Por Julián de la Fuente Prieto*
No hace muchos años, cuando todavía existían las cintas de vídeo, había una película que cualquier guadalajareño que se precie debía tener grabada. Se trataba de Espartaco (1960); la película en la que Kirk Douglas interpretaba al esclavo tracio que puso en jaque al ejército romano. No dudo que en Guadalajara hay muchos cinéfilos que disfrutan del clásico de Stanley Kubrick, pero las razones para conservar a mano la grabación de esta película eran otras muy diferentes. Me consta que muchos apuntaban en el borde de la cinta el minutado de una secuencia probablemente irrelevante en el magnífico guion de Dalton Trumbo; el momento en el que la muchedumbre de esclavos que lidera Espartaco emprende su éxodo para salir de la Península Itálica. La razón para resaltar esta parte de la película no era otra que la elección por parte del productor Samuel Bronston de los alrededores de nuestra Peña Hueva, para rodar esta secuencia en la que participaron cientos de guadalajareños como extras.