David Sierra
No sorprende. A pesar de la aparatosidad, de las imágenes grabadas “in situ” con teléfonos móviles y del sonido de las sirenas de un lado a otro, no sorprende. A nadie. Lo dice el refranero español, que poco se equivoca. “Septiembre, o seca las fuentes o cubre los puentes”. Ni las lluvias caídas en el levante español, ni las posteriormente caídas en el centro peninsular; ni en Guadalajara en particular sorprenden. El agua en tromba bajaba por las calles empinadas buscando ese curso alterado a diestro y siniestro por el descalabro inmobiliario y la sinrazón en los procedimientos de construcción. Las balsas se acumulaban allá donde las pendientes se encuentran. Los desagües tragaban agua como si tuvieran resaca. Y en algunos garajes se ponían de nuevo en evidencia los desmanes del urbanismo salvaje.

Los bomberos tuvieron numerosos avisos en las tarde del domingo. / Foto: http://www.lacronicadeguadalajara