El último librero

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Foto: AACHE Ediciones.

 

Por Gloria Magro. 

Detrás de sus gafas caídas, sentado al fondo de la tienda, te escrutaba con cara de escepticismo y gesto serio, siempre con un libro entre las manos. Después, una vez entablada conversación, ese gesto se suavizaba y era la persona más gentil y amable que uno pudiera encontrar. Esta semana ha fallecido Emilio Cobos, el último librero, y con él se ha ido parte de la memoria cultural de la ciudad. Su familia y sus amigos se reunieron el pasado jueves en la Biblioteca de Dávalos para rendirle un merecido homenaje póstumo. Y qué mejor homenaje para un librero que las palabras que le han dedicado estos días sus muchos clientes y amigos.

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