Por Marta Perruca
Pero qué calor hace. Llevo toda la semana recibiendo fotos por WhatsApp de termómetros cercanos a los 50 grados y chistes gráficos del tipo “Sólo me asomé a ver si hacía calor afuera” sobre la foto de un hombre con media cara achicharrada.
Cuado llega la tarde del miércoles me suelen suceder varias cosas: Me ocurre que hay días en los que sé de qué hablar, pero no sé muy bien qué decir. Otras veces, sé qué decir, pero no tengo claro de qué hablar y muchas otras me siento frente al ordenador sabiendo de qué voy a hablar y qué voy a decir pero, sin embargo, acabo avanzando por derroteros que jamás me habría imaginado.