Por Sonsoles Fernández Day
Llegó el mal tiempo, ya están aquí el frío y la lluvia, y también los atascos a la puerta de los colegios. Ojalá fuera cierto. La lluvia hace el tráfico más complicado pero los atascos en las proximidades de los colegios se producen a diario, llueva o haga sol. Hoy en día en Guadalajara y en cualquier ciudad los padres tienen que soltar y recoger a las criaturas en la misma puerta del centro escolar. Para ello subirán su vehículo a la acera, en una rotonda, lo dejarán delante de la parada del autobús o en un paso de cebra, y, si es posible o necesario, aparcado en doble o triple fila. El resto de la población que soporte los desquiciantes tapones en las calles estrechas y los desesperantes semáforos en verde en los que nadie se mueve porque el niño aún no se ha montado. Todo por el bien de la criatura.