
Canredondo, al igual que otras pequeñas localidades de la provincia, espera ocupar todas las viviendas durante este verano, multiplicando su población. Foto: Diego Delso.
Por Gloria Magro.
Poca densidad de población, naturaleza y aire puro. Nuestros pueblos han disfrutado de una primavera excepcionalmente tranquila dadas las circunstancias, preludio del verano que más visitantes se espera que acojan desde hace décadas. Una vez desconfinado Madrid, ha comenzado el éxodo a las localidades de origen, las llamadas este año vacaciones de interior. Muchos pueblos de Guadalajara registran ya estos días un incremento de vecinos notable, tal y como se preveía, a pesar de que aún no ha llegado julio. Y otra novedad, muchos de los retornados prevén quedarse ya no solo todo el verano sino también en otoño ante el temor a futuros rebrotes de la pandemia y el miedo a un nuevo confinamiento.