Por Gloria Magro.

Foto: Mehmet Emin Mengüarslan – Agencia Anadolu.
Es difícil no percatarse de su existencia. Sirios, ucranianos, rumanos, sudamericanos e incluso marroquíes pasan inadvertidos en nuestras calles, vecinos integrados en esta sociedad multicultural en la que las aportaciones de otras comunidades se perciben como enriquecedoras y beneficiosas en términos económicos y sociales, cuando no inevitables en un mundo globalizado. Sin embargo, la presencia de jóvenes africanos subsaharianos sigue llamando la atención, aunque socialmente nos resulten invisibles y en la práctica, desconocidos.