Por Gustavo García

Poco a poco parece que hay menos postureo y las administraciones públicas se preocupan más por el bienestar en las zonas con mayores problemas de despoblación. En la provincia de Guadalajara se sabe mucho de eso, por las especiales características con que cuenta. Plagada de pequeños núcleos y aldeas, que ocupan un lugar poco destacado en cuanto al número de habitantes que poseen, siempre al margen de la siempre pujante zona del Corredor del Henares, sus dificultades para, al menos, parecerse en servicios a las localidades más grandes, son algo habitual desde hace ya años. En el ámbito sociosanitario y en el de movilidad se hace un mayor hincapié para que la gente mayor de nuestros pueblos se sientan amparados.
En este sentido, es en el del transporte en el que hemos conocido una de las últimas iniciativas. Es cierto que se aproximan las elecciones y todo fluye con mayor celeridad y coherencia a lo que en otras épocas es una tortura para que cuajen. Muy interesante el esfuerzo económico que anuncia la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para llevar lo que han llamado “transporte sensible a la demanda” a los vecinos de parte de la Guadalajara vaciada. Se trata de adaptar el sistema para transportar a los habitantes de zonas con menor población de la provincia. No cubre todas las poblaciones con necesidades, pero por algo se empieza. Con un gasto de 1,4 millones de euros, ya mismo se espera implantar inmediatamente en la Sierra Norte, en la Alcarria Alta, en la Alcarria Baja y el Señorío de Molina.
Así, de lo expuesto anteriormente, cabe destacar que estas cuatro zonas de Guadalajara suponen un 94 por ciento de la superficie de la provincia y un 93 por ciento de los municipios que la componen. En esta franja se concentran casi 45.400 personas, según el padrón, lo que supone apenas un 20 por ciento de la población total. Desde el Gobierno regional indican que este pionero modelo de movilidad ya funciona, con buenos resultados, en las provincias de Cuenca y Ciudad Real. Y, tal y como es de esperar, el propio presidente del Ejecutivo castellano-manchego, Emiliano García-Page, ha resaltado en una reciente visita a Guadalajara que “no es rentable desde el punto de vista mercantil”, aunque “sí en términos de dignidad, en términos sociales y de moralidad”. Justamente lo que se les pide a la instituciones. Que lleguen con sus medios donde los ciudadanos no pueden.
Si se implanta de manera inmediata, como anunciaban los máximos dirigentes de la comunidad autónoma, la medida ya se llevará a la práctica en los últimos días del próximo mes de abril, inicialmente para la Sierra Norte de Guadalajara. Son la Diputación Provincial, junto a todos los demás alcaldes de los pueblos afectados, quienes colaboran con la institución regional en un estudio que pretende hacerlo sin mucha mayor dilación en esas restantes zonas anunciadas.
Por un lado, el Transporte Sensible a la Demanda de Sierra Norte I, supondrá una inversión de 291.000 euros al año; y por otro, el de la Sierra Norte II, alcanzará los 235.000 euros anuales. En total, las dos subzonas aglutinan 80 municipios y 144 núcleos urbanos, con una población de casi 12.900 habitantes. La zona I engloba a 89 núcleos de población, de 58 municipios, con una población –incluida parte de Atienza– de 7.239 habitantes. Sus ayuntamientos coinciden con las zonas básicas de Salud de Atienza, Galve de Sorbe, Hiendelaencina, Cogolludo y Jadraque. Serán hasta cinco los vehículos que van a operar en un horario que irá de las 6.30 a 8.00 horas y de 9.30 a 14.00, de lunes a viernes. Para las llamadas a atender, también entre semana, se dispondrá de 6.00 a 14.00 horas.
Por su parte, en el área de la Sierra Norte II hay 55 núcleos urbanos, integrados en 22 municipios, que aglutinan una población de 5.656 habitantes. Las localidades coinciden con las zonas básicas de Salud de Sigüenza y la otra parte de Atienza restante. Se trata de tres taxis de hasta nueve plazas y cinco conductores, que operarán de 5.30 a 17.00 horas, de lunes a viernes, con el mismo horario para atender los avisos que en la otra zona.
Aseguran desde el Gobierno de Castilla-La Mancha que la idea es disponer de servicios de Transporte Sensible a la Demanda para el 93 por ciento de los municipios de la provincia de Guadalajara. Junta de Comunidades y Diputación ya han rubricado el protocolo que quiere hacer realidad este proyecto.
Las cuatro zonas donde se va a implantar estos servicios se catalogan como de ‘extrema despoblación’, pues cuentan con una densidad de población menor de ocho habitantes por kilómetro cuadrado.
El de la Sierra Norte supondrá el tercer proyecto que se ponga en marcha por parte de la Administración regional, incorporando a él los conocimientos y experiencia que se vienen adquiriendo en iniciativas piloto de Cuenca y Campo de Montiel. Según los responsables de Consejería de Fomento, hasta ahora están “recibiendo muy buenos resultados”, pues en los primeros días de funcionamiento se superaron los 5.000 kilómetros recorridos, con medio millar de usuarios.
El servicio propone “soluciones innovadoras, ya que tiene que poder haber vehículos más pequeños, eficientes y adaptados que nos permita movernos dentro de la comarca y hacia los centros de las mismas”. Insisten además en que la idea es que la movilidad sea el verdadero acicate y catalizador de los servicios públicos, y que “esa es la esencia de la Ley contra la Despoblación, aprobada por las Cortes de Castilla-La Mancha e impulsada por el presidente García-Page”.
Si no es flor de un día o, lo que es casi lo mismo, argumentos para incentivar el voto en plena época electoral, son iniciativas del estilo que venimos reclamando para hacer la vida menos complicada a la mucha población rural diseminada por provincias como la de Guadalajara y con una evidente carencia de servicios, respecto las localidades mayores, que se viene prolongando desde hace varias décadas. Lo siguiente sería llegar a todos los núcleos de población al completo. ¡Eso es hacer política de verdad… y de igualdad!