
García Page, en su balance de los 100 primeros días de su gobierno // Foto: castillalamancha.es
Por Álvaro Nuño.
El pasado lunes, el ejecutivo regional del Partido Socialista cumplía sus primeros cien días de gobierno, una ocasión que aprovechó el presidente, Emiliano García Page, para reunir a sus huestes en El Cigarral de Toledo y hacer un primer balance de la era pos Cospedal en Castilla-La Mancha. «Permeabilidad», «sensibilidad» «transparencia» y «honestidad», fueron algunas de las características que dijo tener este ejecutivo frente al «sectarismo» y la «soberbia» de la que acusó al Partido Popular, asegurando estar convencido del «cumplimiento total del programa electoral, pase lo que pase en las próximas elecciones generales». Lo visto en diversos medios de comunicación sobre su comparecencia me recordó el despliegue y la parafernalia – diseñada exprofeso- que rodeaba a sus antecesores en el cargo en situaciones como esta, con atril personalizado incluido. Sigue leyendo