Por Sonia Jodra

Aunque no se ha cumplido aquello de que de la pandemia saldríamos mejores, seguimos superándonos cada día en autodestruirnos, sí que es verdad que de aquellos días de encierro involuntario surgieron movimientos y colectivos que generan esperanza. Es el caso de “Rumbo rural”, una asociación que reúne a jóvenes vinculados con diferentes pueblos del Alto Tajo y que comparten el interés por fomentar iniciativas dinamizadoras en sus municipios. Algunos de ellos como su presidente, Enrique Collada, ya han puesto “rumbo rural” y se han establecido en estas pequeñas localidades desde donde teletrabajan y generan oportunidades para que otras personas puedan hacerlo.