Es de justicia

Román, la noche electoral, con su equipo de concejales. // Foto: Guadalajaradiario.

Román, la noche electoral, rodeado del equipo de concejales del PP. // Foto: Guadalajaradiario.

Por Rubén Madrid

Ya han pasado más de 48 horas de las elecciones. Antes que nada, y si no lo han hecho aún, les recomiendo el análisis panorámico que hacía ayer en este mismo espacio Concha Balenzategui. A partir de aquí, creo que es posible situar la lupa en otros cuatro aspectos relacionados directamente con las elecciones, y otro más vinculado indirectamente.

1. Es de justicia felicitar a los ganadores. Y lo es el PSOE en las elecciones autonómicas y Antonio Román en las municipales. El actual alcalde ha recibido más votos que ningún otro –y de largo–, aun cuando ha perdido la confianza de uno de cada tres de los ciudadanos que se la dieron hace cuatro años.

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La campaña, de la A a la Z

Montaje con tres fotografías de campaña del PP, PSOE y Ahora Guadalajara.

Montaje con tres fotografías de campaña del PP, PSOE y Ahora Guadalajara.

Por Rubén Madrid

La campaña electoral para el 24M entra en su recta final. Durante las últimas semanas, con especial intensidad en los últimos días, los candidatos han venido ofreciendo propuestas, sirviendo fotografías curiosas y dejando un reguero de anécdotas o hechos para el debate y la polémica. Repasamos aquí algunos aspectos relevantes o curiosos de estos casi quince días de campaña. Sigue leyendo

La otra campaña electoral

María José Establés.

María José Establés.

Por María José Establés *

Saludos y sonrisas, buenas palabras, fotografías entrañables, programas electorales, carteles, furgonetas con megafonía, globos, balones y hasta palomitas de maíz. En toda campaña electoral que se precie no pueden faltar estos clásicos. Durante dos semanas, vivimos una situación anómala donde a los ciudadanos se nos hace creer que somos importantes. Durante estos días, los partidos políticos nos convierten en su público objetivo, con el que se debe contar (para ir a mítines, para montar en bicicleta, para visitar a personas mayores,…) y al que van destinadas sus promesas electorales. Como saben, la realidad es que este espejismo se desvanece muy pronto, tan solo unas horas después de conocer los ansiados resultados en las urnas. Sigue leyendo

Puro oportunismo

Padrino

Luis Padrino, alcalde de Almoguera // Foto: La Crónica

Por Óscar Cuevas

En la pugna política hay fronteras frágiles y delgadas. A veces son tan sutiles, estas líneas imaginarias, que se traspasan con facilidad. Así, es relativamente frecuente que lo audaz caiga en lo temerario, que lo que pudiera parecer cercano se convierta en populista, que un argumento sencillo cruce al lado de la demagogia, o que lo que en un político puede parecer habilidad, lo que esconda, en el fondo, sea mero oportunismo.

En los últimos días hemos visto ejemplos llamativos de este «oportunismo político». Incluso diría que algún caso ha ido más allá, cayendo en el pozo de la falta de decoro. Yo les voy a hablar de 3 casos.

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¿Quién capitalizará el descontento?

Por este orden, representantes de Podemos, Ganemos, Equo, UPyD, IU y PSOE respaldaron a Manuel Granado, presidente de los guías, en la convocatoria de 'Abraza el Infantado'. // Foto: Cultura EnGuada.

Representantes de Podemos, Ganemos, Equo, UPyD, IU y PSOE respaldando a Manuel Granado, presidente de los guías, en la convocatoria ‘Abraza el Infantado’. // Foto: Cultura EnGuada.

Por Rubén Madrid

No sé ustedes, pero esperaba más asistencia a las últimas manifestaciones vividas en las calles de Guadalajara. Cerca de 400 alcarreños abrazaron el domingo el Infantado en un gesto de cariñosa reivindicación de puertas abiertas en el monumento. Fueron bastantes si se tiene en cuenta que la convocatoria llegó después de que las propias autoridades del «guateque» sofocasen su propio incendio, al dar marcha atrás al pago por acceder al Patio de los Leones. Pero no alcanzaron a sumar el medio millar que esperaba la propia organización: nada menos que catorce colectivos, todos los partidos menos el PP y un buen puñado de asociaciones culturales con muchos socios, mucho tirón en sus eventos y muchos seguidores en sus redes sociales.

Tampoco una semana antes la suma de esfuerzos de cinco plataformas y los sindicatos de la provincia logró un llenazo en las calles de la provincia a la altura de la confluencia de voces y de la intensidad y el volumen de los recortes que denunciaban. Sobraban los motivos, pero faltaron ciudadanos detrás de las pancartas. Estuvieron unos 2.000. Pero es que tampoco la manifestación de abril por el principal caos municipal de la legislatura, el servicio de autobuses, logró rebasar el millar de manifestantes. Aunque la política municipal no es un asunto que generalmente toque la fibra, siguen pareciendo más bien pocos como para dar por ganada la batalla en la calle.

¿Se ha agotado acaso el aliento? ¿Ha ingresado la ciudadanía en la senda del crecimiento y transita por la vía mariana de la buena dirección?

Detalle de la manifestación convocada para el 8 de noviembre por varias plataformas y sindicatos. // Foto: La Otra Guadalajara.

Detalle de la manifestación convocada el 8 de noviembre por varias plataformas y sindicatos. // Foto: La Otra Guadalajara.

Uno, que dedica un buen trozo de su tiempo a observar, tiene la impresión -y sólo es eso, una impresión- de que precisamente el hartazgo es tan desbordante que incluso hay cierta desidia a la hora de salir a la calle: la legislatura ha sido larga y caliente en movilizaciones. La indignación llega muy justa al ‘sprint’ final. Y la gente -esta es la impresión, insistimos- ya no quiere manifestarse, sino votar. Y probablemente este es el gran cambio operado entre los descontentos en apenas una legislatura, porque si en la antesala de las elecciones de mayo de 2011 eran muchos los que salieron día sí y día también a las calles -e incluso hicieron noche en las plazas- pero votaron con desgana o no votaron, sólo cuatro años después se observa que tienen ganas de votar incluso los que nunca solían tener demasiadas ganas de votar.

El malestar ciudadano seguiría ahí, pero la gran pregunta, a estas alturas de la película, sería otra: ¿quién logrará capitalizar este desconento? Y la respuesta nos remite a las caras que aparecen en la foto que encabeza este artículo, la de los representantes políticos que precisamente se sumaron a una de estas últimas manifestaciones.

UPyD. La marca PP es una marca depreciada. Ocurre con todo partido que gobierna en plena crisis y se lo ha ganado a pulso el PP con medidas no sólo impopulares sino ineficaces como solución a los problemas de los ciudadanos. Muchos de quienes creyeron en sus milagros están hoy defraudados, como le ocurrió al PSOE hace cuatro años. Y tampoco cala el mensaje de que la corrupción es cosa de todos: se ha filtrado hasta los cimientos de la sede de la calle Génova, se ha metido en su caja fuerte, ha acaparado casi todo el consejo de ministros de Aznar, ha campado por casi todas las comunidades donde ha gobernado… Todo esto también influye en las municipales, sobre todo en las capitales.

Y, por si fuera poco, el galimatías formado con el paso para delante y el paso para detrás de la Ley del Aborto de Gallardón ha enervado a su ala más radical. Veremos si el experimento surgido a principios de año, Vox, es capaz de pescar en este río revuelto de la derecha. Lo cierto es que su actividad pública en la provincia tras las europeas, en las que tampoco dieron la campanada, ha mantenido una intensidad muy baja. Si acudimos a su web o hacemos un barrido en sus redes sociales no hay aún debate ni propuestas en clave local. La misma incertidumbre trasladan, al menos de momento, proyectos como Ciudadanos -hace un par de días convocaron una reunión con vecinos, pero ningún medio informa de ella- o los independientes de la región que en principio se reunirán en torno a unas mismas siglas, UCIN.

Consejo local de UPyD, con su candidato a la Alcaldía, Dámaso Cabrera, segundo por la derecha. // Foto: Guadaqué.

Consejo local de UPyD, con su candidato a la Alcaldía, Dámaso Cabrera, segundo por la derecha. // Foto: Guadaqué.

Parece más posible que sea UPyD quien más se pueda beneficiar en Guadalajara del descontento entre ciertos sectores del centro y de la derecha. La formación magenta ha pasado casi toda la legislatura en blanco, después de una crisis interna que se solucionó con la renovación del Consejo Local a las puertas de las elecciones europeas. Su reaparición pública en los últimos tiempos da la sensación de un oportunismo forzado por la proximidad de las elecciones. Pero tampoco son los únicos. Y, con independencia de que haya ciudadanos que pongan sobre la balanza lo que unos y otros hacen entre elecciones, habrá muchos otros que vean en ésta opción el camino más corto para emitir un voto de castigo contra el PP. Y, en cualqueir caso, parecen dispuestos a recuperar el tiempo perdido: se han convertido en los primeros en ponerle cara a sus candidaturas, incluyendo a su alcaldable, Dámaso Cabrera. A partir de ahí, todo lo que tienen que hacer es aportar al debate local.

La suma de Ganemos. Tal vez muchos no sepan apenas nada de Ganemos, pero existe. Supone un ambicioso proyecto de articulación de movimientos políticos y sociales de izquierda de la ciudad, de cuyo banderazo de salida ya hablamos en verano con motivo de su primera asamblea; desde entonces siguen construyendo la compleja arquitectura del proyecto, con el reflejo de su confluencia en unas listas, un programa común y una necesaria presencia en la calle como justificación de su esencia ciudadana.

Un viejo dicho asegura que si se juntan dos tipos de izquierdas pueden formar tres partidos. Hace cuatro años el tercero en discordia acampó en la Plaza Mayor. Y el cuarto, la plataforma ‘Más de un ciudadano’, sumó algunos votos pero seguramente restó una voz de izquierdas en la Corporación, aun cuando su propuesta se parece tanto a la que ahora todos ponen en marcha de forma conjunta. El resultado fue que de aquellos que hoy se unen para poner en marcha un proyecto de ‘nueva política’, sólo IU obtuvo un edil y un diputado provincial que son, a día de hoy, el único y verdadero patrimonio del que parte esta iniciativa, porque las expectativas a rebufo de los aires de cambio en todo el país o de los resultados de las europeas son sólo castillos en el aire.

Pancarta de Ganemos Guadalajara en la manifestación 'Defiende tu tierra, defiende tus derechos'. // Foto: Ganemos Guadalajara.

Pancarta de Ganemos Guadalajara en la manifestación ‘Defiende tu tierra, defiende tus derechos’. // Foto: Ganemos Guadalajara.

Hasta donde uno sabe, la construcción de este proyecto camina sin prisas pero sin pausas. La ambición de su configuración se traduce en desgaste de tiempo y aquí radica tal vez uno de sus principales riesgos. Muchos de quienes pueden respaldarles en mayo no dudarán en hacer uso del voto útil para el PSOE de Guadalajara si no ven que Ganemos sea capaz de presentar un proyecto sólido cuando la carrera acelere, sseguramente en cuanto estrenemos el calendario de 2015. Más allá de su capacidad para articular un movimiento de izquierdas y a su vez un laboratorio de democracia ciudadana con presupuestos participativos y una candidatura pegada a un verdadero código ético, para muchos ciudadanos lo que está en juego es un asunto central: desbancar al PP. Dicho sin circunloquios: quieren fuera del Consistorio a Román, a Guarinos de Diputación y a Cospedal de Fuensalida. Y eso, que incluso para el PSOE supone un esfuerzo ímprobo, desde este otro ámbito sólo se hará sumando. Y sumar exige, paradójicamente, ciertas renuncias de lo propio.

Podemos. Las encuestas estatales les sitúan como la tercera formación del país, casi en empate técnico con PP y PSOE. Acaban de culminar su proceso constituyente, cuyas principales consecuencias han sido aupar a la cúpula al grueso de los miembros fundadores y conformar una estructura de partido más clásica de lo que pregonaban, pero menos clásica de lo que les reprochan quienes ventilan el asunto diciendo que los de Iglesias ya son casta. Otra de las consecuencias directas para lo que aquí nos toca, en el análisis local, pasa por la renuncia a ingresar en los ayuntamientos. Es obvio, por más circunloquios que ofrezcan, que no quieren arriesgar su marca en la arena municipal. En esta estrategia sobran los románticos y los valientes. Es un planteamiento tremendamente conservador, pero que deja abierta la puerta de la democracia participativa a los Ganemos.

Integrantes del círculo de Podemos en la manifestación del día 8 // Foto: Facebook Podemos Guadalajara.

Integrantes del círculo de Podemos en la manifestación del día 8 // Foto: Facebook Podemos Guadalajara.

La renuncia de Podemos a la batalla local deja no obstante una batería de dudas. ¿Qué papel está dispuesto a jugar su círculo arriacense en la candidatura de convergencia? ¿Le importan las diputaciones lo suficiente como para respaldar una marca en la que puedan confluir también otros ‘ganemos’ de la provincia? ¿Se presentará Podemos a las elecciones en Castilla-La Mancha? ¿Lo hará también si tira para adelante –ha habido ya una asamblea fundacional– de ‘Ganemos’ regional? ¿Cuál es el discurso de Podemos en una escala provincial y local? ¿Qué propuestas tienen para mejorar la vida de los guadalajareños en materia fiscal, de empleo o de infraestructuras? ¿Defienden, si es que es posible, la remunicipalización de los servicios públicos? ¿Cuál es el modelo de ciudad para Guadalajara capital?

En una entrevista emitida el jueves en Televisión Guadalajara en la que tuve oportunidad de participar, sus dos portavoces insistían en pedir tiempo para elaborar su proyecto para Guadalajara. Embarcados en sus asuntos internos, hasta ahora han aportado muy poco al debate local. Llegan subidos en la cresta de la ola, con un discurso renovador y ganador, con una fantástica imagen comercial, pero a partir de ahora tendrán que empezar a dar respuesta a muchas de estas preguntas. Hay pocas noticias de Podemos en Guadalajara, y se les espera.

José Luis Maximiliano, concejal de IU. // Foto de http://jlmaximiliano.blogspot.com.es/.

Maximiliano, edil de IU. // Foto de su blog personal http://jlmaximiliano.blogspot.com.es/.

IU. Desde un extremo opuesto parte Izquierda Unida. Aporta experiencia en la vida municipal, un muy buen concejal como José Luis Maximiliano y un diagnóstico profundo de la sociedad guadalajareña al que proponen soluciones desde su perspectiva ideológica. Y están renovando su etiqueta. Cayo Lara ha renunciado a concurrir a las primarias, abriendo así el particular proceso de renovación interna que tantos consideraban imprescindible en la coalición. El gesto, si finalmente acaba con la llegada de líderes del perfil de Alberto Garzón, reafirma procesos como el que vive IU en Guadalajara, de mayor apertura a la ciudadanía. IU, al menos en nuestra ciudad, parece consciente de que por sí misma no constituye el retrato completo de la izquierda. Sus dirigentes alcarreños están poniendo mucha carne en el asador, pero también tienen mucho más que perder que nadie. Su fortaleza es también su debilidad. La apuesta por la confluencia tiene sus costes, como la renuncia (mayor o menor, ya veremos) a las siglas, un sacrificio directamente proporcional a su aproximación al 15M. Presupongo muchos desvelos entre sus dirigentes para culminar este encaje.

En Ganemos está también Equo, que no sólo pinta de verde el programa, sino que tiene su público y aporta talento y una experiencia política a medio camino de IU y Podemos. La formación ecologista entendió también en Guadalaajara que su papel pasaba por sumar, como lo comprendieron sin ponerse estupendos desde ‘Más de un ciudadano’. A pesar de todo, la agrupación ciudadana recién nacida ha venido renunciando desde sus inicios a ser una sopa de letras para colgar de su percha todas las propuestas que converjan, también desde colectivos sociales o con el concurso de ciudadanos no adscritos a organizaciones.

PSOE. La agrupación local socialista intenta sobreponerse al batacazo histórico de hace cuatro años, tiene un electorado que por sí mismo no logra mayorías y se enfrenta a no pocos desafíos externos e internos que puso encima de la mesa mi compañero Óscar Cuevas en su artículo ‘Primarias a tres bandas’, por lo que no volveremos a ahondar mientras nos haya mucho más que decir. Sus tres precandidatos, que han obtenido los avales necesarios, presentan perfiles muy diferenciables que a buen seguro pondrán un acento propio al proyecto que finalmente se impulse. Pero también en la elección de su candidato un paso en falso puede resultar un error sin marcha atrás.

Aun con todas las dudas que puedan generar sus nuevos liderazgos estatal, regional y local, los socialistas presentan de partida un ‘producto’ más previsible, o, dicho en positivo, identificable. Y eso genera confianza. Incluso con la tibieza o la falta de ambición que a menudo hemos juzgado desde aquí mismo al abordar su estrategia en plena crisis, lo cierto es que cualquier elector se hace hoy en día mucho mejor a la idea de qué puede esperar de un socialista en el Consistorio frente al perfil mucho menos nítido de otras iniciativas donde se están operando cambios mucho más profundos. Lo que aquí hay es un partido con una estructura tradicional, con los dos pies en las instituciones y al que se le presupone una hoja de ruta clásica que culmina en una campaña al uso.

Aún así, queda mucho tiempo. Algún maestro me enseñó que seis meses en política son un mundo. Las primarias en el PSOE y la presentación de candidatos de UPyD sólo han inaugurado esta carrera contra un mismo archienemigo que consiste, desde ya, en responder a la pregunta de quién va a ser capaz de capitalizar el malestar ciudadano. Ese descontento que esta vez tiene hambre de urnas.

Uno y trino

Cospedal posa junto a populares de Guadalajara en la Reunión Interparlamentaria del PP. // Guadalajara Diario

Cospedal posa junto a populares de Guadalajara en la Reunión Interparlamentaria del PP. // Guadalajara Diario

 

 

 

 

 

 

 

Por Concha Balenzategui

1.- La unidad, según el PP

Antonio Román, alcalde de Guadalajara y anfitrión de la XXI Reunión Interparlamentaria del PP que se celebra hasta este sábado en Guadalajara, hizo en la apertura de la cita un llamamiento a la “unidad”. Abogaba por mantener la cohesión del partido frente a “las discrepancias que tenemos en algunos puntos”. No lo dijo, pero se refería Román, claro está, a la reforma de la Ley del Aborto, cuya suspensión no ha sentado bien a algunos sectores bajo sus siglas.

Antonio Román da la bienvenida a los participantes en la 21 Reunión.

Antonio Román da la bienvenida a los participantes en la XXI Reunión.

El alcalde usaba un argumento incontestable: Que el “gran acierto del PP” en las últimas décadas ha sido “unir todas las fuerzas de centro derecha”. Y así ha sido, si por éxito se entienden los resultados electorales. Pero me temo que ese es un argumento asentado en el pasado, en los tiempos del bipartidismo, y que tal vez la fórmula mágica no aguante mucho más. Van tomando fuerza posiciones como UPyD, formación envuelta en la bandera del antinacionalismo y la anticorrupción, que tras unas muy destacables europeas, pueden presentarse con más expectativas a los próximos comicios. Incluso el invento de VOX, que tenía toda la pinta de ser flor de un día tras no conseguir escaño en el Europarlamento, puede encontrarse con unas vidas extra gracias a los descontentos “provida”. O que al menos arañen unos votos que, aunque no sumen para una representación mínima en escaños, resten a la pretendida hegemonía de la derecha pepera.

También Ana Guarinos, presidenta de los populares guadalajareños, hacía en este foro un llamamiento a la unidad, pero en este caso a la de España. Porque este, y no el aborto, es el gran tema de la Interparlamentaria popular: la respuesta al soberanismo catalán, que no es otra a juicio del PP que “la firmeza”. “España es única e indivisible y todos tenemos el deber y la obligación de seguir defendiendo su unidad”, sentenciaba la presidenta provincial, no sin antes declararse “española por los cuatro costados”.
Y es que Mas, repito, es el gran tema del PP. Los demás, como el incierto destino de Cañete, o la salida de pata de banco de la presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica Oriol, solo han aliñado la reunión para lograr que el tema del aborto quedara fuera de agenda y de los micrófonos. Por eso resulta curioso que Román se acuerde de la bicha, sin mentarla. Probablemente, porque a él sí le sigue escociendo en las entrañas. Pero todo sea en pro de la unidad. Hasta su silencio.

2.- La unidad, según el PSCM-PSOE

Emiliano García-Page, en una imagen de archivo. // Foto: abc.es

Emiliano García-Page, en una imagen de archivo. // Foto: abc.es

Para unidad, la que escenifica el PSOE castellano-manchego, que este lunes proclamará a Emiliano García-Page como candidato socialista a la Junta de Comunidades en las elecciones autonómicas de la próxima primavera. El ahora alcalde de Toledo aparece como el “ganador de las Primarias”. Unas Primarias de pacotilla, porque en realidad no se han celebrado, ya que los militantes no han tenido oportunidad de votar bajo los principios de “un militante, un voto” y en secreto. Porque no es lo mismo recabar de tú a tú la adhesión con una firma para el candidato oficial, que votar en libertad. Y eso lo entiende cualquiera.

Efectivamente, García-Page es el ganador, por incomparecencia de rival, en la fase de recogida de avales. Se ha llevado la firma de 6.000 de los 11.000 militantes del PSOE en la región. Así, groso modo, porque aún hay que certificarlos. Pero parece que hay prisas por proclamar candidato incluso antes del recuento oficial.

Entiéndase bien: Esto no significa necesariamente que el secretario autonómico del PSOE cuente con el apoyo de todos, como ha querido leer el propio interesado. Ni que posea el liderazgo “indiscutible y significativo”, como asegura Cristina Maestre, su portavoz regional. Y es que en este alarde de “unanimidades a la búlgara”, hasta se han sumado los presuntos apoyos de los miles de simpatizantes y de los votantes potenciales.

Tal vez habrían de preguntarse los socialistas por qué nadie más se ha presentado. Y la respuesta seguramente sea obvia: porque no hay otro. No quiero decir que no haya otros con capacidad para ser candidato, no. Es que no se ha visibilizado otro desde que el alcalde de Toledo es el secretario autonómico del PSOE. ¿Es que alguien dudaba de que quien ha sido la cara de la oposición a Cospedal en estos años teníaque serlo hasta el final? Porque, sinceramente, los “coqueteos” con aspiraciones en la Corte no se los creía ni él.

Y a estas alturas de la película, ponte tú a construir un líder. Tremenda pereza. En definitiva, que no hay otro con tonelaje como para torear al toro del PP, y menos que se atreva en las actuales circunstancias, léase la ventajista Ley Electoral que ha fabricado María Dolores a su medida.

Pero igualmente pienso que, si no se ha visibilizado otro ariete contra la secretaria nacional del PP, tampoco se ha transmitido otro argumento que ese: acabar con Cospedal y sus recortes. Y me temo que, igual que con el PP, el argumento por sí solo no basta. Porque es propio de los tiempos del bipartidismo, cuando las “coletas” no pisaban los talones.

Integrantes de los grupos de trabajo de la asamblea de Ganemos colgaron las propuestas de sus debates. // Foto: R.M. (El Hexágono).

Integrantes de los grupos de trabajo de la asamblea de Ganemos colgaron las propuestas de sus debates. // Foto: R.M. (El Hexágono).

3.- La unidad, según Ganemos

Hablemos ahora de esa opción que no esconde, desde el nombre de su marca, que su horizonte es ganar (las elecciones, se entiende), envuelta en aire de frescura y de ilusión, inyectada desde el pasado mayo por la contundencia de los votos a “Podemos”. Por el camino hay una misión nada fácil: la unidad de la izquierda. Llamémosle “convergencia”. O mejor: “aglutinamiento”.

Si el enemigo que confiere esa unidad es el PP, su mensaje es mucho más claro y directo que el del PSOE: “Queremos poner en manos del pueblo lo que es del pueblo y arrebatárselo a los que nos lo están robando, a los que nos quitan nuestra educación, nuestra sanidad, nuestras casas, nuestro trabajo; en definitiva, nuestro futuro”, resumen en el comunicado que convocaba a su última Asamblea en Guadalajara. Pero el enemigo es más grande, e incluye al devaluado PSOE.

También expreso mis temores en este punto, de nuevo desconfiando de la unidad. Que es la asignatura pendiente, casi secular, de la izquierda. Porque resulta muy difícil encontrar el punto justo entre la vocación de sumar y la no renuncia a la pluralidad. El debate continuo, el necesario consenso, el sometimiento a la asamblea, y algunos complejos de toda índole -que cada grupo que conforma esta amalgama de gentes tiene los suyos- pueden resultar poco operativos cuando se encuentran de bruces con las trabas del sistema.

Retrocedamos cuatro años, al momento en que uno de los elementos significativos de este colectivo en Guadalajara, la plataforma “Más de un ciudadano”, no logró su primigenio objetivo, el de presentarse a las Elecciones Municipales de 2011 así, como una plataforma o agrupación de electores. Recordarán que tuvo que “vestirse” de partido político para poder concurrir a las urnas. Ahí surgieron las primeras críticas internas entre quienes aceptaban, si bien tapándose la nariz, comulgar con las reglas electorales, y quienes sentían traicionados sus principios.

Pues bien, debates de este cariz, se van a encontrar a cientos los de «Ganemos». Porque para muchos de estos ciudadanos suena más limpio hablar de sensibilidades y corrientes que de trasnochada formación política, con sus cúpulas y sus estamentos. Tal vez por eso, quienes ya llevan un camino recorrido como partidos (IU y Equo), quienes han sufrido en sus carnes el castigo de ser minoritarios, sean los que más empujen por una convergencia que les posibilitaría hacerse con alguna capacidad de maniobra en el futuro mapa político. Pero siempre costará convencer a quienes no quieren tragar con el entramado que conlleva el ejercicio de la política.

¿Hacer algunas concesiones al sistema para cambiar el sistema, o intentar la utopía de que salte por los aires? Ya digo: El eterno debate de la izquierda. Revolución o reforma.