Por Gloria Magro.
…Dispuestos a luchar hasta agotar el ultimo cartucho, dispuestos a defender las libertades populares marchamos decididos a no terminar la lucha hasta derrotar al enemigo. Pueblo de España en pie; mujeres defended la vida de vuestros hijos, defended la libertad de vuestros hombres. Todos contra la reacción, todos contra el fascismo… Discurso de La Pasionaria, Cine Olympia. Madrid,1936.
Tres hermanos acudieron a escuchar las encendidas palabras de Dolores Ibárruri en Lavapiés al inicio de la Guerra Civil y poco después se alistaron en su batallón dispuestos a defender a la República: Carmelo Marín Martínez tenía 18 años, Agustín 20 y Francisco, 22. La pista de dos de ellos se pierde en la Batalla de Sigüenza. Tras la caída de la ciudad, los prisioneros fueron trasladados al campo de concentración del cuartel de Santa Clara en Soria. Muchos volvieron como trabajadores forzados en la reconstrucción de la catedral pero otros se quedaron por el camino, sembrando los campos y las fosas comunes.
La misma semana en que se ha aprobado la Ley de Memoria Democrática, la asociación Recuerdo y Dignidad realizaba una prospección para intentar localizar en el cementerio municipal de Soria los restos de varios de aquellos desaparecidos, entre ellos los hermanos Marín Martínez, así como la llamada Fosa de los Ilustres.