Por Ana Belén Guitiérrez (*).

Foto: Tu otro diario.
El libro y sus ferias. Un libro, un tesoro. Una extensión de tu mano que traduce, cuenta,
traspasa, sostiene y abrasa. Te hace viajar a su lado, sostiene un silencio no camuflable entre páginas. Fiel compañero, maestro e inventor de todo lo sagrado. Una vigilia entre capítulos, como memoria contada. Una ciclogénesis cinematográfica, una fábula de tu vida, un desconocido que aguanta. No tiene edad ni traiciones. Él siempre te acompaña. Es necesario compartirlo como líneas incondicionales que no tienen escrúpulos al lector. Araña, entusiasma.