponía me causaba inflamación y dolor”

“Mi carrera deportiva, desde bastante joven, ha tenido sus baches. De joven fue por una anemia, nunca he tenido una carrera limpia de lesiones pero, esta última etapa, ha sido durísima. Después del año tan maravilloso que fue 2019, cuando aposté al 100% por el deporte y me salió muy bien, desde entonces no he tenido ninguna temporada libre de lesiones y no he podido volver a rendir al máximo. Han sido diversas, además de muy distintas, pero nunca sabremos hasta qué punto pueden estar relacionadas porque, en parte, no soy una atleta muy fuerte y, como tuve una amenorrea (ausencia de la menstruación) durante seis años, por el estrés, es un factor de riesgo enorme. Las lesiones óseas que he tenido quizá puedan deberse a eso pero, las tendinosas, quizá, por falta de fuerza. Esta última, por la que me tuve que operar en junio de 2021 (calcaneoplastia) debido a unos dolores en la inserción del Aquiles que comenzaron en agosto de 2020”, continúa Lozano.

En la actualidad continúa combatiendo con ese dolor, molesto y permanente a la vez, pero afirma que ha aprendido a correr con él, algo de lo que, antes, “no era capaz”. “De hecho, este verano, al ver que seguía en la casilla de salida, le di un par de vueltas a todo y me replanteé muy seriamente si seguir. Cuando yo me puse a mí misma en la tesitura de dejarlo lo pasé fatal porque yo no quería, no quería que el deporte me obligue a parar, quiero ser yo la que decida cuándo dejarlo. Este verano ha sido muy difícil porque me estaba viendo obligada a abandonar un deporte que no quería dejar. Mi mánager, a final de verano, me dijo de ir a probar con un fisio nuevo en Madrid. Los dolores desaparecieron en la primera sesión, fue increíble. Tuve que competir por correr con mi club y, a raíz de ahí, he tenido molestias y el dolor ha vuelto. Ya lo conseguimos una vez y esperemos acabar con esta molestia de nuevo. Tengo muchas ganas de ir entrenando más, de ir cogiendo forma y ojalá competir este año por fin”, añade.

«No quería que el deporte me obligara a parar, quiero ser yo la que decida cuándo dejarlo«

Ana Lozano, en su primera carrera con la camiseta de la selección española. Fuente: @@AnaloCL

Aunque sin fecha para regresar a la competición, estrena la nueva temporada con nuevo equipo. Abandona el club de Adidas, aunque continúa con el patrocinio y regresa al Running Pinto Seoane-Pampín. “Llevaba cinco temporadas con Adidas y, como es una marca de élite, hay que tener resultados de élite, me han tratado y me siguen tratando de maravilla. Este año, aunque me renuevan con el material, confían en que las cosas vuelvan a ir bien pero dejo el club y es guay poder volver al Running Pinto. Es volver a casa, creo que es lo mejor que me podía pasar en esta época en la que me ha costado mucho salir de una lesión y necesito un poco de tranquilidad, aunque con la idea de volver a competir cuando pueda pero sin ningún tipo de presión tanto interna como externa”, indica Lozano. Por su parte, Javier Cañadillas sigue llevando las riendas del proyecto.

El dolor en la inserción de su talón de Aquiles comenzó de forma gradual tras el verano posterior al confinamiento. “Para mí, que los Juegos Olímpicos se retrasaran un año me alegró porque la vida me daba otra oportunidad, a 2020 no habría llegado ni de coña porque venía de lesiones anteriores. En ese año hice dos 5.000 miles pero se me empezó a inflamar mucho y lo que hicimos fue dejar de competir muy pronto porque estábamos pensando en Tokio 2021. Cuando se acerca un año olímpico todo el mundo es muy precavido. Fue imposible que me recuperara y, en el verano del 2021, mientras mis compañeros se iban a Tokio, yo estaba pasando por quirófano. Fue muy duro. Me he pasado dos años y tres meses sin competir. Desde las competiciones de agosto de 2020 he hecho muchísimos más kilómetros en bici estática que en carrera a pie, y a día de hoy sigo haciendo muchos entrenamientos sobre bicicleta estática”, señala la alcarreña.

La impotencia, el querer y no poder, la soledad de los entrenamientos y la interrogación ubicada al final del túnel provocó que, este verano, se replanteara abandonar el atletismo. “Me sentí muy derrotada, es muy duro. Hay que tener mucha motivación para ir al gimnasio cada día a subirte a una bicicleta estática. Psicológicamente es muy duro pero todo este tiempo he querido pensar que todo esto me está haciendo más fuerte. No puedo dejar de hacer deporte”, comenta.

«Es muy doloroso ver dónde llegué y pensar que, quizá, nunca pueda volver«

La alcarreña, con profunda admiración a Francisco Aritmendi e Isabel Muñoz, atletas locales con popularidad pero escaso reconocimiento, prefiere no echar la vista atrás, lo que les “ha hecho mucho daño desde que terminó la temporada de 2017”. “Hemos pasado por rachas en las que queríamos imitar lo que hicimos ese año para que volviese a salir así de bien, pero a la larga te das cuenta de que ese año tan bonito solo se vive una vez y es un recuerdo precioso. Ahora sé lo lejos que estoy de alcanzar eso. A veces da mucho vértigo. Es mucho mejor centrarse en el día a día, que es algo que me ha costado mucho aprender porque es muy frustrante ver todo lo que te queda por recorrer hasta llegar a un estado de forma de élite otra vez. Es mejor no pensarlo y hay que encontrar el disfrute diario. Siento que vuelvo a ser una corredora más que está aprendiendo a entrenar y a competir, prefiero vivir el atletismo como si estuviera empezando de cero por mi salud mental. Es muy doloroso ver dónde llegué y pensar que, quizá, nunca pueda volver. Fue un año muy feliz pero que, a veces, me ha causado mucho dolor. Es muy triste no saber si vas a volver a hacer algo así”, continúa Lozano.

La importancia del bienestar, físico y psíquico, y la de acudir a un psicólogo

“He pasado por distintos psicólogos deportivos. Lo curioso, cuando estás lesionado, es que, aunque trates con un psicólogo deportivo, acabas hablando de todo lo que te pasa en la vida porque te afecta a todo. Es tu vida la que no funciona. Ser atleta es una forma de vida y acabas hablando de problemas con los amigos, con la familia, con la pareja, contigo misma porque son épocas de mucha inseguridad, de muchos miedos, de mucha tristeza y, de hecho, incluso la última psicóloga ni siquiera era psicóloga deportiva porque yo necesitaba bienestar. Cuando tienes un problema que se alarga tanto y que para ti es importante acabas necesitando bienestar en todos los ámbitos de tu vida. Es fundamental el trabajo psicológico en un momento de lesión porque no me sentía capaz de afrontarlo yo sola. Tenía momentos de sentirme muy triste, muy perdida, muy sola alguna vez…”, recuerda la alcarreña, que lo único que lamenta de ser deportista es “no tener más tiempo para leer, estudiar, ir al cine o al teatro…”.

Ana Lozano celebrando uno de sus éxitos con la selección española. / Foto: as.com

Con 31 años y un extenso currículum decidió buscar trabajo en su ámbito. Desde septiembre desarrolla la comunicación científica de una empresa biotecnológica. “Me da mucha tranquilidad porque del atletismo no se puede vivir mucho tiempo aunque seas profesional y la seguridad que te da tener estabilidad económica me va a ayudar a rendir porque había una parte de mi cabeza que empezaba a preocuparse mucho por poder pagar el alquiler, la comida, no tener que volver a casa de mis padres y estoy muy contenta con la decisión. A día de hoy me estoy desarrollando deportivamente pero también profesionalmente”, recalca. Por lo que dedica las tardes a unos entrenamientos en los que solo realiza una única sesión que califica como “suficiente” debido a la amplia duración de esta.

«He estado mucho tiempo sola y es muy duro, he estado mucho tiempo alejada de mi grupo de entrenamiento«

“El atletismo me ha forjado el carácter. Ha determinado quién soy, el haber podido dedicarme profesionalmente al deporte sin salir de mi ciudad me ha permitido ser más cosas y tener una vida social al margen del deporte pero, inevitablemente, pienso todos los días, casi constantemente, en atletismo y este trabajo que estoy realizando de soportar etapas tan largas creo que me ha hecho una persona fuerte, trabajadora y me ha dado una confianza en mí misma que de primeras tampoco tenía. Socialmente, el practicar atletismo ha sido muy importante para mí porque he conocido a mucha gente. Cuando pierdes algo es cuando te das cuenta de la importancia que tiene”, sentencia.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.