De vergüenza

Yolanda Ramírez, la diputada provincial que ha abandonado las siglas de Ciudadanos. // Foto: Ciudadanos

Yolanda Ramírez, la diputada provincial que ha abandonado las siglas de Ciudadanos. // Foto: Ciudadanos

Por Álvaro Nuño.

Yolanda Ramírez Juárez, concejala de El Casar y hasta hoy, única miembro del grupo de Ciudadanos en la Diputación Provincial. Como militante de la formación naranja, hoy tendría que participar en las elecciones que decidirán si Albert Rivera sigue siendo su presidente o lo es otro militante. Sin embargo, la buena de Yolanda lo que votará realmente en el Pleno de la Diputación es mantener todas sus retribuciones como diputada no adscrita tras renunciar a su militancia en ese partido. Se da por tanto el enésimo caso de desvergüenza política en Guadalajara, la de aquellos que se presentan por unas siglas, ningún ciudadano les vota directamente pero, amparados por la ley, se toman su cargo en propiedad, con el consiguiente sueldo y prebendas; y, como siempre, con el discurso de la responsabilidad y del trabajar y representar a los ciudadanos por bandera. De vergüenza.

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Y el PP, ¿qué opina de esto?

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Fachada de la Diputación de Guadalajara. Foto: Diputación de Guadalajara.

Por Julio Martínez

Hay una frase que siempre me eriza la piel. Aquella en la que un interlocutor –más o menos bien vestido– asegura que no es de “izquierdas ni de derechas”. Entonces, ¿de qué será el conversador? ¿De centro reformista, como Aznar? ¿Liberal, como Esperanza Aguirre? ¿Cuñado, como Álvaro Ojeda? Actualmente, parece que es moderno abogar por el fin de las ideologías. Una postura que Rosa Díaz y UPyD hicieron famosa, y en la que han caído otros partidos, como Podemos o Ciudadanos. Parece que la «nueva política» ha querido hacer gala de esta perspectiva. Sigue leyendo

La recurrente amenaza de eliminar las Diputaciones

Una sesión del pleno de la Diputación. // Foto: dguadalajara.es

Una sesión del pleno de la Diputación. // Foto: dguadalajara.es

Por Marta Perruca

Por algún motivo que, desde mi atalaya, no alcanzo a comprender muy bien, desde que la crisis hizo su aparición, sustituyendo las cifras millonarias de los titulares por la palabra austeridad, cada vez que se dibuja en el horizonte una cita electoral o la oportunidad la pintan calva, alguien pone en tela de juicio el papel de las Diputaciones Provinciales, atribuyéndoles esa otra palabra que se coloca, a veces de un modo un poco arbitrario, a todo aquello que parece que no interesa: DERROCHE.

Y entonces se esgrimen argumentos de todo tipo en contra de este modelo de funcionamiento, como que las Diputaciones carecen de legitimidad democrática, puesto  que sus representantes se eligen de manera indirecta entre los alcaldes y los concejales electos de los distintos municipios, teniendo en cuenta los votos obtenidos por cada partido político en las circunscripciones delimitadas por los partidos judiciales, que determinan el número de diputados asignados a cada fuerza. De esta manera, tras las últimas elecciones de 2011, en el Partido Judicial de Guadalajara, el PP sacó ocho diputados, el PSOE, seis e IU, uno. En el de Molina de Aragón, el PP logró dos diputados y el PSOE otros dos y en el Partido Judicial de Sigüenza, el PP consiguió tres diputados y otros tantos, el PSOE. De acuerdo, probablemente este no sea el mejor modelo de representación democrática posible y puede que vaya siendo hora de someterlo a revisión, pero creo que si es una suerte de reflejo de los gobiernos municipales de la provincia, con cierta capacidad de conocer sus problemas, para darles respuesta.

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