
La Duquesa del Infantado y el Ministro de Cultura firmando el acuerdo. // Foto: JCCM
Por Pablo Manuel Simón Tejera (*)
Desde hace unos años, la ciudadanía de Guadalajara se ha movilizado en defensa de su patrimonio histórico y cultural, con el objetivo de garantizar que el Palacio del Infantado mantenga su destino como bien de uso público y para el disfrute todas y todos. He tenido la oportunidad de constatarlo, y a su vez, de ser partícipe del movimiento ciudadano, colaborando jurídicamente con la Plataforma Abraza el Infantado e interviniendo como letrado en defensa de la legalidad urbanística frente a las pretensiones del Ministerio y de la Duquesa del Infantado de destinar una parte del Palacio al uso y disfrute particular de la familia aristócrata.