Por Sonia Jodra

Si hace un año al profesorado le hubieran dicho que la vuelta de esta Navidad a las aulas iba a ser el doble de dura que la de entonces, no lo hubieran creído. La capacidad contagiosa de la variante ómicron ha sometido al sistema educativo al peor mes que se recuerda desde el inicio de la pandemia. Según los últimos datos ahora son 27 las aulas confinadas en la provincia y 77 profesores están de baja -la cifra llegó a 118 en las semanas anteriores-. Los estándares de aprendizaje y los criterios de evaluación comienzan, un curso más, y ya van tres, a hacer aguas. El agotamiento pandémico se ceba con determinados grupos como los estudiantes de secundaria, los más vulnerables a los efectos de una crisis que dura ya más de lo que se esperaba.