Sin pillarse los dedos

Por Borja Montero

En una sociedad tan automatizada y tecnificada como en la que vivimos (y hacia la que nos dirigimos), la atención sanitaria, sobre todo en el caso de la hospitalaria y las Urgencias, sigue siendo uno de los campos en los que se demuestra que el ser humano no es una máquina y, por tanto, esta sujeto a un cierto nivel de incertidumbre. A pesar de esta esencia propia del servicio en sí, que se explica en que no hay dos dolencias iguales como tampoco hay dos personas iguales, y precisamente motivado por lo delicado que es un viaje a Urgencias, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha aprobado un Decreto en el que se fijan algunos estándares de tiempo, atención e información para los usuarios del servicio.

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Un derbi para aliviar las urgencias

Por David Sierra

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Sala de espera de urgencias del Hospital de Guadalajara. / Fuente: JCCM.

No coincidía con un Madrid – Barça. La sala de espera mantenía un ajetreo considerable que no había cesado en toda la tarde. En una tarde de domingo cualquiera. Toses, pacientes con mascarilla, un desmayado con fiebre que apenas puede caminar, heridos leves de un accidente, un par de niños enfermos con evidentes gemidos que estremecen, una escayolada en silla de ruedas, contusionados, unos cuantos ancianos cuyos achaques requieren asistencia urgente y varias personas con malestar y la incertidumbre de no saber qué les ocurre. Y familiares, otros tantos. A quienes la espera se les hace eterna y la impaciencia apenas se calma a golpe de watshapp, de tweet o de cigarrillo en la entrada de la puerta, aunque esté prohibido. Esa misma sala estuvo vacía la tarde de miércoles anterior. Hubo derbi.

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Enamorarse de nuevo

Por David Sierra

Cuando Javier conoció a su mujer, allá por el año 2007, vislumbraba una Guadalajara nueva con un halo de proyección esperanzador. A pesar de contar con un empleo humilde y de aún no haber dado el paso completo para independizarse, su vida transcurría entre la languidez del pueblo en el que habitaba por las noches y las palpitaciones de una ciudad que miraba al futuro con el ánimo de cambiar su suerte como estercolero de la gran capital. La crisis económica, que después fue recurso para justificar cualquier cosa, aún no estaba presente y las ilusiones de avanzar hacia la modernidad convertían a la ciudad alcarreña en un entorno capaz de aunar en un mismo espacio la tranquilidad de un núcleo urbano de provincia con la vanguardia de las urbes más avanzadas.

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Un fantasma de ladrillo y hormigón

Imagen panorámica de las obras de ampliación del hospital. Foto: La Crónica de Guadalajara.

Imagen panorámica de las obras de ampliación del hospital. Foto: La Crónica de Guadalajara.

Por María José Establés

Hoy es un sábado muy especial. Seguramente muchos de ustedes estén disfrutando de uno de los mejores días de las Ferias y Fiestas de Guadalajara, o al menos a mí siempre me lo ha parecido (incluso aunque sea en “tierra hostil”). Y otros muchos, llevarán toda la semana yendo de acto en acto y aprovechando el excelente tiempo que está haciendo. Por mi parte, me gustaría poder decir lo mismo, pero por cuestiones laborales, este año las Ferias se han convertido tan solo en un leve ruido que oigo desde mi habitación. Sin embargo, sí que he podido aprovechar para poder asistir a algún acto matutino. Ayer, sin ir más lejos, volví a disfrutar de uno de los clásicos de las Fiestas, los gigantes y cabezudos a su paso por La Carrera (¿será el nombre oficial que tendrá esta plaza en los próximos meses?). Sigue leyendo

Pero qué calor hace…

Por Marta Perruca

Humor gráfico sobre la ola de calor.

Humor gráfico sobre la ola de calor.

Pero qué calor hace. Llevo toda la semana recibiendo fotos por WhatsApp de termómetros cercanos a los 50 grados y chistes gráficos del tipo “Sólo me asomé a ver si hacía calor afuera” sobre la foto de un hombre con media cara achicharrada.

Cuado llega la tarde del miércoles me suelen suceder varias cosas: Me ocurre que hay días en los que sé de qué hablar, pero no sé muy bien qué decir. Otras veces, sé qué decir, pero no tengo claro de qué hablar y muchas otras me siento frente al ordenador sabiendo de qué voy a hablar y qué voy a decir pero, sin embargo, acabo avanzando por derroteros que jamás me habría imaginado.

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Al Hospital, en canoa

Imágenes del estado de la planta baja tras la tormenta de la pasada semana.//Foto: FSP-UGT

Imágenes del estado de la planta baja tras al tormenta de la pasada semana.//Foto: FSP-UGT

Por Ana María Ruiz

La enorme tromba de agua que cayó la pasada semana sobre Guadalajara y que provocó un sinfín de problemas en toda la ciudad puso de manifiesto -por enésima vez- el estado de deterioro del Hospital Universitario, donde los usuarios, el personal y los pacientes ingresados asistieron a un nuevo capítulo de “Este Hospital es una ruina”. El nulo mantenimiento de las instalaciones provocó la aparición de goteras y la inundación de la planta baja. Esta situación obligó incluso al cierre de la cafetería y a la intervención de los Bomberos. Las imágenes que han colgado numerosos ciudadanos y trabajadores en las redes sociales son de verdadera vergüenza y hablan por sí solas: pasillos anegados, sábanas y toallas por los suelos como improvisadas bayetas y falsos techos abiertos en canal dejando pasar agua y más agua. Los trabajadores del servicio de limpieza -cuya plantilla roza lo ridículo para un centro de las características del de Guadalajara- no daban más de sí, e incluso el personal sanitario -que tanta falta hace en plantas y en consultas- tuvo que colaborar achicando agua. Un verdadero desastre.

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Con un par

Echániz considera se considera el salvador de la Sanidad de Castilla-La Mancha.//Foto:castillalamancha.es

Echániz considera se considera el salvador de la Sanidad de Castilla-La Mancha.//Foto:castillalamancha.es

Por Ana María Ruiz

“Dejo la Sanidad castellano-manchega salvada y a la gente contenta”. Así de rotundo se mostraba el consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz, en una entrevista publicada recientemente por El Digital CLM que venía a reforzar unas declaraciones realizadas en un acto público días antes en las que aseguraba que “hoy contamos con un sistema sanitario más eficiente, eficaz y profesionalizado que antes de la crisis, hemos salido reforzados”. En otras palabras, que está más contento que unas castañuelas con la gestión que ha realizado a lo largo de estos cuatro años al mando de una de las consejerías más controvertidas del Gobierno Cospedal. Con un par.

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El Hospital, entre chefs, abandono y suciedad

Imagen tomada por el familiar de un paciente ingresado en la planta en la que se desplomó el techo.//Foto: Facebook

Imagen tomada por el familiar de un paciente ingresado en la planta en la que se desplomó el techo.//Foto: Facebook

Por Ana María Ruiz

El Hospital Universitario de Guadalajara se convirtió la pasada semana en un plató de televisión. El 4 de marzo las cámaras tomaron las instalaciones para rodar una de las pruebas del exitoso programa de TVE, MasterChef, presentado por Eva González y los chefs Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nájera. El rodaje tuvo lugar en la cafetería de la entreplanta, destinada al personal, que se cerró a cal y canto para que el equipo directivo, los jefes de servicio y los médicos de guardia pudiesen degustar los platos de los concursantes.

Lo curioso del caso es que a muchos trabajadores del centro sanitario todo este asunto les pilló por sorpresa, ya que la Gerencia mantuvo un gran secretismo en torno a la grabación del programa. Me imagino que motivado por la incomodidad que hubiera supuesto que pudiesen aprovechar la presencia de la televisión del Partido Popular para hacer visibles las muchas quejas que tienen respecto al funcionamiento actual del Hospital. Tal fue el silencio que se mantuvo respecto al tema que incluso a los camareros de la cafetería se les dijo que ese día podían salir dos horas y media antes para, según les trasladaron, recuperar así el tiempo que dedicaron a un curso de formación. Vamos, que la Dirección no quería ojos ni oídos incómodos para ocultar la realidad que se vive en el centro, en el que los recortes están afectando sobremanera a la calidad asistencial y que ya denuncié en un artículo anterior que les enlazo, por lo que no me voy a reiterar.

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Un Hospital de «Todo a Cien»

En la imagen, la "vajilla" proporcionada a los enfermos del área de Hospitalización./Foto: Ana María Espada

En la imagen, la «vajilla» proporcionada a los enfermos del área de Hospitalización./Foto: Ana María Espada

Por Ana María Ruiz

El Hospital Universitario de Guadalajara está enfermo. El centro, que el próximo 25 de enero cumplirá 32 años y que en la década de los 80 se convirtió en un referente nacional en tecnología y calidad asistencial, se nos está haciendo viejo y agoniza poco a poco sin que sus responsables hagan nada por evitarlo.

Las instalaciones dejan mucho que desear y las necesarias obras de reforma integral que el recinto entero está pidiendo a gritos no se reflejan en los presupuestos regionales de Sanidad para 2015. Ni se han reflejado en toda la legislatura, a lo largo de la cual la inversión sanitaria en Castilla-La Mancha ha disminuido en cerca de 200 euros por habitante, según los datos publicados por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública. Los recortes introducidos desde el año 2011 por María Dolores Cospedal, cumplidos a rajatabla por el consejero José Ignacio Echániz, están empeorando la lenta agonía de nuestro Hospital: menos personal, pésimo servicio de hostelería para pacientes ingresados, brutal racionalización del gasto en infraestructuras y material sanitario, etc.

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Hartos de las esperas

hospital guadalajara

Por Abraham Sanz

Los defensores de la sanidad pública estamos de capa caída. Más aun cuándo día a día el funcionamiento de la misma nos deja en evidencia tantas veces que hay veces que es sólo la propia fe en que lo público ha de mantenerse y sostenerse como uno de los pilares básicos de nuestro Estado del Bienestar, la que nos hace valorar positivamente este servicio que, de unos años a esta parte, está sufriendo un más que notable deterioro. Y es una pena, porque el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha era una de las instituciones con mejor valoración a nivel estatal y, aún con los recortes, las propias encuestas de la Administración nos siguen diciendo que la ciudadanía está satisfecha. Sin embargo, ahora la gran pregunta es, ¿a quién preguntan en estas encuestas?

A mí no. Y tengo clara mi respuesta. Mi grado de satisfacción con esta prestación se ha ido devaluando en función de según ha ido avanzando la tijera en el patrón político del PP en la región. Probablemente, nuestra región contará con unas cifras que era mejor no contemplar cuándo llegaron al Gobierno, pero tras tres años de gestión, quienes ganaron porque tenían la pócima que resolvería todos nuestros males, no han mostrado ni un solo atisbo de ser capaces de acometer esta mejoría. Únicamente se han preocupado de entorpecer unos servicios como la Educación o la Sanidad que, si bien eran mejorables, contaban con unos status de calidad de un notable grado. Ahora bien, ese estatus se sigue gozando gracias a la presencia de un buen número de instalaciones por nuestro atomizado mundo rural, por los centros de salud ejecutados por los barrios de la ciudad –aunque del futuro de Los Valles ya ni se habla y ni siquiera se plantea-,… pero no dejan de ser ladrillos, edificios que antes contaban con una presencia médica mayor y que ahora, obliga a muchos vecinos de localidades vecinas a hacer cábalas para cuándo pueden ir al médico, atendiendo a su realidad personal, la realidad laboral y, además, las dificultades añadidas de no gozar de una presencia médica similar a la anterior.

Si bien, ante esta tesitura de crisis que hemos vivido, estos recortes, pueden ser entendidos, hasta aceptados. Pero lo que es inadmisible son las demoras para poder tener en tus manos unas pruebas que al profesional sanitario le permitan corroborar una enfermedad o la posibilidad o no de realizar un tratamiento; o peor aún, demoras de meses que para poder realizar alguna prueba diagnóstica necesaria para la evaluación de un paciente. ¡Por ahí sí que no! Y así lo ha denunciado el PSOE recientemente, con datos de pacientes reales, en los que se demuestran retrasos de siete meses para poder realizar una resonancia magnética; mientras que otros pacientes sufren ya demoras –de forma rutinaria- de entre tres y cuatro meses para realizar cualquier otra prueba que si bien no es de urgencia, si genera una intranquilidad e incertidumbre que no es de recibo. Más aún, el tiempo de espera que habría que sumar para que los resultados fueran vistos por un especialista…. ¡Acabáramos!

Es una lástima que un servicio como SESCAM esté en boca de todos, pero para realizar comparaciones peyorativas con otros entes que prestan una labor similar, pero de forma privada que, a la fuerza siguen ganando terreno con el beneplácito de nuestros políticos más interesados en reformar el sistema a su gusto, que tratar de reensamblar el endeudado sistema sanitario anterior. También es una lástima que una obra como la ampliación del Hospital de Guadalajara, que era de carácter prioritario en el año 2007 y por tal motivo, tanto PSOE como PP la llevaban en sus programas electorales; siete años más tarde esté empantanada. Primero porque los primeros no supieron gestionar tan notable infraestructura y tan notable gasto. Tanto que al final se tuvo que parar porque la empresa ya acumulaba demasiadas mensualidades sin recibir sus emolumentos. Y los segundos, porque no les ha importado ver esa obra inacabada y no tratar de buscar una salida útil para la ciudadanía y para el propio centro hospitalario. Tanto que ya ni siquiera se encuentra en el cajón de las prioridades y, según las últimas palabras de Cospedal, se terminará cuándo se pueda. Casi, indicando que se trata de una obra que nunca se debería haber puesto en marcha porque, ahora la prioridad está en Toledo donde escándalo tras escándalo, han caído en la cuenta de que aquellos polvos -tanto recorte- vienen estos lodos… En fin, cosas de la política que al final, pagamos los de siempre, los ciudadanos de a pie.

Eso sí, parece que ya por fin, cuando acudamos al Hospital de Guadalajara, podremos aparcar sobre asfalto y caminar sobre una vía pavimentada, cuando aparquemos nuestro coche en este lugar. La lamentable imagen de este invierno con la gente sorteando charcos y barros para poder acceder al centro, parece que ha hecho mella en nuestros dirigentes que si bien, primero quisieron negar lo innegable, ahora han tenido a bien, echar una pequeña capa de asfalto que dignifique esta instalación. Ya era hora.