Por Sonia Jodra

Tres de febrero. Día de San Blas. Tres grados bajo cero en la parada de autobús y nadie esperando. El autobús llega, para, nadie baja y nadie sube. La escena se repite en numerosas paradas de los servicios regulares de viajeros que cada día cruzan las zonas más despobladas de la provincia. ¿Es rentable el servicio? No. ¿Es sostenible? No. ¿Es justo? Sí. Para intentar que lo justo sea más sostenible, el Gobierno regional pondrá en marcha a finales de mes servicios de transporte a la carta. Varios vehículos acudirán a recoger a los vecinos a sus municipios cuando así lo soliciten previamente. Se trata de no aislar a estos municipios más de lo que ya están y evitar el derroche de recursos que suponen las rutas de autobuses vacíos a diario.