
El parque de Las Tres Estaciones, plató de cine. Uno de los entornos con encanto y singularidad que se ofrece para rodajes desde la Film Commission de Castilla-La Mancha.
Por Gloria Magro.
La rotunda modernidad del perfil en hierro y hormigón del Archivo Histórico Provincial en la calle Julián Besteiro de Guadalajara será en la ficción la sede de un bufete de abogados. Una gran productora audiovisual lo ha elegido como localización de exteriores, descartando no obstante rodar en su interior, para alivio del responsable del carismático edificio, Rafael de Lucas, quien veía harto complicado compatibilizar un rodaje que involucrará a más de un centenar de profesionales, con el trabajo diario de funcionarios e investigadores.
El Archivo se suma así a la larga lista de localizaciones que tiene Guadalajara en su portfolio cinematográfico, una lista que no para de crecer y que tiene su propio apartado en las web de turismo de la provincia y hasta un artículo en National Geographic.
Ahora bien, ¿la ciudad rentabiliza en términos económicos y de imagen su presencia en películas, anuncios y producciones audiovisuales? El grupo municipal Aike, dentro de sus “Aikencuentros: espacios para la reflexión ciudadana” organizó el pasado miércoles 22 de marzo una charla pública con destacados profesionales del sector donde se abordó como impulsar en términos locales una industria que podría atraer inversiones cuantiosas y fijar actividad cinematográfica mientras forma a sus propios profesionales.
Desde que en 1964 el cineasta Miguel Picazo paseara a Aurora Bautista, La tía Tula, por el casco histórico, Guadalajara se ha convertido en un gran plató de cine. En los últimos años lo han sido las calles de La Llanilla, apreciadas por su estética años 1970, el Conservatorio, la antigua Cárcel Provincial… y sobre todo, el Fuerte San Francisco, que sin duda se lleva el primer premio como ubicación favorita de los productores de cine y televisión. Allí se han rodado Mortadelo y Filemón 2: Misión Salvar la Tierra (2008), de Miguel Bardem, Fuga de Cerebros (Fernando González Molina, 2009), La Sonata del Silencio (Fernando López Puig, 2016), El Tiempo entre Costuras (Ignacio Mercero, 2013), Hermanos, Apaches (Miguel Sáez Carral, 2015), Víctor Ros 2 y también El Príncipe (Aitor Gabilondo y César Benítez, 2014-2016).
Y sin embargo, los profesionales afirman que la ciudad no se está llevando todo el rédito que este tipo de actividad produce. Y eso a pesar de que el Ayuntamiento cuenta con una film office que aloja no solo un catálogo digital de localizaciones, sino que centraliza las gestiones administrativas específicas necesarias, como son los permisos de rodaje y las tasas. Y también a pesar de que la Universidad de Alcalá en su campus de Guadalajara oferta un Grado de Comunicación Audiovisual.
En este sentido, el profesor y coordinador de este Grado, Julián de la Fuente, explicó durante el encuentro que fue el propio Gobierno regional de Castilla-La Mancha quien impulsó en 2007 la implantación de estos estudios tras detectar la necesidad de profesionales. «Guadalajara está muy lejos de ser Hollywood, pero se dan circunstancias que nos pueden permitir ser un foco de interés audiovisual estable». En su opinión, compartida por el resto de ponentes del encuentro organizado por AIKE -la productora y empresaria María Luisa Gutiérrez, nacida en Yunquera de Henares, Ana Martínez, directora-realizadora y ganadora de un Goya, y el también alcarreño Nacho Pérez, figurinista y director de vestuario- el principal atractivo de Guadalajara para esta industria es su cercanía a Madrid, no solo por la facilidad de desplazamiento de los equipos, sino porque la provincia ofrece una variedad de localizaciones que aporta una diversidad muy apreciada por los equipos de producción. Y no es su único atractivo.
Los ponentes explicaron que en la capital española muchos de los espacios para rodar «están quemados», esto es, resultan demasiado repetitivos y reconocibles para el público, a lo que hay que añadir que la actividad cinematográfica y sus peajes acaba siendo poco grata para los vecinos, algo que de momento no ocurre en Guadalajara. El fácil acceso al aeropuerto de Barajas también es una ventaja competitiva respecto a otras ciudades españolas que en los últimos años han puesto en marcha campañas para atraer la actividad audiovisual a sus territorios.
La industria cinematográfica es en muchos casos un negocio multimillonario que trabaja a nivel internacional y que maneja presupuestos muy apetecibles, vistos desde las pequeñas economías locales. Así, muchas capitales de provincia están desarrollando normativas propias que resulten atractivas. La posibilidad de dar visibilidad a su riqueza patrimonial mientras se potencia una nueva industria resulta de enorme interés para los ayuntamientos, que compiten en ofrecer exenciones en las tasas e incluso su retorno a cambio de servicios locales contratados.
Así, Netflix ha centralizado su Hub de producción europea en Tres Cantos, mientras que aquellas comunidades con fiscalidad propia, véase el País Vasco o Canarias, ofertan su excepcionalidad. Castilla-La Mancha, por su parte, también apuesta en la actualidad por la industria audiovisual y de hecho, su campaña publicitaria -#FilmCLM, #ruedaenCLM- ha estado presente en la pasada FITUR, y se puede ver en lugares públicos como son los autobuses de Guadalajara.
La Junta de Comunidades cuenta con su propia film commission desde donde se ofertan de forma centralizada los recursos de que dispone la región y se facilitan los trámites administrativos. En este sentido, la apuesta política por lo audiovisual es clave para atraer producciones, según los ponentes del encuentro organizado por AIKE. En su opinión, unánime, fijar la provincia dentro del mapa de rodajes que resultan atractivos para los productores requiere del trabajo conjunto de las distintas administraciones de cercanía.
El retorno económico de la actividad cinematográfica es uno de los puntos a trabajar en un futuro inmediato, según los profesionales del sector. «El cine es una actividad que genera cultura, pero también riqueza», explicaba María Luisa Gutiérrez, presidenta de la AECine (Asociación Estatal de Productoras de Cine) y miembro de la Junta Directiva de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España y que en los últimos años ha producido más de una treintena de películas, entre ellas la exitosa saga familiar de Santiago Segura. En su opinión no solo las facilidades económicas y las exenciones de impuestos o su retorno atraen a la industria, sino que hay otros puntos diferenciadores, como son la oferta de servicios de hostelería, hoteles, etc. Eso explicaría la preferencia por Madrid, donde se dispone de todo lo necesario; sin embargo, por su experiencia, Gutiérrez cree que el elemento diferenciador está en la presencia de profesionales formados.
Según explicaron los ponentes en el encuentro, el sector audiovisual forma a sus propios profesionales a partir de la figura del meritorio, lo que facilita no solo el acceso al mundillo, sino también el ascenso en los distintos departamentos según se van adquiriendo los conocimientos necesarios.
De Guadalajara han salido excelentes y reconocidos profesionales, como el figurinista, Nacho Pérez, cuyo último trabajo, La Sirvienta, se estrena esta misma semana en la plataforma FilmAffinity, los multipremiados hermanos Solís –Cuerdas, La Momia, Frozen…- o desconocidos que están llegando a lo más alto, como Miguel Torija, licenciado en la UAH en Guadalajara en Comunicación Audiovisual y que en la actualidad se desempeña como Nuke Compositor en Industrial Light&Magic en Sidney. La empresa fundada por George Lucas ha producido los efectos especiales de todas las películas que pueblan el imaginario colectivo de la ciencia ficción, desde la saga Star Wars a Terminator, Piratas del Caribe o Harry Potter, entre otras.
Guadalajara es cine y con un poco de visión y compromiso político puede quedarse con un pedazo de la inmensa industria que se desarrolla alrededor de un sector puntero y en continua expansión, como es el audiovisual. Ayer mismo se dio a conocer que el Fuerte se convertirá en plató permanente para producciones de época. El vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luís Martínez Guijarro, firmó en Guadalajara el protocolo del Proyecto de Singular Interés de éste espacio, cuya redacción es de 2006, y que se llevará finalmente a cabo a cargo de fondos europeos.
Base por tanto sobre la que trabajar no falta, ni tampoco experiencia o interés por parte de las administraciones, al igual que formación reglada. Tal vez, en un futuro, con una industria cinematográfica asentada, el talento local pueda formarse aquí y no solo se desarrolle fuera, sino que también tenga la oportunidad de quedarse en la provincia.