
Un informe revela la importancia de los jóvenes en el sistema español de ahora y de mañana. / FOTO: Europa Press
Por Míriam Pindado
El otro día me encontré a unos amigos de mis padres por la calle. Iban con su hija que este año está haciendo 2º de Bachillerato. Le pregunté qué tal había empezado el curso y me dijo que bien (los adolescentes siempre dicen que bien). Ella aún no sabe qué va a hacer cuando acabe el instituto. Tiene dudas y entonces me pidió consejo. Le respondí con muchas dudas y algunos tópicos que hace unos años tenían sentido. Ahora ya no tanto porque nadie se atreve a pronosticar qué futuro les espera a los jóvenes de este país, de esta comunidad autónoma o de esta provincia.
Se habla de una generación perdida (la mía), pero en realidad no sé cuántas generaciones se están perdiendo por el camino y cuántas podrían llegar a perderse en los próximos años si esto no cambia.
Si echamos la vista atrás nos veremos en el patio del instituto imaginándonos con 30 años, un buen trabajo, un adosado con jardín y algún hijo. Quimeras. Los tiempos han cambiado y los jóvenes de ahora ya se compran cremas antiarrugas y cuentan sus primeras canas. Y esto no tendría por qué ser malo de no ser porque muchos de ellos, jóvenes y ya no tan jóvenes a ojos de la Administración, se han visto obligados a dejar de soñar con un buen trabajo, un adosado con jardín o una familia. Al menos de momento.
Esta semana ha llegado hasta nuestra región la Gira Juventud Necesaria. Se trata de una iniciativa del Consejo de la Juventud de España que desde septiembre está presentando en las capitales de todas las comunidades autónomas un informe sobre la realidad de los jóvenes. Sigue leyendo →