Por Gloria Magro.
A mi madre le gustaba que su vecina, allá en el pueblo, le contara historias de cuando servía en Madrid, en casa de una familia de postín del barrio de Salamanca. Mi madre la escuchaba fascinada. Muchos años después, cuando en televisión pusieron «Lo que escondían sus ojos», la serie sobre los amores ilícitos del todopoderoso cuñado de Franco y la marquesa de Llanzol, ella reconoció en el papel de criada de los Serrano Suñer a su vecina, interpretada por una actriz famosa. La historia era tan increíble, que aquel verano intenté entrevistarla para El Hexágono de Guadalajara pero ya era demasiado tarde: la edad y la demencia la habían sumido en el olvido. Cuantas vidas se pierden así, con sus recuerdos, sus vivencias y su testimonio. Y con ellas se va una época que ya no ha de volver.