Por Sonia Jodra

Laura Galán es de Guadalajara y presume de serlo. Asegura que su primera profesora de interpretación, Marta Marco, le descubrió las delicias del teatro y desde entonces no ha dejado de soñar con ser lo que es hoy, una gran actriz de reconocido prestigio en la profesión. “Cerdita” no es una historia bonita, emocionante ni divertida. Es cruel, desgarradora y dolorosa. Pero es una gran historia, de esas que hacen pensar al espectador y nos hacen reflexionar sobre determinadas “normalidades” que no por cotidianas dejan de torturarnos.