
Varias personas reconstruyendo un tejado. // Foto: Colectivo Fraguas Revive
Por Isaac Alcázar *
Ya se hace impertinente glosar el gran problema de la despoblación que observamos atónitos en nuestro país. Ningún preboste que se precie puede permitirse no hablar de tan cacareado asunto, aunque luego sus acciones desmientan ese impostado interés. La realidad, dura como un témpano: sin intervenciones decididas cientos de pueblos desaparecerán del mapa sólo en la próxima década. Guadalajara es una de las provincias más afectadas. Las casas están vacías, los huertos yermos; el mundo rural es ya un escenario falto de personajes.